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Red Internacional
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Fraude Constitucional. A solo 7 días del plebiscito, en contra sigue arriba y derecha intensifica campaña del miedo

Faltando pocos días para el plebiscito para el 17 de diciembre, en la recta final los partidos tradicionales de lado y lado, intensifican sus campañas por el “a favor” y el “en contra”. El oficialismo juega sus últimas cartas, mientras la derecha juega por la carta del miedo.

Lunes 11 de diciembre de 2023

Tres semanas quedan para fin de año y desde el retorno a la democracia, la agenda pública parece muy alejada de los regalos de navidad o las compras de fin de año. El centro de la tensión está, extrañamente, en la política. Y más raro aún en un debate constitucional totalmente alejado de los problemas estructurales de los sectores más precarizados del país.

Mientras la derecha juega sus cartas para instalar el miedo y la inseguridad con el objetivo de obtener réditos políticos de la denominada “constitución de la seguridad”, el gobierno y los sectores oficialistas se han limitado a “no agitar mucho las aguas” por miedo a que mucho debate público pueda llevar agua al sector del “a favor”

Las encuestas siguen dando una favorable ventaja al “en contra”, el programa 100 Indecisos, de Mega, en todas sus emisiones da por vencedor la misma opción. Pareciera ser una elección corrida, pero con la enorme inestabilidad política que existe en el país es difícil dar por cerrada la elección.

Para la derecha defender la constitución de Kast se ha vuelto particularmente difícil porque está llena de “gustitos” de la ultra derecha que no parece fácil de digerir para un sector importante de la población y particularmente para los trabajadores y los sectores populares.

Los empresarios ya cerraron filas, la Fundación Sol como es tradición ha publicado los principales aportantes a las campañas políticas. Representantes de los sectores más concentrado del capital chileno han puesto millones, gerentes de AFP, Holdings transnacionales, dueños de Isapres o concesionarias portuarias, Luksic mismo, alguien que por años se consideró “cercano” a Bachelet, salió de su “jubilación” para llamar a votar “a favor”.

Si bien durante todo el proceso de debate constitucional, la burguesía mostró dudas de hasta dónde llevar los cambios, hoy se cuadra para obtener “certeza jurídica” y cerrar el “tema constitucional” a su favor.

En el “en contra” conjugan diferentes visiones: desde el oficialismo que busca obtener una “victoria” entre tanta derrota electoral y política, aferrándose al texto de la comisión experta, hasta quienes rechazamos todo este proceso fraudulento armado a espaldas de la clase trabajadora y los sectores populares para beneficiar a los mismos de siempre.

Hasta ahora los grandes ausentes del debate siguen siendo las organizaciones sociales como los sindicatos, estudiantiles o del movimiento de mujeres.

Solo a última hora la coordinadora 8M discutió levantar una campaña por el “en contra” pero se niega a poner la posibilidad de organizar el próximo encuentro de mujeres en la perspectiva de enfrentar a la derecha.

La CUT a última hora envía comunicados para hacer campaña por el “en contra” pero sin convocar a movilizaciones o una campaña seria para frenar el avance de la derecha.

El movimiento estudiantil, otrora principal opositor político y un importante actor social, hoy pareciera estar inmerso en una dinámica despolitizada y ajena a lo que está pasando en el país.

El factor común a todo esto, son sus direcciones, a la cabeza de estas organizaciones están desde el PC al Frente Amplio y sectores de Socialismo Democrático, partidos que mantienen en la total pasividad y desorganización a quienes tienen la fuerza para hacer retroceder a la derecha y los empresarios como se demostró durante la rebelión del 2019.

Pero la responsabilidad de las direcciones de mantener la pasividad no les cabe solo en estos espacios de organización, sino también que desde el gobierno, han sacado adelante todas las políticas que la propia derecha nunca logró aprobar.

Desde la militarización permanente del Wallmapu hasta las más de 30 leyes aprobadas en materia de seguridad y fortalecimiento de las policías. El gobierno pasó de ser el gobierno de las “transformaciones” al gobierno del “fortalecimiento de represión”, le están haciendo un gran favor al próximo gobierno.

No por nada la derecha intensifica su campaña con el “chile tiene miedo”, una versión gore de la franja donde se observan dramatizaciones de crímenes que han ocurrido los últimos meses, los diarios titulan “Alza en la contratación de autosblindados y escoltas”, o la TV entrevista a los alcaldes de La Reina y La Florida que pretender contratar a ex-militares y policias para armar “bandas” de patrullaje en perspectiva de organizar a una nueva versión de los “chalecos amarillos” del 2019.

Ya hemos dicho en estas mismas páginas que el problema de la seguridad, delincuencia y narcotráfico no es un problema fácil de solucionar si no se atacan los cimientos estructurales que la reproducen, no es posible en avanzar a romper con los ciclos de la delincuencia si no se atacan los fundamentos capitalistas de una sociedad individualizante y donde prima el “sálvese quien pueda”.

Pero también estamos conscientes de que sin fortalecer la organización de los trabajadores, las mujeres y la juventud, sin proponer un plan para conquistar populares a través de la lucha y la movilización, difícilmente se avanzará a través de un proceso constitucional fraudulento o reformas a la constitución de Lagos/Pinochet.

Por eso mismo hay que partir por rechazar esta constitución votando “en contra” este domingo 17, pero también hay que seguir planteando la lucha por el fin de las AFP, la renacionalización de los recursos naturales para financiar educación, salud y viviendas gratuitas y de calidad para la clase trabajadora y los sectores populares. Hay que terminar con la represión, y exigir la derogación de las leyes de gatillo fácil, el juicio y el castigo para los responsables de las violaciones a los ddhh durante la rebelión y la libertad para los presos políticos y el término de las causas contra quienes se movilizaron durante el 2019.