Nicolás Balinotti es columnista de política y temas gremiales en La Nación. Segunda parte de la serie: los alineamientos políticos de la CGT y la situación del sindicalismo combativo y la izquierda.
Jueves 28 de julio de 2016
Estamos en un momento de transición, entre las últimas elecciones y el 2017, pero ¿cómo ves hoy los alineamientos políticos de las distintas alas de la CGT?
Hoy están hociqueando, no un acuerdo con el Gobierno aunque se llevan bien, pero están viendo cómo jugar en la interna del peronismo. Y saben que Massa tiene que estar dentro de esa interna del peronismo. Eso es quizá lo más novedoso: cierto esfuerzo por meter a Massa en la interna dentro de esa bolsa en que ellos destacan a Urtubey y Randazzo. Hasta que no se decodifique el PJ a nivel partido, los gremios no van a jugar.
Y después sí, es oportuno marcarlo, no me imagino gremios que públicamente declaren su alineamiento con el oficialismo. No me imagino gremios “macristas”, salvo los casos que ya conocemos como Venegas. Pero sí veo gremios de origen peronista que están comulgando mucho con el Gobierno. Un ejemplo: la Uocra de Martínez, Comercio de Cavalieri, Gastronómicos de Barrionuevo, Camioneros de Moyano en un sentido también. Como que cada uno abrió su canal de diálogo y busca beneficios propios con el gobierno. En el caso de Martínez muy atento al relanzamiento de la obra pública, Cavalieri pendiente de la obra social.
Hasta que no se decodifique el PJ a nivel partido, los gremios no van a jugar
Entre los protagonistas del mundo sindical, ¿cómo se ve la situación de los sectores "combativos" y de izquierda en los gremios? ¿Qué opinión tenés al respecto?
Un paréntesis: me parece que algunos fallos recientes de la Corte Suprema van en contra y atentan contra ese crecimiento que había empezado a tener el sindicalismo de base o ligado a la izquierda. Hay seccionales más rebeldes que van a depender de la cúpula, quizá peronista, para activar un paro. Ahí puede ser un freno a un crecimiento que creo que inevitablemente se va a dar.
Algunos fallos de la Corte Suprema van en contra del crecimiento que había empezado a tener el sindicalismo de base
Esto es lo que veo desde afuera, pero es lo que perciben desde el Gobierno, empresarios y sindicalistas peronistas, es que no tienen claro cómo está hoy la izquierda: si está diseminada, si es un solo actor, son varios, saben que está cruzada por internas de ideas o estilos pero no tienen bien claro cuáles son.
Entonces surge ahí el desafío: ¿dejamos las diferencias de lado? ¿Cómo actuamos? ¿Cuál va a ser nuestra estrategia? Ahí hay un debate que resulta interesante, que implica creo cierto aggiornamiento a la coyuntura actual. Así como los gremios de la CGT discute si moderniza sus estatutos, si lo está debatiendo es porque la izquierda forzó a que debata eso, porque internamente, en sus organizaciones algo está pasando.
Cuando me consultan digo “a ese actor hay que prestarle atención, porque el contexto va a hacer que crezca”. Pero además es un actor que hay que escuchar porque muchas veces dice cosas que están calladas en otros lados. Que no se publican en los medios, que pueden tocar algún interés.
Nos comentabas lo que había pasado en Ledesma (Jujuy), los vaivenes de la economía. ¿Cómo te parece que está la conflictividad y el "estado de ánimo" hoy en los gremios y lugares de trabajo? ¿qué escenarios ves en los próximos meses?
En este panorama, me parece que vamos va a hacia una escalada de la conflictividad
La semana pasada, hasta en lugares como Recoleta hubo cacerolazos por las tarifas. Lo que sí percibe, y eso es ánimo social, es que la sociedad está dispuesta a tolerar algunas cuestiones porque está subida a la ola de las barbaridades de corrupción de la gestión anterior. Hay cierto hándicap de tolerancia, pero el gobierno sabe que esa carta en algún momento se le va a ir de las manos. Y tiene que dejar de jugar a la prueba y error.
Estamos en una época de transición, es cierto, pero sucedieron cosas que ameritaban tener la guardia en alto y las tres CGT están muy inmersas en su debate interno de la unidad, y dejando de ver cuestiones laborales que son importantes. Hay cosas que ameritaban plantar bandera ya. La CTA reaccionó a medias, y se dio cuenta que también tiene internas y disminuyó su poder de fuego. Por eso ahí digo que la izquierda puede surgir como un actor de peso.