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BEATLEMANÍA. A Hard Day’s Night: una película innovadora

El 6 de julio de 1964 se estrenaba la que sería la primera película protagonizada por el “Cuarteto de Liverpool”. En 1963 habían logrado ser el primer grupo inglés en ser exitosos también en Estados Unidos, lo cual les valió el reconocimiento de la prensa y aumentó lo que los medios comenzaron a llamar la “Beatlemanía".

Óscar Fernández

Óscar Fernández @OscarFdz94

Jueves 6 de julio de 2017

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Hacia 1963 los Beatles ya habían logrado llegar a la fama y se encontraban en la cima del estrellato. Para ese entonces ya habían sido un éxito en Suecia, Francia, Alemania y, desde luego, Inglaterra. En 1963 habían logrado ser el primer grupo inglés en ser exitosos también en Estados Unidos, lo cual les valió el reconocimiento de la prensa y aumentó lo que los medios comenzaron a llamar la “Beatlemanía”.

La idea de una película había sido algo que los mismos integrantes del grupo habían estado demorando; películas de corte musical como The Girl Can’t Help It en la que el gran Little Richard interpreta el tema homónimo de la película, habían sido una importante influencia para que ellos tomaran esa decisión. A principios de 1964 la United Artists (UA) realizó un contrato con Brian Epstein para acordar la filmación.

Alun Owen, que había sido guionista de televisión para el show de Dick Lester en 1955 —y a quien los Beatles también conocían por su forma de retratar la forma de hablar de Liverpool en No Trams to Lime Street¬—, fue escogido para escribir el guión. Owen tuvo que pasar algunas semanas con los muchachos para conocerlos y retratarlos fielmente, y por lo mismo es que acuñó sus “estereotipos”: John era el sarcástico, Paul era el tierno, George era callado, tímido y un poco serio y Ringo era el bromista.

El guion estuvo listo en unas semanas y tuvo que ser improvisado en varias ocasiones, como por ejemplo la escena donde George Harrison termina por accidente en la oficina de un diseñador de modas, la cual fue añadida a petición del mismo George para que tuviera más tiempo en la película. El filme tuvo un rodaje casi secuencial de 16 semanas y fue filmado a partir del 2 de marzo de 1964 en Londres.

Debido a la premura de terminar de rodar y lograr tener la película a tiempo (aunado a las consecuencias de tener que trasladar a la banda en medio de fans histéricos), varios errores se quedaron en la película, como al inicio de la misma, donde se ve claramente que Ringo tropieza y hace caer junto a él a George, o como cuando en la secuencia de If I Fell George se recarga en un amplificador y éste se zafa de su soporte.

El film tenía que estrenarse antes de que salieran a la venta los discos con las canciones del soundtrack de la película, pues, de acuerdo a Bud Ornstein, director de UA en Europa: “lo que perdamos en el film lo recuperaremos en este disco”.

Inclusive el título tuvo que ser hecho con rapidez. Aunque hay discrepancias en su origen, todas las fuentes coinciden en que la frase “a hard day’s night” (traducida como “la noche de un día difícil”) proviene de una frase de Ringo, que al terminar un día de trabajo se recostó en un sillón creyendo que era todavía de día y dijo: “ha sido un día difícil” (it’s been a hard day), pero luego lo corrigió al darse cuenta de que ya había oscurecido, exclamando “¡noche!” (¡night!). La canción fue compuesta al día siguiente e incorporada al inicio del filme.

¿De qué trata la película?

Sería muy fácil escribir un resumen del filme en estas líneas o darle a ésta algún significado. Lo cierto es que ni siquiera sus protagonistas ni realizadores tenían claro de qué iba a tratar.

Al tener la versión final de la película y mostrarla a los productores de United Artists en Los Ángeles durante una cena en casa del productor Harold Mirsch, a la que asistió también el presidente de la UA, la reacción fue de una alegre confusión; Robert Benjamin, quien era otro de los grandes de la UA, dijo tras quedarse la sala en silencio y terminar de ver la película: “no sé de qué trató, pero creo que vamos a hacer mucho dinero con esto”.

