×
×
Red Internacional
lid bot

TESTIMONIO IMPRESCINDIBLE. Adriana Calvo, una vida dedicada a la lucha contra la impunidad

Este martes su testimonio se escuchará durante la tercera audiencia del Juicio unificado por los crímenes de lesa humanidad perpetrados en el Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes e Infierno. El recuerdo de una luchadora imprescindible.

Lunes 9 de noviembre de 2020 21:57

Su testimonio se escuchará grabado junto al de Cristina Gioglio. Ambas estuvieron secuestradas en varios centros clandestinos de detención del “Circuito Camps” dependientes de la maldita policía de la Provincia de Buenos Aires.

Sus declaraciones como querellante en el Circuito Camps, servirán y serán una pieza importantísima para el juicio que comenzó este 27 de octubre, en el cual también se habían constituido como querellantes, pero lamentablemente la lentitud con la que los procesos están llegan a juicio hizo que las compañeras no pudieran estar para declarar.

Podés leer: Juicio Unificado: este martes se escucharán las voces de Adriana Calvo y María Cristina Gioglio

Adriana Calvo fue la primera sobreviviente en declarar en el Juicio a las Juntas el 29 de abril de 1985. “Señor presidente - le dijo al juez Guillermo Ledesma -, el día que parí a mi hija en el patrullero en el que me trasladaban de la comisaría 5ta de La Plata al Pozo de Banfield hice la promesa que, si mi beba vivía y yo vivía, iba a luchar todos los días de mi vida para que se hiciera justicia”. Así lo hizo hasta el último día de su vida, el 12 de diciembre de 2010.

Dio testimonio siempre. Declaró en la primera audiencia del año 2000 del Juicio por la Verdad.

Al día siguiente de su liberación, ella y su marido empezaron a avisar a las familias de quienes compartieron cautiverio. Entre ambos llamaron a no menos de 50 familias. Cuando la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CoNaDeP) empezaba a recolectar los testimonios y a visitar los centros clandestinos. Adriana fue una de las tres sobrevivientes que participó del programa Nunca Más antes de que se presentara el informe. Ahí conoció a Jorge Watts, sobreviviente de Vesubio, que la convocó a reunirse. Era el embrión de la AEDD (Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos), que se presentó en sociedad a finales de octubre de 1984.

Años después, sería una de las fundadoras del colectivo Memoria, Verdad y Justicia, espacio de organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y políticas que al día de hoy se mantiene como un gran colectivo de lucha, independiente del Estado y los gobiernos.

Juicios todos los genocidas por todos los compañeros y compañeras

La noche de 21 de agosto de 2003, en la Plaza Congreso, Adriana junto centenares de militantes de derechos humanos, sobrevivientes y familiares desaparecidos festejábamos la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, producto de años de lucha. Esa noche, Adriana le dijo a Myriam Bregman, que luego sería una de las abogadas querellantes en numerosos juicios de lesa humanidad, que iban a “tener que organizarse y necesitar abogados porque las querellas iban a ser tantas que vamos a tener que llevarlas con carritos por Tribunales”. Fue entonces también una de las principales gestoras del Colectivo Justicia Ya! que actuaría como gran querella en los juicios de lesa humanidad.

Adriana Calvo fue una militante íntegra, apasionada, minuciosa, alegre, con una energía arrolladora. Nada la detenía, siempre iba por más. Aprendió a hacer escritos, a hacer parte del trabajo de les abogades. Puso al hombro un trabajo titánico de investigación de investigación y recolección de datos para dar con todos los genocidas y llevarlos al banquillo de los acusados. Fue pionera en plantear que la figura de genocidio debía imponerse en los juicios y que las condenas a los represores de la dictadura cívico-militar-eclesiástica sean, justamente, por genocidio. En eso se basaron muchos de los alegatos de Justicia Ya.

No la detuvieron las amenazas posteriores a su cautiverio ni las que recibió después de la segunda desaparición de Jorge Julio López, quien había declarado en el juicio contra Miguel Osvaldo Etchecolatz al igual que ella y por quien estuvo al frente de la lucha por su aparición con vida, denunciando desde el primer momento que era víctima de un secuestro.

Fue la primera en señalar, cuando Julio no llegaba a la audiencia, “López está desaparecido”. Y se puso al frente, como siempre lo hacía, de la lucha por su aparición con vida y el castigo a los culpables
Denunció incansablemente todas las maniobras de encubrimiento de todos los estamentos del Estado.

Leé también: Adriana Calvo: la primera que dijo que Julio López estaba desaparecido

“Para Adriana no había causas perdidas, había causas abandonadas”

En la universidad luchó por los derechos de todas las trabajadoras y los trabajadores, por la educación pública y gratuita. Estimulaba a les jóvenes tanto en la ciencia como en la lucha.

Un compañero de trabajo de la Facultad de Ingeniería en el homenaje que le realizaron en marzo de 2011 sostuvo: “Adriana tenía el don mágico de cambiar la vida y el pensamiento allí donde ella pasara. Todo el que la conoció veía una persona muy especial. Para Adriana no había causas perdidas, había causas abandonadas”.

En ese mismo homenaje Cachito Fukman expresó: “Adriana formó parte de una generación que fueron formados para ser brillantes y pusieron todo lo que tenían para construir ese país sin explotados ni explotadores, para construir ese país de hombres y mujeres libres, para construir el socialismo. El mejor homenaje que le podemos hacer a Adriana es levantar sus banderas en la práctica cotidiana”.

Adriana luchó contra la impunidad y denunció que a pesar de la apertura de los juicios de lesa humanidad, éstos eran a cuenta gotas, que se acababa por meter presos a un puñado de genocidas emblemáticos y que al ritmo que se desarrollan iba a imperar la “impunidad biológica”. Siempre señaló que debían ser por circuito represivo, “por todos los compañeros y por todos los genocidas”.
Su lucha trascendió el juicio y castigo a los culpables del genocidio de la dictadura.

Este martes 27 de octubre comienza el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos...

Publicada por Myriam Bregman en Lunes, 26 de octubre de 2020

Siempre acompañó y estuvo al frente de la lucha en todos los lugares donde se reclamaba la intervención de los organismos de derechos humanos independientes, apoyando trabajadoras y trabajadores, estudiantes, víctimas de gatillo fácil. Nunca negoció, nunca se dejó llevar por los cantos de sirena del Estado y de los gobiernos que quisieron domesticar, y clausurar la pelea no solo por encarcelar a todos y cada uno de los genocidas sino las violaciones a las libertades democráticas a manos de gobiernos que se reclamaban defensores de los derechos humanos.

Denunció la responsabilidad del gobierno kirchnerista en garantizar la impunidad de los responsables de los asesinatos de Maximiliamo Kosteki y Darío Santillán, Carlos Fuentealba, Luciano Arruga, entre otros.

Ya con su salud debilitada estuvo al frente también del reclamo por el esclarecimiento del crimen político del joven militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra, denunciando la tercerización de la violencia del estado a manos de las patotas sindicales al servicio del poder, de las patronales y de las tercerizadas.

Esa vida dedicada a la lucha contra la impunidad, sigue hoy dando testimonio, traspasando todas las barreras posibles. Hacemos nuestro, en cada juicio, en cada lucha, su convicción de no abandonar la pelea por encarcelar a todos los genocidas y sus cómplices, por todos los compañeros y compañeras desaparecidas.

Este martes, acompañá la audiencia que se transmitirá en vivo desde La Izquierda Diario.