Vivienda. Arriendo en tiempos de crisis: familias con menos ingresos no tienen cómo pagar

En Chile el número de arrendatarios ha ido en aumento, así lo muestra la Encuesta de Presupuesto Familiares (EPF) del INE, donde el porcentaje de familias que arrienda subió de un 20% a un 25.1%.

Mientras que según Colliers International (consultor inmobiliario) afirma que tras la crisis del Covid-19 los números de arrendatarios aumentarán, también explica que esto se deberá a la incertidumbre en los ingresos de los trabajadores, que esto no les permitiría arriesgarse a una inversión a largo plazo. Esto permitiendo que inversionistas en bienes raíces o una sociedad de de inversiones se beneficien con el modelo “multifamily”, donde los edificios residenciales tienen un solo dueño y su departamentos solo se destinan al arriendo.

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Lo que no analiza Colliers, es que la clase trabajadora se encuentra en una constante incertidumbre de sus ingresos, porque hay descuentos, hay que pagar cuentas y hay otras deudas, que han nacido no por capricho o por gusto, si no por el coste de la vida, donde más de un 50% de los trabajadores no gana más de $400.000, que no dan para llegar a fin de mes. La clase trabajadora no tiene para ahorrar e invertir en propiedades, o si quiera poder endeudarse para conseguir el “sueño de la casa propia”, ya que los requisitos para alcanzar un crédito hipotecario y los subsidios que entrega el gobierno de 1400 UF, no sirve porque el valor promedio de un inmueble es de 3089 UF.

Aparte de esto un informe de Ciper Chile en 2018 muestra que los costos del arriendo en Chile se dispararon y que esto se justificó en que existe una baja oferta inmobiliaria, pero esto no es así, todo lo contrario, lo que aumenta los costos es la creciente concentración de propiedad de vivienda adquirida para fines de arriendo, como sustituto del sistema de pensiones, y por fondos de inversiones (incluyendo a las AFP). Al mismo tiempo que el tamaño y la calidad de estas viviendas no van destinadas a las necesidades de sus habitantes, si no a las necesidades de los inversionistas.

"Existe un altísimo número de hogares de ingresos medios y bajos que se quedan “fuera del mercado” de la vivienda, o acceden a éste a través de la multi-ocupación en condiciones de hacinamiento y/o con precios de arriendo por encima de sus posibilidades".

La crisis sanitaria del Covid-19 cada vez se profundiza más, mientras el gobierno busca solo proteger los intereses de los grandes empresarios, a la clase trabajadora se le acerca el fin de abril, con miles de trabajadores despedidos, suspendidos, sin pagos de sueldo o solo la mitad de este, y sin saber cómo pagar el arriendo a fin de mes, ya que no hay plan real para nuestra clase, el gobierno solo plantea la reprogramación de los pagos, esto mientras dure el Estado de Excepción, pero cuando esto pase, se vienen nuevamente las deudas.

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Pero esto es solamente la punta del iceberg, porque el problema real que existe, y que la justificaciones del mercado no te van a contar, es que la vivienda no es concebida como un derecho, sino que nuevamente es vista como un bien de consumo, solo dejando el acceso de esta a las clases más acomodadas y a los empresarios. Por eso es necesario que ahora haya una condonación de los arriendos e hipotecas, pero esto en una perspectiva de luchar por el acceso a la vivienda, de producción estatal, financiada por el impuesto a las grandes inmobiliarias garantizando su calidad y precio costo de producción.