Más de 70 representantes de doce ciudades participaron de la conferencia “Juventud contra racismo” en un centro juvenil de Berlín. Preparan una huelga nacional estudiantil contra el racismo para el 27 de abril.
Martes 23 de febrero de 2016
Asambleas regionales estudiantiles de Berlín, Múnich, Bonn, Frankfurt, Dresde, Bremerhaven, Potsdam, refugiados militantes, grupos juveniles de izquierda y varios trabajadores; todos ellos se reunieron el sábado y domingo pasado para discutir sobre el racismo en el sistema educativo, la unidad de refugiados y estudiantes, las guerras imperialistas como causas de la huida de millones de personas y la necesidad de dotar de una organización sindical a los refugiados. Al final de discusiones muy fructíferas se llegó a la resolución de convocar y organizar una huelga estudiantil nacional el 27 de abril.
Baran Serhad, militante de Armas de la Crítica (WdK) de Múnich, remarcó al inicio de la conferencia que “hoy es posible organizar un fuerte movimiento de jóvenes activistas que luchen junto con los refugiados por igualdad de derechos y que puede ganar a la clase obrera para este combate.”
También participaron de la conferencia varios obreros, como un trabajador del metro de Berlín integrante de la agrupación de base ver.di AKTIV o un profesor del sindicato GEW que está en un conflicto laboral con el senado berlinés.
Uno de los refugiados presentes dijo: “Desde la ocupación de la sede sindical en Múnich en el 2013 está claro que los sindicatos tienen que apoyar y organizar las luchas de la parte más oprimida de la clase trabajadora. Es más urgente que nunca luchar contra la precarización y las deportaciones.”
En ese sentido se votó apoyar la lucha de los profesores de Berlín que el próximo mes organizarán huelgas de advertencia. “Si apoyamos la lucha de los profesores, ellos tendrán más razones para apoyar la nuestra”, enfatizó Tabea, una estudiante secundaria del colegio Jane-Addams. Por eso es importante que los sindicatos reciban a los refugiados, creando la unidad entre los trabajadores, en vez de declaraciones simbólicas de solidaridad.
Otro punto de discusión fue la necesidad de organizarse para que los movimientos y partidos derechistas no puedan llegar a los colegios. Ellos atacan directamente a los estudiantes migrantes y a los que participan de iniciativas solidarias como las “clases de bienvenida” a los refugiados. “Es bueno si la directiva del colegio no da espacios a partidos derechistas, pero es aún mejor si la resistencia a estos partidos se discute y organiza desde los estudiantes”, afirmó Willy de la organización juvenil Revolution.
La clave para la organización de la huelga estudiantil son los grupos de base de los diferentes colegios y universidades que discuten y convencen a sus compañeros para participar – mediante acciones, asambleas generales, charlas o volantes. “La huelga estudiantil nacional no es solo una movilización aislada, sino que tiene que ser el primer paso hacia un movimiento juvenil contra el racismo”, dijo otra estudiante. Para esto es necesario que el movimiento eche raíces en los lugares de estudio, colegios y universidades.
Otro desafío para la izquierda y la juventud en Alemania es “enfrentarse a la guerra con un programa y acciones militantes, como en su época lo hizo la juventud contra la guerra de Vietnam”, como subrayó el refugiado y activista Turgay Ulu.
En la conferencia hubo muchas discusiones, con algunos que planteaban que había que “bajar” las demandas para llegar a más gente, pero la mayoría decidió que en la situación actual no es posible tener actitudes conservadoras. El avance de la derecha hay que enfrentarlo construyendo un gran movimiento antiracista y antiimperialista. La huelga nacional del 27 de abril puede ser un gran paso en este sentido.
