La solidaridad con el pueblo Palestino y contra el genocidio imperialista fue lo que motivó a votar el impulso de una Coordinación educativa por Palestina, en lo que fue la asamblea abierta que convocó la agrupación Nuestra Clase, por la unidad de las demandas sociales y educativas.
Martes 30 de abril
Este sábado 27 nos encontramos profesores y profesoras de enseñanza básica y media, asistentes de aula, psicopedagogas junto a trabajadores de otros sectores como la psicología o los servicios, quienes también se sintieron convocados a la asamblea llamada desde la agrupación Nuestra Clase.
Reflexionamos que, como trabajadoras y trabajadores de la educación, necesitamos asumir una postura política ante las problemáticas más complejas de la realidad social presente los problemas educativos en realidad son más ampliamente los problemas sociales que hoy se viven. Por eso partíamos solidarizandonos con el pueblo Palestino que está viviendo un exterminio perpetuado por el Estado genocida de Israel, que además se encuentra respaldado por el imperialismo norteamericano y europeo de la OTAN.
Saludamos al movimiento estudiantil que en Estados Unidos y Europa realiza acciones por Palestina enfrentando la represión. Repudiamos la represión del Estado francés a referentes como el dirigente obrero Anasse Kasib por defender públicamente a las víctimas del genocidio. Desde Nuestra Clase nos declaramos anticapitalistas porque vemos cómo el capitalismo es un sistema que solo trae crisis económicas qué las paga el pueblo, guerras, destrucción y hambre, y la lucha antiimperialista también debe ser anticapitalista.
Las y los profesores, trabajadoras/es de la educación y comunidades educativas podemos cumplir un rol en hablar del genocidio en Gaza, de generar conciencia sobre las decenas de escuelas bombaedeadas, los centros de salud colapsados, las infancias que se enfrentan a la muerte día a día y aportar desde nuestros espacios a la gran campaña que a nivel nacional y desde diferentes coordinaciones se está haciendo porque el Estado chileno y el gobierno de Boric rompan toda relación diplomática y económica con Israel.
De la misma manera, nos solidarizamos con el movimiento estudiantil argentino que resiste a la motosierra de Milei que quiere dejar sin financiamiento las universidades públicas como parte de un plan de ataques más integral contra el pueblo trabajador al otro lado de la cordillera.
Luchemos en unidad, no separados como nos quieren los dirigentes del Colegio de Profesores
Quienes nos encontramos en la asamblea presenciamos críticamente del paro -fantasma- que de un día para otro llamaron del CdP por la muerte de nuestra colega Katherine Yoma en Antofagasta. No hubo asambleas de preparación ni posibilidad de votar paro en las escuelas. Y lo mismo ocurrió en muchos comunales para el paro convocado por la CUT el 11 de abril. Por ejemplo en lugares donde dirigen el Partido Socialista y el PC, los dirigentes se jugaron por la línea oficial que también promovió Aguilar, de no votar paro y que solamente los dirigentes marcarán “simbólicamente”.
Varios de los presentes en esta Asamblea son delegados de base en sus colegios, y veíamos la importancia que tiene el disputar esa política a los dirigentes burócratas que tenemos, impulsando votaciones y asambleas. Como también siguiendo el ejemplo de las compañeras de Nuestra Clase en Antofagasta, donde en una pelea abierta con el resto de los dirigentes del CdP comunal y del Sindicato de la corporación, lucharon por asambleas comunes de trabajadoras y trabajadores de la educación, colegiados o no, sindicalizados o no, junto a las familias, apoderados y estudiantes de los liceos y escuelas, para que fueran esos espacios de base los que decidieran cómo movilizarse y por qué demandas, frente a la crisis educativa enorme que dejó en evidencia la muerte de Kathy.
No podemos quedarnos en la lucha gremialista que nos imponen los dirigentes del Colegio de Profesores, que solamente plantean demandas con petitorios que siempre son los mismos, y encima sin organizar ninguna lucha seria. Quienes nos encontramos en la Asamblea coincidimos en que los problemas de nuestros estudiantes y sus familias, son los problemas por los que las comunidades educativas y sus trabajadores debemos luchar: porque no haya hacinamiento, solución habitacional a los campamentos como el de Dignidad que Carter busca desalojar y al cual estamos asistiendo desde Nuestra Clase a hacer escuelitas con los niños y niñas que no dan más de la angustia y el estrés que significa un inminente desalojo.
Así también por el acceso a la salud, por la construcción de más escuelas para los más de 3 mil niños y niñas sin colegios, por sueldos dignos y el derecho a vivir en espacios con un mínimo de salubridad, no como en Tiltil que es el basural del modelo neoliberal de la Región Metropolitana y donde además los profesores de hace años que no se les paga sus cotizaciones previsionales por parte del municipio, hoy en manos de Revolución Democrática, partido de gobierno. Los problemas educativos, son en realidad problemas sociales.
Y con esa idea de unidad es con la cual nos queremos organizar, independientes del gobierno que no cumplirá ninguna de sus promesas, porque algo debemos hacer y no es momento de quedarse de brazos cruzados.
Desde Nuestra Clase y junto a los participantes de la asamblea nos propusimos: