La Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) lanzó una advertencia a los partidos: si no apoyan reforma migratoria encaminada a ciudadanía, pagarán un costo político.
Jueves 21 de mayo de 2015
Esta central sindical además dio su apoyo a las medidas ejecutivas propuestas por Barack Obama.
El posicionamiento de la AFL-CIO fue hecho público el pasado 18 de mayo, un día antes de la fecha en que se implementaría la Acción Diferida para Padres de Ciudadanos Estadounidenses y de Residentes Permanentes Legales (DAPA, en inglés), frenada por el juez Hannen en Texas luego de la demanda presentada en febrero pasado por 27 estados.
Como señalamos en anteriores artículos, las acciones ejecutivas impulsadas por el presidente estadounidense pueden dar cierto alivio a un sector de los migrantes indocumentados –suspensión de las deportaciones y permiso de tres años para trabajar, renovable a su vencimiento-, pero más de 6 millones seguirán con la espada de Damocles pendiendo sobre sus cabezas, en peligro de ser deportados.
Según se informa en Univision “Los candidatos deben estar preparados. No nos van a engañar. Si pasa la primera vez es culpa de ellos, si pasa una segunda es culpa de nosotros, pero eso no va a pasar en el 2016”, advirtió aquí Esther López, vicepresidenta ejecutiva del Sindicato de Trabajadores Comerciales y de Alimentos (UFCW).
Es histórica la alineación de la AFL-CIO con el partido demócrata. Ante las propuestas de Hillary Clinton de llevar a cabo la reforma migratoria si llega a la presidencia, la central estadounidense alza su voz y se pone “exigente” con los precandidatos.
Pero, lamentablemente, durante las dos gestiones de Barack Obama no hizo hacer sentir su peso con acciones de lucha por la reforma que tantas veces prometiera el presidente estadounidense.
Avaló, en los hechos, la precarización laboral y la violencia racial impuesta a los migrantes, factores ambos que ubican a la multiétinica clase obrera estadounidense en peores condiciones para enfrentar los ataques de los empresarios y el gobierno para que los sectores populares paguen los costos de la crisis.
Más que advertencias a los partidos del establishment estadounidense, son necesarias movilizaciones masivas de trabajadores y jóvenes en todo el país para imponer plenos derechos políticos, sindicales y sociales a todos los migrantes, sin excepción.
Acciones por los derechos de los migrantes
El pasado 19 de mayo salieron a las calles migrantes y activistas en distintas ciudades de Estados Unidos para exigirle a la corte de apelaciones de Nueva Orleans que apruebe la implementación de las medidas ejecutivas de Obama.
En Austin, Seattle, Nueva York, Miami y Baltimore, entre otras ciudades, se realizaron reuniones informativas, marchas, plantones y visitas a distintos congresistas y funcionarios locales para pedirles que apoyen la puesta en marcha de la extensión de la DAPA y de la DACA (Acción Diferida de los dreamers).
Asimismo, se anunció una campaña de boicot contra las empresas que financian las campañas de los políticos antiinmigrantes.
Esta jornada demostró que el movimiento migrante, que se hizo sentir en las movilizaciones solidarias por Ayotzinapa, en el movimiento #BlackLivesMatter, en el apoyo a los jornaleros de San Quintín y en la campaña por el alza del salario mínimo a 15 dólares la hora está vivo.
Tras Ferguson y Baltimore, un nuevo estado de ánimo recorre las calles del gigante del norte.
