Crece la bronca. 17 de Agosto: dos marchas y un debate con la CTA que conduce Yasky

La semana pasada la conducción de CTERA se vió obligada a llamar a un paro nacional docente. Desde abajo las provincias en lucha que llevan varias semanas (y algunas varios meses) como Mendoza, Neuquén, Santa Fé y Chubut, junto a Santa Cruz, La Rioja entre otras, le impusieron un paro nacional. En estas provincias los sectores de trabajadores dependientes del Estado, son los más atacados en sus salarios que no cubren ni por asomo la inflación reinante. Las movilizaciones en Mendoza superan los 30 mil trabajadores y trabajadoras. Se movilizan trabajadores estatales, de la salud y docentes, entre otros.

Es el ajuste del FMI, que pide quitar presupuestos para salud, educación y obras públicas reduciendo el gasto del estado y donde todos los gobernadores y gobernadoras de diferentes colores políticos tienen un acuerdo común, ajustar. Desde Alicia Kirchner en Santa Cruz, pasando por el Cambiemita Rodolfo Suarez en Mendoza o el Massista Mariano Arcioni en Chubut. El paro docente en la Provincia de Buenos Aires del gobernador Axel Kicilof, fue enorme. ¿La CGT y la CTA marchan para que triunfen todas estas luchas?

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De la marcha de mañana junto a la CGT y a la CTA que conduce Yasky, serán parte también movimientos sociales oficialistas nucleados en la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular), La Cámpora, gremios como UTE de docentes, ATE de estatales, AGTSyP del subte, Foetra de telecomunicaciones, corrientes sindicales y agrupaciones del kirchnerismo, además de organizaciones sociales cercanas al Gobierno como el Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie.

Las diferencias se fueron cristalizando a lo largo de la convocatoria. Bajo el amplio lema “Primero la Patria”, algunos marcharán “contra los formadores de precios”, otros para exigir soluciones de "toda la política" ante la crisis económica. Estaban quienes querían bajarse como Acuña (Estaciones de Servicio), parte del Frente Renovador massista; y Daer (Sanidad), alineado con el presidente Alberto Fernández, que con el resto de “los Gordos” pedían su postergación. Se quejan en apariencia de los formadores de precios pero no los enfrentan en sus gremios. ¿Qué son los “formadores de precios”? Sino los empresarios de rurales, de la agroindustria, la alimentación, el comercio, el transporte, la logística, textiles con los que negocian sus sectores.

A pesar de los matices, hay un propósito en común que es seguir dando tregua al gobierno sin denunciar el ajuste que se aplica de la mano de los empresarios; y del gobierno de Fernández, Cristina y Massa para cumplir las metas del FMI.

"No hay clima para poder garantizar un palco" ¿A qué le tienen miedo?

Será una marcha sin acto ni oradores para evitar que se repita lo que en marzo de 2017, cuando el palco central fue copado por manifestantes que exigían paro nacional contra las medidas del entonces gobierno de Mauricio Macri. Es que por más tregua y complicidad al ajuste en curso, las burocracias sindicales toman nota del descontento que hay por abajo frente a la crisis social y económica. Lo que sí harán durante el transcurso de la marcha es difundir un documento que darán a conocer ese día.

CTA: Yasky y su “vocación” por el Gobierno Nacional

El pasado 10, la CTA-T convocó a un plenario de su militancia en la sede de FOETRA, sindicato de telecomunicaciones, donde participaron dirigentes de las más de 50 organizaciones donde resolvieron marchar junto a la CGT el 17.

En dicho plenario, Hugo Yasky, secretario general de la CTA-T expresó “algo que caracteriza a esta central, es la militancia, la falta de especulación, la vocación a bancar al gobierno popular” y agregó “cuando veo quienes atacan al gobierno, quienes persiguen a Cristina, los jueces corruptos, los bancos, los sojeros, los especuladores se bien que tengo que estar en la vereda de enfrente”. Lo curioso es que mientras Yasky aclama su ferviente vocación por el gobierno nacional defendiéndolo del supuesto “ataque” por parte de los especuladores, su gobierno le responde pateando la convocatoria del Consejo del Salario para el lunes 22 de agosto, mientras el poder adquisitivo de los salarios se deteriora cada vez más frente a una inflación que sólo en julio alcanzó el 7,4 %, en tanto el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) publicado por el Banco Central estima un 90,2% para 2022.

A la pérdida salarial, de ingresos y de jubilaciones se suma el aumento del empleo precario. Las grandes mayorías perdemos, mientras los ganadores siguen siendo los especuladores y sojeros que “atacan al gobierno”, a quienes se los sigue beneficiando con el “dólar-soja”, casi un “premio” a la especulación. Como si esto no fuera suficiente, el propio Massa se reunió con la mesa de enlace el viernes pasado –asado incluido de por medio- comprometiéndose a responder a cada una de sus demandas en un plazo de 10 días, todo para acelerar la liquidación de dólares por parte del sector, mientras vienen llevando adelante una presión enorme en favor de una devaluación del peso, y acumulando soja en silobolsas. ¿Y el empresariado? Por supuesto que no quedó afuera, porque van a obtener beneficios impositivos si están destinados a la construcción, al igual que a la industria automotriz. Solo con el gobierno de los Fernández, hasta el 2021, se transfirieron 41 mil millones de dólares que se le expropiaron a las y los trabajadores, para que se la lleven los sectores más concentrados del capital.

