Fue durante la mañana del miércoles pasado cuando, un colectivo de la línea 53 repleto de pasajeros quedó atrapado entre vehículos en medio de las vías del ferrocarril Sarmiento en el barrio porteño de Flores. Los trabajadores ferroviarios ubicados en ese paso a nivel y el maquinista de la formación lograron evitar que desemboque en una “tragedia”.
Viernes 17 de agosto de 2018 16:24
Situaciones de este tipo se viven a diario en una ciudad con graves problemas de infraestructura que derivan en caos de tránsito. Unidades de colectivos obsoletas o en mal estado, diagramas y horarios imposibles de cumplir para cualquier chofer. Un sistema ferroviario colapsado y emparchado. Obras públicas teñidas por escándalos de corrupción.
En este esquema, una norma se repite insistentemente a través de los distintos gobiernos: de un lado subsidios millonarios para las empresas a cambio un sistema público de transporte precario e inseguro; del otro trabajadores en pésimas condiciones laborales y usuarios viajando como ganado.
Según cuentan los propios trabajadores, situaciones como la sucedida en la hora pico de la mañana del miércoles en el paso a nivel de la Av. Nazca son moneda corriente. Son ellos mismos, muchas veces cínicamente señalados por las patronales como responsables de “accidentes”, quienes tienen que soportar diariamente las condiciones de precariedad en que se encuentran sus lugares de trabajo, así como la falta de personal en los 50 pasos a nivel que existen actualmente a lo largo la línea.
Las obras de soterramiento que pondrían fin a dichos pasos a nivel, ya fueron suspendidas y reinauguradas por los distintos gobiernos al menos 6 veces desde su anuncio durante el gobierno de Néstor Kirchner en 2006. Esta megaobra se encuentra además atravesada por el escándalo de corrupción que involucra al grupo empresario IECSA (actualmente en manos de Mindlin) dirigida anteriormente por el primo de Macri, Angelo Calcaterra, uno de los “arrepentidos” en la causa de los cuadernos, en sociedad con la cuestionada Odebrecht.
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A más de 6 años de la masacre de Once, los propios ferroviarios continúan denunciando y enfrentando el vaciamiento del conjunto del sistema ferroviario nacional por parte del gobierno, el cual afecta gravemente la calidad de este servicio estratégico utilizado por millones de usuarios. Solo la nacionalización integral bajo gestión de trabajadores junto a comités de usuarios puede dar una salida definitiva en el camino de conquistar un servicio digno y seguro.
El nuevo convenio laboral flexibilizador firmado a espaldas de los trabajadores, el cierre de ramales y de Ferrobaires que dejó a decenas de familias en la calle, los depidos a ferroviarios tercerizados pertenecientes a la empresa Ci5, así como las reiteradas sanciones, persecuciones y despidos a cuenta gotas en distintos ramales, son clara muestra de ésta política nacional basada en las recetas de ajuste del FMI hacia el conjunto de los trabajadores y sectores populares.
A continuación, reproducimos fragmentos de entrevistas realizadas en distintos medios de comunicación a Lorena Ortiz, "la única heroína en este lío" quién es una de las banderilleras del ferrocarril Sarmiento, protagonista junto a sus dos compañeros de lo sucedido hace dos días:
