Este 20 de marzo se cumple el 35º aniversario del primer show de una de las bandas más influyentes en la historia del rock nacional en la cancha de Estudiantes de Buenos Aires donde Luca desafió a Pappo y se ganó el respeto del público argentino
Lunes 20 de marzo de 2017 08:57
El aterrizaje de Luca a la Argentina fue el desembarco de nuevos estilos musicales que todavía no se conocían localmente, como el punk rock, el reggae y todos los sonidos surgidos de la new wave inglesa que hervía en Manchester por esos días. Todavía no existía Soda Stereo y Virus recién arrancaba.
La formación original de Sumo fue un reflejo de esa mezcla de estilos que estaban llegando al país: un italiano, una inglesa y tres argentinos. El primer recital de Sumo, con familiares y amigos del barrio como público, fue un caluroso 31 de diciembre de 1981 en el patio de la casa de Hurlingham de Timmy Mckern, amigo de la infancia de Luca y compañero de cuarto en el colegio pupilo inglés donde estudió. También estaba el joven Ricardo Curtet (primera baja de la banda).
La primera convocada para formar Sumo fue Stephanie Nuttall. Luca la había conocido en Londres 1980, mientras ella compartía departamento con Linda (la pareja de Luca en ese momento). Stephanie tocaba la batería en Manicured Noise, una banda oriunda de Manchester que se había formado (como otras tantas) al calor de los Sex Pistols, The Buzzcocks, The Fall y Joy Division.
El bajo y la guitarra quedaron a cargo de dos vecinos de Hurlingham y amigos cercanos que estaban “comenzando” a aprender a tocar: Germán Daffunchio y Alejandro "Bocha" Sokol, sus nombres. Cuando Luca supo que tocaban algo de guitarra los invitó a integrarse a Sumo. Como posteriormente el Bocha comentó en una entrevista:
“Luca me dijo ’Agarrá el bajo’ y yo le hice caso, aunque nunca lo había tocado en mi vida”.
Hay que resaltar que además de ese debut para la familia y amigos, Sumo ya había comenzado en esos días a grabar su primer demo.
El segundo recital de la banda fue el 4 de febrero del 82 en Caroline’s Pub en El Palomar frente a 15 personas. No fue un show importante, pero conocieron a quien sería su futuro manager, Jorge Crespo.
El debut
Viendo el potencial de la banda, Crespo les consiguió su primera presentación importante el 20 marzo en el festival Rock del Sol a la Luna, al cual asistieron alrededor de 20.000 espectadores. En dicho festival tocaron bandas como Riff, Los Violadores, Los Abuelos de la Nada, Orions, Memphis la Blusera y Juan Carlos Baglietto, entre otros.
A Sumo le tocaba justo antes del show principal: Riff. El tiempo de armado de instrumentos entre grupo y grupo era bastante, y antes que saliera Sumo ya se escuchaba a las brigadas metálicas cantar: “¡Y dale, Pappo, dale, dale, Pappo!”. Al rato sube Sumo: Alejandro y Germán toman sus instrumentos, Stephanie se sienta a la batería, y último sube Luca, con el truco de la careta de hippie con rastras que, al sacársela, revela al pelado que hay debajo. “Creo que ayudó el shock que produjo cuando se arrancó la máscara”, dice Timmy. “Nadie subía a tocar pelado en ese momento”.
Luca encaró a la “pesada” de Riff y les dijo, en un castellano cargado de acento italiano:
“¡Para que sepan, Pappo es mi amigo! Y es más: ¡le juego una carrera a Pappo tomando ginebra cuando él quiera!”.
En el campo, en los alambrados, en la popular se hizo un instante de silencio que luego siguió de un estallido de aplausos y risas. El pelado tenía aguante, pasó su primera prueba de fuego con el público argentino.
Dos semana después, la desgastada Junta Militar decide represtigiarse con el plan de recuperar las Islas Malvinas, pensando que los EE. UU. los iban a apoyar contra Inglaterra por haber realizado el genocidio del Plan Cóndor. La campaña de propaganda nacionalista antiinglesa hizo que Stephanie vuelva a Londres. La formación original de Sumo duró seis meses.
Entonces vino el primer cambio: Alejandro pasó a la batería, y un viejo amigo de Hurlingham, Diego Arnedo, se hizo cargo del bajo. Siguieron apareciendo los temas, con el desarrollo de la banda Sokol se tomó un tiempo sabático y entraron Roberto Petinatto, Ricardo Mollo y Alberto Troglio. Llegaron los álbumes exitosos y los estadios Obras repletos. Luca murió 22 de diciembre de 1987 y le abrió la puerta a un mito que sigue vivo en los recitales, en la música de los exmiembros de la banda y en los imitadores de cabeza pelada y anteojos oscuros.