El 25 de noviembre es el Día Internacional de Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres. En todo el mundo, los feminismos van a repudiar la violencia machista y especialmente el crimen de más de 7.500 mujeres, niñas y niños en Gaza, asesinados durante los bombardeos del Estado de Israel. En Argentina, las movilizaciones serán a casi una semana del triunfo del ultraderechista Javier Milei en las elecciones presidenciales.
Martes 21 de noviembre de 2023 08:02
La extrema derecha de Milei no le debe su triunfo a "las fuerzas del cielo", sino a la suma de sus votos con los de la derecha de Macri y Bullrich que le dieron su apoyo explícito y le permitieron capitalizar la bronca y el descontento contra un gobierno que deja a un 40% de la población bajo la línea de pobreza, después de tantas promesas incumplidas, excepto las que le hicieron al Fondo Monetario Internacional.
"Ni un ajuste más, ni un derecho menos", dijimos que sintetizaba lo que más de una docena de organizaciones del movimiento de mujeres queríamos decir el próximo 25 de noviembre. Nos juntamos para preparar la movilización e invitamos especialmente a las mujeres de las entidades árabes y palestinas en Argentina, porque coincidimos en sumarnos a la Acción Feminista Global para repudiar el genocidio sionista en Gaza. Pero quedaba pendiente saber qué pasaría el domingo en el balotaje.
Hoy, con los resultados, ratificamos que las mujeres vamos a pelear para no cargar sobre nuestras espaldas ni un ajuste más y para no resignar ni un derecho menos de los que conquistamos con nuestra lucha. Cuando el presidente electo anuncia su política de shock y se divierte enarbolando una motosierra, sabemos que las más perjudicadas seremos, como siempre, nosotras la inmensa mayoría de las mujeres trabajadoras, jóvenes y del pueblo pobre.
Pero si él invoca a las fuerzas del cielo, como bien le contestó Myriam Bregman, nosotras tenemos la fuerza de la lucha. El movimiento de mujeres de Argentina fue un ejemplo internacional denunciando los femicidios con las movilizaciones multitudinarias de NiUnaMenos; transformó la demanda por el aborto legal en una marea de pañuelos verdes que desbordó hacia todo el continente; se sumó a todos los paros internacionales de mujeres cada 8 de marzo de estos últimos años. Y le hizo la primera movilización y huelga al gobierno derechista de Mauricio Macri, cuando la burocracia sindical todavía seguía dándole tregua sin atreverse a convocar a ninguna medida de lucha de la clase trabajadora contra el endeudamiento y sus planes de ajuste que el peronismo le votaba en el Congreso, con el aval de Sergio Massa.
Ese movimiento de mujeres reúne a miles de maestras y profesoras de todo el país que junto con las trabajadoras de los comedores populares sostienen la vida de esas infancias empobrecidas a fuerza de inflación, precarización y pulverización de los salarios de sus familias. También congrega a decenas de miles de jóvenes que dieron pelea en estos largos meses electorales contra los pibes que se identificaban con Milei y los liberales libertarios, defendiendo su pañuelo verde que representa ese mínimo derecho a no morir en la clandestinidad de un aborto inseguro, pero también es un símbolo del derecho a decidirlo todo y a no ser más personas tuteladas. Es un movimiento poderoso, porque cuenta con todas las enfermeras y el personal de Salud que se cubrió de gloria durante las heroicas jornadas de la pandemia, pero a quienes los gobiernos olvidaron rápidamente después de que dejaran su propia salud y hasta su vida, cobrando salarios de miseria, con pluriempleo y sin reconocimiento. Las trabajadoras de casas particulares también son parte de este movimiento, como las obreras textiles, las de la industria alimenticia, las estatales que hoy temen por su futuro laboral, las mujeres de las comunidades originarias que enfrentan el extractivismo y la rapacidad de los grandes capitalistas y los gobiernos que hacen negocios con nuestros bienes comunes y dejan sin agua y sin tierra a los pueblos.
Ese movimiento no va a permitir que la reacción misógina y patriarcal de la ultraderecha, su desprecio por nuestras vidas, nuestras luchas y nuestros derechos, avancen sin encontrar resistencia. Hay que prepararse desde ahora mismo para enfrentar los ataques que prepararan contra las mujeres y todo el pueblo trabajador.
Rechazamos esta situación a la que nos trajo el gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa. Y vamos a salir a las calles a enfrentar lo que viene con Javier Milei que ya corrió a abrazarse con la "casta" política de la derecha, con tal de mostrarse como un buen lacayo de la casta empresaria a la que siempre respondió, asociado a la gran defensora de la casta militar que es su repudiable vicepresidenta Victoria Villarruel.
Todas las agrupaciones feministas, del movimiento de mujeres, los movimientos sociales, centros de estudiantes, comisiones internas, sindicatos, organismos de derechos humanos y organizaciones políticas que luchamos contra la violencia hacia las mujeres, que rechazamos el ajuste y que no vamos a permitir que vengan por nuestros derechos, tenemos un compromiso de honor este 25 de noviembre.
El miércoles 22, volvemos a reunirnos a las 18:00 horas en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) para preparar una gran movilización para el 25N que también forme parte de la acción global feminista contra el genocidio en Gaza.
Te invitamos a sumarte y marchar con Pan y Rosas.