El 8 de junio se cumplen 67 años de la publicación de 1984, última obra de George Orwell que ha sido un texto de referencia en la percepción de nuestra historia más reciente.
Viernes 3 de junio de 2016
1984 construye un mundo lúgrube y asfixiante en el que la Policía del Pensamiento controla a todos sus ciudadanos. A través de uno de ellos, Winston, Orwell nos describirá un engranaje perverso.
La intención de muchos de leer 1984 como cierre de la producción literaria de Orwell no solo tiene que ver con el hecho de que es la última de sus obras, sino porque además esta supone la clausura de su desarrollo político y literario. Las distintas obras del autor británico, no pueden abordarse de manera aislada, sino que es necesario hacer un ejercicio de relación con el resto de su producción y con el contexto político y social que vivió.
Sobre la figura de Orwell y en los pocos aspectos en que coinciden la mayoría de sus estudiosos, es que su experienca en la Guerra Civil española, marcó su visión de la historia y por ende de su literatura, la cual el mismo Orwell definía como política.
“Lo que más he deseado en los últimos diez años ha sido convertir en arte la escritura política. Mi punto de partida es siempre un sentimiento de militancia, una sensación de injusticia. Cuando me pongo a escribir un libro no me digo: «Voy a crear una obra de arte». Escribo porque hay alguna mentira que quiero denunciar, alguna cuestión sobre la que quiero llamar la atención, y mi preocupación inicial es la de conseguir ser escuchado." Una visión que terminará materializando en 1984.
Esta obra contiene muchos elementos de diferente procedencia. Desde referencias literarias que el propio Orwell constata, referencias a la biografía del propio autor o a la situación política de su época. Pero es sin duda la experiencia española de Orwell, reflejada en Homenaje a Cataluña y otros escritos relacionados con España, la que aporta un número importante e interesantísimos de elementos y referencias para el lector de 1984.
Con Homenaje a Cataluña comienza lo que algunos definen como una suerte de trilogía de denuncia de la Revolución traicionada y contra la opresión totalitaria. Un trilogía que Orwell habría iniciado con el el relato de su experiencia en el frente aragonés y en Barcelona para despés desarrollar en la ficción con Rebelión en la granja, y culminar con la creación de un mundo, el de 1984, en el que los mecanismos del totalitarismo superan incluso lo implementado por el modelo estalinista.
Aunque su alistamiento en el POUM fue casi fortuito bien es cierto que ya antes de su llegada a Cataluña Orwell se sentía como mienbro de la "izquierda disidente" en contraposición a la "izquierda oficial" y al estalinismo. Algo que previamente a su experiencia en la contienda española parecia ser algo más intuitivo y que tras su paso por Cataluña constató, supo definir, y que asumió en su pensamiento y comenzó a materializar en su obra escrita.
El POUM fue una de las pocas organizaciones que comenzó a denunciar las políticas de Stalin y las purgas contra viejos bolcheviques. Orwell, sin tener una completa simpatía hacia el POUM, terminará por constatar su oposición al estalinismo en 1937 cuando durante los acontecimientos de mayo ocurridos en Barcelona, casi accidentalmente, tiene ocasión de ver en primera persona las políticas del PSUC, lo que terminará de formar su opinión sobre los comunistas estalinistas.
Esta experiencia española marcará no solo Homenaje a Cataluña, sino toda su producción posterior. Hay varios aspectos-eje en 1984 que provienen de este episodio orweliano. Uno de los aspectos muy presentes en su última novela es el control de la realidad, del pasado y del presente. En Cataluña se da cuenta de la facilidad con la que puede “desaparecer” la verdad objetiva ante determinados hechos históricos. Orwell hace varias afirmaciones en referencia a la cuestión del control sobre el pasado en 1984. Comentando las informaciones totalmente contradictorias que daban las distintas organizaciones que se repartian el control de Barcelona durante la guerra, Orwell escribe:
“Estas cosas me parecen aterradoras, porque me hacen creer que incluso la idea de verdad objetiva esta desapareciendo del mundo [...] parece que vamos a un mundo fantasmagórico en el que lo negro puede ser blanco mañana y en el que puede cambiarse por decreto el tiempo que hacía ayer”. El control sobre la información y la manipulación de la misma marca el sistema ficticio desarrollado en 1984.
Otro elemento muy presente en su última novela y que comienza a gravitar en su obra ya desde su paso por Cataluña es el de un régimen que se basa en los métodos más oscuros para terminar con cualquier tipo de oposición, sin aplicar ningún tipo de justicia ni democracia. Sin duda la desaparición de Andreu Nin fue una de los últimos acontecimientos que marcaron a Orwell en su paso por Cataluña. El impacto de este hecho en Orwell y el repudio que siente hacia las políticas estalinistas se constata poco despues en una brutal crítica que hace a un poema publicado por el escritor Auden que parece justificar la desaparición de Nin como "nesesaria". Los versos de Auden que dicen así «Hoy, la aceptación consciente de culpa en el asesinato necesario» furon la excusa de Orwell para expresar su enorme decepción y crítica hacia el comunismo.
La experiencia española de Orwell, expresada en un primer momento en Homenaje a Cataluña y otros escritos relacionados con su paso por el Estado español, contiene elementos clave para el lector de 1984. Ideas embrionarias que el autor adapta e incorpora en la ficción. La importncia de la experiencia española en la obra del escritor británico es tal que muchas de las críticas hacia una de las obras más debatidas del siglo XX -1984- que se han hecho durante estos 67 años y que intencionadamente no han tenido en cuenta este aspecto carecen de validez, al omitir un episodio de la vida del Orwell tan importante que cambió su pensamiento y su posterior literatura.