PILARES. Autoridades nos chantajean para asistir a la movilización del 18 de marzo

A inicios de este año enfrentamos nuevamente despidos, incertidumbre y reglas de operación que no aumentan el monto de nuestras becas a pesar de la carestía de la vida y las vastas labores que realizamos en favor de nuestras comunidades sin presupuesto, inmobiliario y materiales. Bajo ese contexto se nos advirtió que este nuevo período “sería político de cara a las elecciones” y que habría más movilizaciones encabezadas por la política de MORENA que iban a requerir mayor participación numérica de las y los becarios para que los programas sociales se mantengan el próximo sexenio.

Debido a que las y los trabajadores de los programas sociales no contamos con el reconocimiento laboral, somos presas fáciles del chantaje de nuestros coordinadores en favor de las movilizaciones de MORENA que encabeza el presidente, a pesar de que el gobierno de Claudia Sheinbaum no escucha, ni resuelve nuestras demandas. Su carta más fuerte para presionarnos es decirnos que no apoyar a la 4T implica que “los conservadores asuman la dirección del gobierno y eliminen el trabajo comunitario”, razón por la cual es indispensable defender a los PILARES.

A diferencia de cuando fue la marcha del 27 de noviembre estás semanas hemos enfrentado indicaciones que nos plantean que es voluntario asistir que no quieren acarreados, pero eso no es cierto en los hechos nos presionan, nos intimidan a pensar que sí no asistimos nos quedaremos castigados a cubrir doble jornada en los PILARES, o bien, nos quitarán el descanso del feriado del día lunes.

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Las instrucciones que nos plantearon es que cada beneficiario deberá sensibilizar a sus usuarios e impartir un conversatorio sobre la conmemoración petrolera. Mientras nos exigen engordar los registros que diseño Javier Hidalgo con los nombres de las y los beneficiarios e integrantes de la comunidad que acudirán por alcaldía.

Estas prácticas nuevamente nos orillan a asistir de acarreados, con temor a sufrir las represarías, dejando de lado nuestros ideales y nuestras críticas al gobierno y a la derecha, puesto que ninguno realmente nos garantiza un cambio sustancial a nuestras vidas.

Debemos pensar como colectivamente nos negamos asistir, puesto que ir o no ir es una posición política y nos debemos de apostar a no ir con la nariz tapada frente a sus chantajes.

Ya vimos también que el pasado 26 de febrero la derecha promovió una marcha contra el plan B de la reforma electoral de la 4T, como continuación de la movilización realizada el domingo 13 de noviembre del 2022 y su consigna principal “El INE no se toca”. En donde los viejos partidos neoliberales, disfrazados de movimientos sociales y ciudadanos intentaron recomponerse denunciando que la iniciativa de reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tiene un carácter autoritario. Obligado también a las y los trabajadores sin derechos de los programas sociales gestionados por las alcaldías que dirige la coalición PAN-PRD-PRI.

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Construyamos nuestra propia alternativa ¡A las marchas se asiste por convicción no por presión!

Es importante señalar que, al no contar con derechos laborales, como el reconocimiento de la relación laboral, estabilidad en el empleo, seguridad social, ni un sindicato, no asistir a los actos proselitistas equivale a desobedecer las indicaciones patronales.

Este uso proselitista de los programas sociales da cuenta de que los partidos políticos del régimen pueden usarnos y encima de ello no reconocernos como trabajadorxs, lo que les ha ahorrado una gran cantidad de presupuesto que debería destinarse a garantizar plenos derechos laborales y mayor presupuesto administrado en favor de la comunidad y sus trabajadores, para que no se utilice en candidaturas, consultas o propaganda electoral, ni sea un recurso para desviar por diversos funcionarios.

Nos convocan a conmemorar la expropiación petrolera sin echar abajo la reforma energética aprobada por el Pacto por México, puesto que, aunque hace dos años se presentó una iniciativa presidencial que ponía en cuestión aspectos muy importantes de la reforma de 2013 a tono con su discurso antineoliberal no pretendía terminar con la participación del capital privado en un área que es tan estratégica para México. Así que dicha reforma no iba hasta el final en la recuperación de la soberanía energética más allá de lo que digan los partidos de derecha opositores.

Es necesario que las y los trabajadores desde cada uno de nuestro PILARES, escuelas y demás centros de trabajo podamos organizarnos de forma independiente para que no seamos instrumentalizados como un ejército de precarizados en favor de los intereses de los partidos políticos del régimen y además de luchar por plenos derechos laborales nos sumemos a la exigencia de renacionalización de todos los sectores privatizados de la industria energética y la expropiación de todas las transnacionales que lucran con los recursos naturales de México mientras expolian a las comunidades e imponen condiciones laborales cada vez más precarias.

Te invitamos a sumarte a la lucha de los trabajadores de PILARES contra los despidos y por mejores condiciones de trabajo, contáctanos: 5574525325