La industria de la telefonía creó una nueva maquina. ¿Un montaje maquínico del capitalismo?
Viernes 27 de octubre de 2017
Es perturbadora la cantidad de veces que vemos el celular. En un estudio de “Latnia” fabricante de software los usuarios de celular y telefonía movil con o sin acceso a internet ven más de 150 veces al día el “black mirror”.
Además, el 87 % de los usuarios tiene su teléfono móvil a menos de un metro de distancia las 24 horas del día. En dato más escalofriante, también lo requiere tener cerca incluso cuando está en el estado onírico: dormido.
Es muy común ver por la calle a personas distraídas en las grandes urbes caminando mientras sostienen la mirada a su dispositivo movil. Parece que están como sonámbulos.
En algunas ciudades de Estados Unidos la dependencia es tal que se puede multar a quienes sean sorprendidos caminando mirando al celular. El ejemplo: condado de San Mateo, en California es considerada una ley pionera sobre la dependencia al celular. Es más común que estés mirando un “black mirror” que estés paseando por el bosque. Si sumamos al crecimiento de las grandes urbes: no queda paisaje bucólico en el que podamos ejercer la melancolía de la contemplación de la naturaleza.
Todo cambió con el dispositivo movil. Es más común asistir a cenas familiares, reuniones en cafés y bares con amigos y ver que las personas prefieren ver el celular que convivir. Transformó la subjetividad: de las selfies, de nuestra relación con el afuera, los individuos e incluso de nuestro cuerpo.
Ganan las grandes compañías capitalistas
Primero debemos decir que el fenómeno de dependencia a mirar el celular es una gran industria. Algunos analistas consideran que a nivel mundial, los smartphones llegarán al 90% de la población en un período en más o menos 6 años. Tener un teléfono movil con internet y redes sociales es tan sencillo como endeudarse.
AT&T subió sus ganancias el 14.7% en este segundo trimestre de 2017. 3,900 millones de dólares que el trimestre anterior. De seguir así el año será de un crecimiento del 80% total.
Telcel de Slim en México domina el 70% del mercado. Gana más de 2 mil 392 millones de pesos por trimestre. Un puñados son las grandes firmas que ganan con nuestra adicción al celular y a las redes sociales además de Marck Zuckerberg. America Mobil Group,Verizon Wireless, China Mobile.
La adicción a mirar el celular ha generado problemas en el sujeto
Aislamiento, ausencia y vigilancia. Según la Sociedad Real de Salud Pública (RSPH, por sus siglas en inglés) el efecto del uso del celular es nocivo genera ansiedad, nerviosismo y disciplinamiento. Facebook, Twitter, Instagram, Tinder y Watsapp son los motivos de la encuesta de 2017.
Según sus resultados todas ellas afectaron la calidad del sueño, la imagen corporal, el sentimiento de estar perdiéndose algo y la sensación de no ser dueño enteramente de tu tiempo. Básicamente todo el mundo sabe donde estás y tu no estás en ningún lugar.
Es tan adictivo como la heroína. Lo sabe Marck Renton en Trainspotting 2. Si ustedes recuerdan el primer filme, Renton es adicto a la heroína y dedica el monólogo de Irvine Welsh “elige vivir” y en su segunda entrega lo actualiza: “elige la vida. Elige Facebook, Twitter, Instagram y reza por que a alguien, en alguna parte, le importe... Elige desenterrar viejas relaciones, deseando que las cosas hubieran sido diferentes. Elige ver cómo la historia se repite. Elige tu futuro. (…) Y luego... intenta respirar profundamente... Eres un adicto, así que sé adicto. Sólo sé adicto a algo más. Elige a los que quieres. Elige tu futuro. Elige la vida.”
Montaje maquínico capitalista
Es una rara definición. Pero me aventuro a usarla. Fue Felix Guattari quien habló, de un modo para mi profético, sobre la forma en la que el capitalismo requiere de ir construyendo nuevos mecanismos de opresión. Según Revolución Molecular el individuo en el capitalismo desarrollado es moldeado por su relación con la maquina.
En el capitalismo, recuperando las tesis de Marx en los Grundisse, el ser, el individuo está convertido en un órgano más de la máquina capitalista. Esto fue desarrollado por otros teórico en el caso de las transformaciones subjetivas que causaba la industria en Itala (el operaísmo) y se reduce a la idea de Marx “el hombre es una apéndice de la maquina”, un órgano, que sólo cumple una función.
De ahí que pase que nuestros ojos, dedos y mente sin la intervención de la conciencia estén integrados a la máquina. Es un montaje al sujeto real, pero no deja de ser una máquina que disciplina.
El obrero de la maquila disciplina su cuerpo, sueño, modo de comer, de movimiento de ojos, cuerpo, manos, brazos y la máquina re modela al individuo. Lo que cuentan los trabajadores de la maquila es que lo más difícil de su trabajo es acomodar el cuerpo a la disciplina de la máquina: el trabajo reiterativo, enajenado, ininterrumpido, alienado es algo más que explotación de la fuerza del trabajo es disciplinamiento del cuerpo del obrero: nervios, tendones, mirada, músculos.
El celular es una máquina montada en el ser, pero igual de enajenante: disciplina nuestro cuerpo, nervios, manos a mirarle ansiosamente 150 veces por día. ¿Qué nos queda? Usar estos montajes maquínicos al servicio de cambiar el mundo.
Los movimientos juveniles de 2011 fueron pioneros en este sentido. Usaron la técnica al servicio de la movilización: del 15M al #YoSoy132.