Hay muchas formas de ver la película, pero hay dos enfoques que merecen ser resaltados. Por una parte está la lectura que hizo Alun Owen de la vida de los Beatles: éstos eran prisioneros de su propia fama y no pueden disfrutar de bocadillos durante una conferencia de prensa ni salir a la calle porque son perseguidos por sus fans.

Este mundo loco llevó a Owen a incorporar situaciones inverosímiles como que el abuelo de Paul, interpretado por el irlandés Wilfrid Brambell, era un hombre limpio (en referencia a su papel en Steptoe and Son donde se le decía ser “un viejo sucio”) o como que el manager de los Beatles, interpretado por Norman Rossington, le reclamaba al utilero el ser más alto que él.

También se incorporó el humor a lo Liverpool de los Beatles, que se puede observar en la escena de las entrevistas de la prensa:

Periodista: ¿Y cómo encontraron América?
Lennon: Girando a la izquierda en Groenlandia. ¡Ja!

Periodista: ¿Cómo llamas a ese peinado?
Harrison: Arthur.

Periodista: ¿Eres un mod (equivalente al “fashion” de hoy) o un roquero?
(“ Are you a mod or a rocker?)
Ringo: No, soy un bromista. (“No, I’m a mocker)

La otra lectura es una que no suele hacerse, pero que si uno presta atención, sí se puede ver claramente. Esta lectura es la de un choque generacional entre una juventud que quiere y puede hacer lo que se le plazca frente a una generación que no sabe cómo interpelarlos.

La escena del tren es reveladora: un hombre grande, interpretado por Richard Vernon, prefiere leer el periódico mientras los muchachos escuchan rock n’ roll en la radio y les dice que él tiene derecho a imponerse porque “viaja en este tren dos veces a la semana”, reprendiéndoles el usar un tono elevado cuando él “peleó en la guerra por ellos”, a lo que sarcásticamente responde Ringo: “apuesto a que se arrepiente de ganar”.

Otra escena es la ya mencionada cita de Harrison con el diseñador de modas, quien le dice que él tiene que usar unas camisas feas porque son “fab[ulosas] y no sé qué otras hipérboles”. Son los indicios del ambiente juvenil que estallará en 1967 y 68 con el surgimiento de la cultura hippie. A Hard Day’s Night es una película inocente que, sin proponérselo, alude al espectador a rebelarse de una manera amigable y alegre.

El legado de la película

La película fue todo un éxito en EE.UU. e Inglaterra, recaudando más de 20,000 dólares en la primera semana, un récord en aquellos tiempos, fue nominada a dos premios de la Academia (a mejor guión por Alun Owen y a mejor banda sonora por George Martin) y hasta la fecha continúa como una de las películas más emblemáticas de la música.

Sin proponérselo, la película también introdujo la forma de hacer los videos musicales que más tarde serían de hecho reproducidos en MTV. Esta empresa le entregó al director Richard Lester un reconocimiento por ser “el padre de MTV”, a lo que éste respondió con humor: “exijo un análisis de sangre”. Esta manera de hacer videos musicales sería repetida dos años más tarde para los “promos” de “Rain” y “Paperback Writer”, por lo que Harrison diría en las entrevistas del documental “Antología de los Beatles” que “en cierto modo inventamos MTV”.

La influencia de esta película tuvo un impacto en la industria musical y ciertamente moldeó la forma en que hasta nuestros días se genera contenido audiovisual por los músicos de nuestra era, pero también es un producto de su época que se sigue manteniendo fresco. Se pueden notar las expresiones y dilemas que existían en los 1960’s, pero también resaltan aquellos que siguen hasta nuestros días, como la incomprensión de esos viejos hacia la alegría de la juventud. Es indudablemente una joya cinematográfica que merece ser vista más de una vez, y si es posible en la pantalla grande, mejor.


Óscar Fernández

Politólogo - Universidad Iberoamericana

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