Recordemos que antes de la asunción de Massa, Yasky se había anticipado a declarar que “la incorporación de Sergio Massa al Gabinete sería bueno”, elogiando a uno de los hombres favoritos de la embajada Yanki y dadores de gobernabilidad durante el gobierno de Macri. Fiel a su rol de someterse a los partidos patronales y a los gobiernos de turno la CTA al igual que la CGT, no convocan medidas de lucha ni asambleas para pelear por defender lo nuestro en esta crisis. ¿Te preguntarás entonces cuál es la defensa que hace la CTA de Yasky? Ninguna sobre las y los trabajadores que venimos pagando el ajuste, a lo que ahora se suma la “creación de un sistema de control y auditoría” de los planes sociales, amenazando con quitar los planes sociales a las y los desocupados si no cumplen con requisitos que se desconocen, avanzando en el ataque que ya había expresado Cristina en el anterior plenario de la CTA, y profundizando la estigmatización y persecución a los más pobres y a las organizaciones sociales que vienen protagonizando masivas protestas. El único anuncio hasta el momento: un bono de miseria para las y los jubilados.

En el mismo plenario de la CTA, Manolo Sueiro de ATE Capital dijo que “los y las estatales vamos a salir a las calles a pelear con una agenda de la clase trabajadora, por nuestro salario, el pase a planta permanente y el fin de la precarización”. Una declaración que no se condice con los anuncios de la ex Ministra Batakis que tuvieron continuidad luego con Massa donde dejaron en claro que sigue en pie el congelamiento de la planta del Estado que ya se vió en los hechos con despidos masivos en Arsat –que lograron luego la reincorporación producto de la organización desde abajo-; y mayores tarifazos a partir de la segmentación, además del achique del presupuesto en salud y educación.

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Enrique Rositto, Secretario de Prensa de la AGTSyP – Metrodelegadxs manifestó “desde el subte lo que venimos a proponer es que uno de esos paradigmas sea la reducción de la jornada laboral”. Está claro que no alcanza con un discurso sin sostenerlo con las acciones. La idea de reducir la jornada laboral, sin reducción salarial, y crear millones de puestos de trabajo es de enorme importancia para darle una salida a los trabajadores, un horizonte alternativo al que le da este gobierno y su pacto con el FMI.

En el caso de Foetra, por primera vez en muchos años la conducción ahora a la cabeza de Claudio Marin de la CTA –que asumió a partir del fallecimiento de Osvaldo Iadarola- sacan un comunicado político llamando a marchar “contra la inflación” que licua el poder adquisitivo del salario y agregan “los sectores del poder económico no vacilan en promover corridas cambiarias que terminamos pagando todos los que vivimos de un salario” y que “el gobierno nacional debe escuchar el clamor de los trabajadores”. Sin embargo cerraron sucesivas paritarias muy por debajo de la inflación, y continúan sin tomar medidas de lucha por un convenio único para las y los trabajadores de las móviles, y por el pase a planta de miles de trabajadores tercerizados.

Empezando por la CTA: ¿Por qué en vez de reunirse los secretarios generales y el aparato de la central, no convocan asambleas para que las y los trabajadores discutamos democráticamente en todos los gremios y lugares de trabajo cómo enfrentar el ajuste? Pareciera que la palabra paro nacional y ajuste, están prohibidas en el léxico de esta central sindical.

Una sola marcha contra el ajuste y con un programa de nuestra clase

Del lado opuesto a esta marcha, nos vamos a encontrar trabajadores ocupados, precarios y desocupados junto al sindicalismo combativo y organizaciones que integran la Unidad Piquetera que nos movilizaremos en todo el país y de manera independiente de la CGT y la CTA, denunciando el ajuste de los empresarios, del gobierno y el FMI, y por un inmediato aumento de salarios, jubilaciones y ayuda social, la reapertura de paritarias, y con medidas para que la crisis no la paguen las y los trabajadores como el desconocimiento soberano de la deuda, la nacionalización del sistema bancario y las privatizadas, bajo administración obrera, entre otras. Con las luchas adelante, como el SUTNA que están hace meses peleando por el pago al 200% de las horas trabajadas los fines de semana, las docentes que impusieron un paro a la CTERA, los compañeros de la 60 y de Madygraf que pelean por la expropiación. En el interior, se van a expresar luchas como las que se desarrollaron en Rosario contra la quema y por la ley de humedales.

Alberto y Cristina le ceden el poder a Massa, para contentar a los mercados y profundizar el ajuste sobre la clase trabajadora, por eso es necesario también exigir a las conducciones sindicales que rompan con el gobierno ajustador del FMI y convoquen a un paro nacional y plan de lucha.

Necesitamos unir a la clase obrera, ocupados y desocupados, efectivos y precarizados con un programa propio de nuestra clase y acciones en común para frenar el ajuste que exige el FMI e impone el gobierno peronista de Massa, Alberto y Cristina. No estamos condenados al ajuste, a pesar de que las burocracias de la CGT y la CTA que marchan en apoyo al gobierno nos quieren hacer creer que no nos queda otra cosa que el “mal menor” o resignarnos. El potencial para la organización y movilización que tenemos las y los trabajadores de gremios como docente, subte, telecomunicaciones, aeronáuticos, estatales y de la salud es enorme para una situación que estamos viviendo de ajuste y empobrecimiento. Somos la fuerza social que puede darle otra salida a la crisis si tomamos el control, como venimos planteando desde el PTS-MAC (Movimiento de Agrupaciones Clasistas) junto con 6 medidas para enfrentar la crisis.

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En este sentido es que hacemos un llamado a todas las y los trabajadores del país y a los sectores combativos a participar de esta jornada de lucha, y a construir la propuesta que hacemos desde el MAC a un gran Encuentro Nacional de ocupados y desocupados, de los que están luchando, del sindicalismo combativo y de la izquierda.