Al inicio de la manifestación viguesa del pasado 1º de mayo, Paulo Carril, secretario general de la CIG, anunciaba la convocatoria de una huelga general galega para el martes 19 de junio. Construirla desde la base, con asambleas en cada centro de trabajo y de estudio, es ahora la tarea del movimiento obrero y del activismo de izquierdas.
Martes 8 de mayo de 2018
“Frenar a la patronal y al PP”. En esa idea insistía el dirigente de la CIG, Paulo Carril, durante la masiva manifestación que reunió a más de 15.000 personas este pasado 1º de mayo en Vigo. Y, muy correctamente, el llamado a la huelga general supone poner en movimiento la fuerza social que puede hacerlo posible.
Vídeo elaborado por la CIG
Carril añadía que “...tenemos muy presente que los derechos no se regalan, no se compran, ni vienen del pacto social: los derechos se conquistan con la lucha y la movilización; y es la lucha de la clase trabajadora y del pueblo gallego la vía fundamental para la defensa y conquista de derechos, para alcanzar políticas alternativas con las que en Galiza tengamos empleo, salarios y pensiones dignas”.
También se denunció a la justicia patriarcal y su “...espantosa sentencia de la Audiencia de Nafarroa [que] es un brutal golpe a los derechos de las mujeres y confirma que el sistema judicial español ampara la violencia patriarcal”.
Hubo además un emplazamiento concreto a las direcciones de CCOO y UGT, “esperando que todos los sindicatos estén a la altura de las circunstancias en un momento en el que tenemos que dar una respuesta conjunta y contundente en la defensa de nuestros derechos y de un futuro digno para la clase trabajadora”. [las traducciones son nuestras, ID].
Romper con la política de paz social, recuperar la movilización de masas
Después de un 8 de marzo masivo, donde las mujeres protagonizaron una histórica jornada de huelga que asestó un golpe directo a la política de paz social y desmovilización, esta huelga general galega llega en un momento totalmente oportuno.
Es necesario que los trabajadores, en alianza con el propio movimiento de mujeres y la juventud, enfrentemos la política del PP y sus cómplices de C´s, consistente en asegurar los beneficios del gran capital a costa de atacar sistemáticamente las conquistas sociales. Es necesario que desenmascaremos esa oposición cómplice del PSOE, que por acción u omisión sigue sirviendo de muleta del gobierno del PP. O que rompamos con la política institucional e impotente de las fuerzas llamadas “del cambio”, que no han conseguido imponer ni uno sólo de los reclamos del movimiento de masas a pesar de contar con importantes posiciones parlamentarias.
Y para ello, la convocatoria de huelga general ha de servir de catalizador. Será precisamente a través de la movilización social que podremos revertir todos los recortes y ataques a los derechos democráticos, al tiempo que se abre una perspectiva de lucha sostenida contra el propio Régimen del 78.
Construyamos la huelga de base, por un plan de lucha para vencer
Ahora la dirección de la CIG tiene una gran responsabilidad. Es necesario impulsar y masificar asambleas en cada centro de estudio y de trabajo, discutiendo las reivindicaciones y reclamos más concretos. Se torna imprescindible llevar la agitación a cada barrio, extendiendo y unificando la base social de la convocatoria. Al mismo tiempo, continuar en la exigencia a las direcciones de CCOO/UGT, para que se sumen a la convocatoria de huelga y la hagan extensiva al resto del Estado español. Sólo a través de la máxima unidad de la clase trabajadora, no sólo galega, sino también del conjunto del Estado, podremos vencer e imponer nuestros reclamos.
De nada serviría entender la convocatoria como un acto de reafirmación propagandística puramente decorativo. Es necesario construir un gran movimiento desde la base que cohesione a todos los sectores del movimiento de masas, que reúna alrededor de sí todo el malestar social acumulado y le dé una expresión de lucha con centralidad en la clase obrera. En otras palabras, es necesario un frente único de combate, que supere las divisiones de las siglas sindicales y unifique a explotados y oprimidos en la lucha y para la lucha.
Este 19 de junio ha de servir de primer paso en el camino de que la movilización social vuelva al centro de la agenda del movimiento de masas y se rompa de una vez la política de paz social que patronal y burocracias sindicales han mantenido durante todos estos años. La dirección de la CIG ha dado un paso para desmarcarse abiertamente de esta política nefasta mediante la convocatoria de huelga general. Pero con eso no alcanza. Es necesario que ésta se encuadre en un plan de lucha sostenido en el tiempo que se proponga como fin la defensa de nuestros derechos materiales y democráticos, y ponga en jaque al patriarcal y reaccionario Régimen del 78.
¡Asambleas en cada centro de trabajo y de estudio!
¡Por un plan de lucha sostenido en el tiempo!
¡Adelante la huelga general!
