El primero de agosto del presente año, vence el contrato colectivo vigente del Sindicato 1 de Minera Escondida, uno de los más poderosos del país, que reúne a más de 2.200 trabajadores. Con diversos conflictos en curso, en BHP Chile (Minera Escondida y Spence), se siente la tensión de los trabajadores. Unidad para la conquista de las demandas de los trabajadores mineros y la máxima coordinación con otros sectores de trabajadores, por un Plan de Emergencia Sanitario.
Viernes 4 de junio de 2021
El Sindicato N°1 de Especialistas y Supervisores de BHP Chile INC, compuesto por alrededor de 205 operarios, la mayoría ex trabajadores de Escondida, quienes operan remotamente las plantas de Escondida y Spence en calidad de “contratistas”, inició el pasado jueves 27 de mayo la huelga legal luego de rechazar la última propuesta de la empresa. Sus principales demandas son nivelar sus remuneraciones y beneficios.
Por su parte, el sindicato de Spence señaló que durante la negociación colectiva, las prioridades de los trabajadores no fueron consideradas suficientemente, ni las mejoras de conceptos fijos y variables que impactan sus remuneraciones. Señalando que aproximadamente el 40% de las remuneraciones que reciben son producto de bonos variables, muchas veces asociadas a condiciones complejas para mantener la continuidad de la faena. Por ello, un total de 1091 trabajadores rechazó la última propuesta presentada por la compañía, manifestándose en favor de la huelga legal, alcanzando un 98,73% de los votos emitidos.
Según lo informado por el sindicato, los trabajadores se encuentran a la espera de los plazos legales, para proceder conforme la legislación vigente; hacer efectiva la huelga, o iniciar un proceso de mediación en la búsqueda de un acuerdo satisfactorio para las partes.
Por otro lado, según lo declarado por el Sindicato 1 de Minera Escondida e informado por Diario Financiero, “Los trabajadores en huelga fueron víctimas de una maniobra realizada por BHP hace más de un año, donde aprovechándose de las graves falencias de la legislación laboral, desvinculó a éstos trabajadores de Escondida y Spence, para ser inmediatamente recontratados como contratistas en BHP Chile, la que se hace figurar como una empresa distinta a la mandante, pero de la cual es dueña la misma controladora BHP”. Lo anterior significó menores remuneraciones y beneficios, además de fraccionar a ambos sindicatos.
Cabe recordar que BHP es dueña del 57,5% de Escondida, la mina de mayor producción del mundo, la cual produjo 1,19 millones de toneladas en 2020, mientras que Spence sumó 146.700 toneladas, siendo los grandes ganadores en plena pandemia, gracias a que jamás pararon la producción, bajo sobrecarga laboral y precarización, poniendo en peligro la salud de trabajadores y sus familias. Así es cómo estos conflictos se desarrollan en momentos en que el precio global del cobre ha tocado máximos históricos, en medio de mejores perspectivas de demanda por la recuperación económica tras la pandemia de coronavirus.
Para que las huelgas tengan buen puerto, es necesaria la máxima unidad entre los trabajadores, pues es esa fuerza organizada la que podrá conquistar todas las demandas y ganarle el gallito a Minera Escondida. A la vez, si los trabajadores avanzan en la coordinación con otros sectores de trabajadores, como portuarios, trabajadores de la salud, educación, entre otros, se puede conquistar un Plan de Emergencia Sanitario en base a un impuesto extraordinario a las grandes Mineras y fortunas, que aumente el presupuesto de la salud pública, que otorgue mayores recursos para implementar infraestructura, insumos y mejores condiciones para las y los trabajadores de la salud.
Y que de la misma forma, para enfrentar las altas cifras de desempleo y suspensiones, conquistar también un ingreso de emergencia para desempleados, trabajadores informales y dueñas de casa, de $550.000, única forma realista de sobrevivir al confinamiento y la falta de empleo.
La fuerza de las y los trabajadores mineros en unidad con el pueblo es imparable; gracias a estos sectores estratégicos de la economía, como los mineros y portuarios, podemos golpear a los grandes empresarios donde más les duele e imponer nuestras demandas. Sólo basta recordar en el año 2017, cuando los trabajadores de Escondida realizaron una huelga por 44 días, definida como la más prolongada de la historia de la minería chilena, la cual generó 740 millones de dólares de pérdidas a la compañía y significó una contracción de cerca de 1,3% del PIB chileno.
Ante esto, es fundamental que todos los organismos sindicales de la minería, la industria, los servicios y las centrales como la CUT, se sumen a discutir y levantar un gran campaña por este Plan de Emergencia Sanitario, en un momento en que los casos diarios de Covid-19 superan los 8 mil.