Tras dos años de negociaciones infructíferas, la conducción del Colegio de Profesores decide convocar a un paro indefinido por el pliego de demandas docentes. Para avanzar en nuestras demandas necesitamos de la alianza con los estudiantes y enfrentar en unidad la reforma laboral y los efectos de Aula Segura.
Sábado 25 de mayo de 2019
Por mayoría los asambleístas, participantes de la Asamblea Nacional del gremio docente, definieron el inicio de un Paro Nacional Indefinido del profesorado para exigir una respuesta del Ministerio de Educación y del Gobierno al petitorio gremial presentado en abril de 2018, que incluye demandas como la titularidad de las extensiones horarias, el pago de mención a educadoras de párvulos y diferenciales, el pago de la deuda histórica, la eliminación de las deudas producto de la implementación de los Servicios Locales y el fin de la doble evaluación docente, entre otras.
El 44,77% de los votos de la Asamblea se inclinaron por la opción de Paro Indefinido, el 23,84% votó por un Paro Escalonado y Ascendente, el 12,79% se inclinó por la opción No Paro y sí a otras formas de manifestación y el 12,79% de los dirigentes optó por una Marcha Nacional del Profesorado y con posterioridad a ella evaluar el Paro Nacional.
Un gobierno que rechaza las demandas docentes
Los profesores han sido rechazados por cuarta ocasión consecutiva en lo que va de "negociación" con el gobierno. Y el camino del gobierno en Educación se ha basado en mayor segregación, abandono y represión. El proyecto de admisión segregadora de la Ministra, la deuda previsional que se crea en cada Servicio Local de Educación que se implementa y la campaña contra la juventud y el movimiento estudiantil con Aula Segura lo demuestran. El objetivo del gobierno es desarticular cualquier intento de organización estudiantil. 30 estudiantes dirigentes fueron expulsados bajo el arbitrio de los directores. A su vez el Consejo Nacional de Educación, organismo designado por el gobierno, anunció que eliminará la asignatura de Historia y Educación Física del curriculum afectando con seguridad puestos laborales y el aprendizaje integral de los estudiantes, una medida que se toma a espaldas de las y los profesores, por un organismo que no sabe de educación en aula.
Por un paro nacional indefinido en unidad con los estudiantes: enfrentemos las reformas del gobierno
La convocatoria a un paro nacional de carácter indefinido es un paso en el sentido correcto. Y no podía ser otro tras 2 años de portazos. La conducción de Mario Aguilar (PH), a pocos meses de terminar, decidió girar hacia el paro indefinido tras haberlo evitado durante toda su administración. Repitiendo así el mismo esquema del ex presidente del organismo, Jaime Gajardo (PC): evitar las movilizaciones a cambio de mesas improductivas con el poder Ejecutivo, un lobby parlamentario que termina en donde comienzan los votos de la DC y un control unipersonal de las decisiones que toma el organismo.
Para garantizar que el paro nacional sea de carácter indefinido y vuelva a expresarse la enorme fuerza de las y los profesores, se necesita la convocatoria de asambleas en todos los liceos, colegios, escuelas y jardines, para discutir el pliego de demandas y las medidas del paro indefinido. Un paro controlado por una cúpula tarde o temprano se cae y no consigue mayores resultados. Además, nuestro movimiento, no podrá avanzar si no establece una alianza con el movimiento estudiantil, especialmente para hacer retroceder las expulsiones y conseguir el reintegro de todos los estudiantes expulsados bajo Aula Segura, por ser realizados bajo el arbitrio personal de directores anti-movilizaciones.
Desde Nuestra Clase, agrupación de trabajadores y trabajadoras de la educación, consideramos que un paro contundente sería un gran aliento para que los estudiantes se organicen, para que vuelva el movimiento No+AFP a las calles y para exigir con más fuerza a otros organismos como la CUT y el CONFECH se plieguen a la medida. A su vez consideramos que la educación debe dejar de estar en manos de privados o burocracias municipales. Que los colegios vuelvan al Estado y que los directores sean escogidos por la comunidad escolar, y no designados como hace Felipe Alessandri coordinando acciones violentas con las autoridades del Instituto Nacional como la revisión de mochila y objetos personales a estudiantes de básica y media. A su vez el financiamiento debe ser integral y directo para rescatar a la educación pública del deterioro tras años de desvío de fondos públicos a burocracias municipales o sociedades privadas.
Gabriel Muñoz
Licenciado en Historia