En otra muestra del absoluto abandono y desconsideración que tiene este gigante de la logística por sus trabajadorxs, mandó en taxi al hospital a uno de los trabajadores cuando se sospechaba que podía estar sufriendo un ictus, tras negarse a llamar a los servicios de emergencia.
Jueves 29 de junio de 2023
Unos 40 minutos después de empezar su jornada laboral como personal de planta en el centro logístico de Corvera (Murcia), Juan José Sánchez, de 43 años, comenzó a tener molestias en la parte izquierda del cuerpo. Es trasladado directamente a enfermería -donde no tienen médico, ya que dimitió hace pocos meses- y Amazon decide no llamar a los servicios de emergencia. “Lo montan en una silla y lo llevan a la calle, como un perro. Después llaman a un taxi y se va solo al hospital”, comenta el padre de Sánchez a eldiario.es.
Los argumentos por parte de la empresa para tomar esta decisión son que Sánchez “tenía las vitales estables” y un descarado: “La empresa no tiene evidencias de que el evento esté relacionado con la actividad laboral”. Comenta el padre de Sánchez también que el día anterior su hijo había tenido que tomar medicación para el dolor ya que tuvo que trasladar unos palés con una transpaleta manual. Pero vamos, para empresas como Amazon parece que a menos de que se te caiga un palé encima, no es un accidente laboral.
De acuerdo con el delegado de CGT en Amazon, Alfonso Martínez, la empresa no siguió el protocolo habitual para este tipo de situaciones. “Deberían haber llamado al delegado de prevención, en su lugar lo mandaron directamente a enfermería. No tenemos ni médico”, comenta Martínez. De acuerdo con el delegado, la inspección de Trabajo ya había recordado a Amazon que debían llamar a un delegado de prevención en caso de un accidente laboral, pero que no lo han implementado porque a la empresa se le dio un mes de plazo para aplicar esta medida, tiempo que aún no ha pasado.
A pesar de los “signos vitales estables” que argumentó la empresa, cuando Sánchez llegó al hospital tuvo que ser operado de urgencia por una hernia discal entre dos vértebras. Sus familiares, además, no descubren que está ingresado en el hospital hasta las 23:00, 6 horas después de su ingreso: “Nadie nos avisó”, comenta su padre.
Han pasado casi dos semanas y a Sánchez todavía no se le ha dado el certificado de baja por accidente laboral. Desde varios sindicatos de la empresa se ha denunciado que Amazon no ha presentado el volante de asistencia médica ni los informes médicos.
Lo único que se ha publicado es el informe del caso (5 días después), donde la empresa argumenta descaradamente que “el trabajador refiere que no ha realizado ningún sobreesfuerzo” ni “cogido artículos de gran volumen ni de peso mayor”, lo que les hace descartar que el accidente haya tenido que ver con la actividad laboral. Sin embargo, el parte de urgencias del hospital confirma que la lesión sí tuvo que ver con el trabajo, donde reza que Sánchez tenía cervicalgia desde el día anterior tras someterse a un sobrepeso.
En una reunión entre la empresa y los delegados sindicales del Comité de Seguridad y Salud, estos últimos abandonaron la sala de forma unánime cuando le preguntaron a la empresa si volvería actuar de la misma manera, y contestaron que sí. Además, comenta uno de los delegados, la empresa justificó su decisión en que “el taxi corre más” que la ambulancia, como si ya la broma no fuera suficiente.
No es noticia nueva para nadie el tipo de empresa que es Amazon ni la manera en que trata a sus trabajadores. Ya no es solo los sueldos precarios y las largas jornadas de trabajo sino además cosas como esta, donde nos damos cuenta que la empresa busca hacer siempre lo mínimo posible (y a veces ni eso) en cuanto al bienestar de lxs trabajadorxs.
Pero tampoco es un caso aislado. Hace menos de dos semanas conocíamos la noticia sobre una trabajadora de telemarketing que murió en su puesto de trabajo y sus compañeras fueron obligadas a seguir trabajando. Para las empresas, la vida de sus trabajadorxs vale poco con tal de no alterar el ritmo que permite seguir la explotación para continuar extrayendo beneficios a nuestra costa.
La historia ha demostrado que es con la lucha de clases, con la clase trabajadora organizada al frente, que se puede hacer frente a esto. Las luchas de trabajadorxs en Telepizza, Inditex, el SAD, y del mismo Amazon en distintas partes de la geografía son la viva prueba de esto.
Reivindicamos todos los ejemplos de organización y lucha, no aguantaremos más calladxs ante un sistema de mierda que nos condena a vidas de miseria. Coordinemos todas las luchas, ¡porque nuestras vidas valen más que sus beneficios!