En medio de una discusión por la paridad de género en los sindicatos, de cara a las próximas elecciones del sector, el cotitular de la CGT y Secretario General del Sindicato Obreros de Estaciones de Servicio, Garages y playas de estacionamiento (SOESGyPE), se despachó con declaraciones misóginas.
Martes 7 de septiembre de 2021 20:47
“Las mujeres no tienen vocación para liderar sindicatos", afirmó sin tapujos Carlos Acuña en declaraciones radiales, y continuó su discurso. Continuó hablando, así como si nada. Como si lo dejáramos pasar, como si las mujeres no tuviésemos mucho para decir y denunciar, de su frase y de todo lo que esconde.
¿Esa gran mujer detrás del hombre?
Empecemos por conocerlo: el cotitular de la CGT viene recorriendo un largo camino en el ámbito del sindicalismo y la política sucia. Oriundo de Chaco, se supo codear con los personajes más nefastos en la era del menemismo, con el padrinazgo de otro de los suyos: Luis Barrionuevo, escalando hasta llegar a la cúpula sindical. Se valió el mote de hombre invisible, no solo por su forma de escalar, “en las tinieblas”, sino también por su accionar frente a los trabajadores que dice representar.
Pero hay más. Está casado hace más de 40 años con Blanca Cantero ¿Suena su nombre? Seguramente. Es la intendenta de Presidente Perón, y a juzgar por su carrera, sus acciones y su patrimonio, no parece ser por vocación. Es una de las responsables políticas del violento desalojo a las familias de Guernica en la madrugada del 29 de octubre del 2020, en el marco de un operativo con 4.000 policías. Muchos palos, gases y topadoras: esa fue la respuesta para resolver el problema habitacional del Gobierno de Axel. Obviamente Berni al mando luciéndose, con el acuerdo gustoso de la Señora intendenta, que se cansó de hacer declaraciones estigmatizando a las familias que luchaban por sus derechos más elementales.
Como broche de oro, y como contraste con el dolor de las familias a las que les pasaron las topadoras por encima, es oportuno comentar que, en el 2018, siendo Cantero diputada, fue ubicada como la novena más rica entre los 92 que declararon su patrimonio. Evidentemente, Acuña y Cantero han hecho un excelente equipo político, cuando de ascender, enriquecerse y traicionar a quienes deben representar se trata.
¿Entonces… se trata de vocación?
Efectivamente, a pesar de que desde el año 2003 rige la ley del Cupo Sindical Femenino, la realidad es que actualmente en el Consejo Directivo de la CGT hay 35 cargos, y solo uno de ellos es ocupado por una mujer. Y, no casualmente, se trata de la representante de los trabajadores de la moda e imagen publicitaria. Más que de vocación, se trata de los lugares a los que históricamente es relegada la mujer en la sociedad, a pesar de todos los derechos que han sido conquistados, con lucha y organización. Y más aún, se trata del lugar que ocupan las mujeres trabajadoras, que esta gente dice representar, y que ahora utiliza para hacer una deplorable lavada de cara.
Las mujeres que salen a trabajar, lo hacen en peores condiciones y con salarios más bajos. Según cifras oficiales, cuando se comparan todos los niveles salariales, y no hay un grado de calificación, se registra que las mujeres ganan 32,3% menos que los varones. A eso se le suma la sobrecarga de tareas en el hogar, y en el cuidado de hijos a cargo.
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La lista sigue, y la discusión podría profundizarse, pero lo que es claro y cierto es que las mujeres trabajadoras nos encontramos en peores condiciones objetivas para acceder a puestos relevantes. Si además se le suma que esos puestos sean aquellos en los que nos encontramos defendiendo nuestros derechos y demandas como trabajadoras, contra toda una burocracia sindical que lo obstruye, el panorama es por demás desfavorable.
Sin embargo, las mujeres sacamos lecciones. Formamos parte de un movimiento que se organiza y cobra fuerza, contra los gobiernos, la iglesia, las cúpulas sindicales traidoras y todos aquellos sectores del poder que buscan frenar nuestros derechos. Por eso tienen que aclarar y poner sobre la mesa de la discusión cuanto participamos y porque.
La discusión de fondo es el rol que ocupa la CGT dejando pasar políticas de ajuste que perjudican a toda la clase trabajadora, en especial en el sector de las mujeres y diversidades, cuando unos pocos se enriquecen a nuestras costillas. La equiparación de género en los sindicatos, debe estar intrínsecamente relacionada a una representación real de todos estos sectores y los avances de las mujeres en puestos jerárquicos deben ir en función de ello.
No queremos Blancas Cantero que escalen en puestos políticos o sindicales para reventar a las mujeres trabajadoras. Queremos sindicatos clasistas que pongan al frente nuestras demandas, y luchen por ellas. Tenemos grandes ejemplos de mujeres que, desde el sindicalismo combativo, se vuelven verdaderas referentes de la lucha de las y los laburantes: Luana Simioni (Delegada General de la junta interna ATE/IOMA) Lorena Timko (Secretaria General ATE, Ministerio de Desarrollo de la Comunidad PBA), Nathalia Gonzalez Seligra (Dirigente Suteba La Matanza) Romina del Pla (Dirigente Suteba La Matanza), por solo nombrar algunas, todas ellas además candidatas en las listas del Frente de Izquierda Unidad.
No se trata de no tener vocación para “estar”, se trata de todo ello contra lo que tenemos que luchar. Se trata de que sigamos organizándonos contra toda esta gente, por recuperar los sindicatos, para las y los trabajadores, nockear a las castas y los privilegios.