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Red Internacional
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Telefonistas. ¿A quién beneficia el paro de filiales que impulsa la dirección del STRM?

Confrontando trabajadores de base con precarios, la dirección del STRM se niega a una política unitaria para enfrentar a la patronal.

Viernes 8 de julio de 2022

¿Simulación o una verdadera lucha?

Desde hace tiempo el Sindicato de Telefonistas ha sufrido distintos ataques por parte de la empresa sin que exista un verdadero plan de lucha para enfrentar cada avance sobre los derechos de la base trabajadora.

La patronal ha avanzado a pasos agigantados con el desmantelamiento de la empresa y paralelamente ha cometido violaciones en contra del CCT.

El número de sindicalizados y la materia de trabajo ha ido disminuyendo con el paso del tiempo. Y lo que continúa siendo vigente dentro del contrato y el estatuto, en los hechos no es respetado, no es una realidad.

La empresa al no encontrar una verdadera oposición que se apueste a defender los derechos de la base telefonista ha avanzado y actuado sin ninguna resistencia.

En vez de esa resistencia lo que existe es una simulación de lucha que Hernández Juárez y la dirección intentan presentar como único camino para la conquista y victoria de las demandas del sindicato.

Resulta muy evidente que las acciones que impulsa la dirección han estado lejanas de enfrentar verdaderamente a la empresa, sino más bien han estado encaminadas a apoyar al patrón Slim y no a los telefonistas, dividiendo la fuerza de los trabajadores del gremio.

La "lucha" ha consistido en apostar todo a métodos legales, a la confianza en el gobierno y sus instituciones, a la buena fe de la empresa, a desgastar y confundir a la base con decenas de prórrogas a los amagos de huelga. Así, el método de la cúpula juarista no es la lucha sino la desmovilización.

Método con el que hasta el día de hoy no se ha conquistado nada, todo lo contrario, la separación y desmantelamiento de TELMEX continúa. Se intenta imponer un paquete accionario a cambio de la jubilación, la terciarización y pérdida de materia de trabajo avanzan, las vacantes se encuentran detenidas y las que pretenden dar no son ni la mitad de las que realmente se deben.

Por si fuera poco, se ha negado a apoyar en los hechos y con acciones a los conflicitos en curso, como la huelga del Sutnotimex que cumplió 28 meses, aún cuando el sindicato forma parte de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).

¿El camino es paralizar a las filiales?

Alrededor de la historia la clase obrera ha desarrollado métodos de lucha y tácticas para enfrentar al patrón y a los grupos de poder.

Dichos métodos han consistido siempre en la unidad obrera, en la hermandad de clase, en la organización colectiva, independiente y democrática de todos los trabajadores. Sin importar la nacionalidad o el gremio es bien sabido que la clase obrera es una y sin fronteras.

La clase obrera unida y organizada representa una fuerza imparable que puede vencer a cualquier patronal.

Si la lucha de cualquier sector de trabajadores triunfa es una victoria para el conjunto de la clase obrera, al igual que pasa con una derrota pues también afecta al conjunto de los trabajadores.

Los patrones, las burocracias sindicales y los grupos de poder también tienen claro lo peligroso y potente que representa que el conjunto de los trabajadores estén unidos y que se organicen. Por ello apuestan siempre a dividir, a confrontar, a crear falsos enemigos con ideas basadas en el color del piel, en la nacionalidad, en el sexo y cultura.

En este caso la apuesta por parte de Slim es evitar que los trabajadores de filiales y sindicalizados se vean entre sí como aliados.

Se crea en los telefonistas la falsa idea de que el enemigo (los trabajadores de filiales) vienen a “quitarles el trabajo”, cuando es la empresa la que está aumentando el número de trabajadores precarizados y sin prestaciones. Un argumento muy similar al que usa la ultra derecha nacionalista en Estados Unidos, en contra de los migrantes latinoamericanos.

En ese sentido la acción de paralizar las filiales representa una completa desviación, ya que mientras los trabajadores de base están ocupados parando filiales y metidos en una rivalidad sin sentido, se olvidan de quién verdaderamente es el causante de los problemas, el patrón, la familia Slim. De paso, se desvirtúa lo que es realmente un paro, que estaría encaminado a afectar las ganancias de la empresa siendo organizado desde la base trabajadora.

Impedir que los trabajadores más precarizados trabajen representa en los hechos atacar el bolsillo de miles de familias que ya de por sí tienen una situación inestable. Parar a las filiales lejos de ser una acción de lucha, es una medida antiobrera pues afecta a los derechos de otros trabajadores y beneficia a la patronal.

Se requiere presionar a la dirección por un verdadero plan de lucha, por asambleas amplias y democráticas en dónde toda la base pueda discutir y organizar lo que pasa en la empresa, y levantar una política que reconozca a los trabajadores de filiales como parte del gremio. En las filiales, es indispensable retomar la organización bajo está perspectiva de independencia y unidad construyendo asambleas de base.

Urge organizarse de manera independiente al gobierno y a las instituciones, haciendo uso de las herramientas de lucha como el paro y la huelga.

Se tiene que hacer real lo planteado por el STRM en distintos comunicados:
¡Sindicalizaciòn de todos los trabajadores de filiales!