Un 16 de marzo de 1996, The Ramones elegía ponerle fin a su carrera de más de 20 años con un concierto en el estadio de River Plate. Compartimos las reflexiones de Ricardo Baeza: "Para nosotros iba a ser la ultima velada con ellos" cuenta.
Martes 16 de marzo de 2021 21:37
Corría el año 1996 los ecos de esa declaración de Johnny aún sonaban en nuestros oídos. Los Ramones -porque acá eran Los Ramones- sacaban su último disco e iban a dar su póstuma gira llamados Adiós Amigos. En la Argentina se vivía una Ramomesmanía que no se daba en ninguna parte del planeta. Todo aquel que formaba una banda quería sonar como ellos. Nos vestíamos como ellos. La ultima cita iba a ser en Argentina aunque cuestiones de dinero hicieron que no fuera así. No importaba. Para nosotros iba a ser la ultima velada con ellos. Y punto. Revueltos por entradas canjeados con tacitas, piedrazos en pleno Florida y Lavalle y la transmisión en directo. Si si, en vivo y en directo desde la cancha de River Plate por parte de TELEFE hicieron de ese recital algo único en la previa.
Los invitados no se quedaron atrás de tremenda jornada. Representando esa segunda oleada del punk argento pasaron Superuva, Dos Minutos y Attaque 77. Luego llegaron los Die Toten Hosen que con un show épico nos hicieron pensar que la posta que dejarían los Ramones la tomarían ellos. Después Iggy Pop. Que decir de uno de los padrinos del punk. Un show enorme.
Pero llego el plato fuerte. La intro del bueno, el malo y el feo solo hizo que un estadio repleto gritara Ramooonessss, hasta que el One, two, three four de C.Jay hizo que ese estadio estallara. Como una vez dijo el gran Ruso Verea, cuando empezaban a tocar parecía que en el piso se prendían hornallas y la gente no podía parar de saltar.
Después de Psychotheraphy Joey nos miró y casi como haciéndonos un mimo para que esa noche no sea tan triste, nos dijo "Don’t cry for me Argentina", la fiesta empezó. Vino Blitzkrieg Bop y nunca en mi vida vi tanta gente gritar con el puño en alto como ese Hey Ho Lets Go!
Pasaron los clásicos y algunos del último disco en un poco más de una hora. Have you ever seen the Rain de los Creedence fue la última canción que sonó. Se terminó.
Era mirar a los costados y ver como alguno se agarraba la cabeza. Otros se abrazaban. Otros llorábamos. Si llorábamos. La banda de sonido de nuestras vidas se iba para no volver. Pero, en la vida a veces y esta fue una de ellas las despedidas no son un final. No son el fin de una relación sino que aunque parezca paradójico esa despedida solo hace que esa unión sea eterna. Inquebrantable. Única.
Un adiós . Adiós amigos.