Miles de personas sufren la crisis duramente en los barrios populares. Son los vecinos quienes se autoorganizan para garantizar la merienda de 150 niñxs. Los artistas ponen su parte y organizan una jornada cultural de baile, grafitis y música para recolectar juguetes y que ningún niñx se quede sin su juguete en esta navidad. Por el derecho al pan, por el derecho al arte.
July Iskra @juli.blackandblack
Miércoles 8 de diciembre de 2021 11:49
Crédito @fotogramatts
Debajo de la autopista Ilia que termina en los suelos más costosos de la ciudad, se acuesta el Barrio Padre Mujica (también conocido como “La 31”), uno de los barrios más pobres de la ciudad: son miles las familias que resisten los duros golpes de una crisis que generaron los de arriba. Los artistas Hip-hop una vez más al pié del cañon solidarizándose con el pueblo popular comentaban: para que ningún chico se quede sin su juguete en navidad
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Son casi 32 hectáreas de barrio, decenas de miles de trabajadorxs de la construcción, puesterxs, desempleadxs, estudiantes, infancias, adolescentes, jefas de hogar con sueños, con hambre, con bronca. Ubicado en la manzana 28, del sector comunicaciones, el merendero “Los pimpollos” lleno de orgullo y vestido de grafitis, está de pié hace diez años brindándole en la actualidad ayuda a más de 150 niñxs.
Grafiti @ladyb
En esta oportunidad la comunidad breaking junto a bailarines de otros estilos urbanos, Djing, MC y grafiterxs, lo dieron todo. Primero en una verdadera guerra de estilos, y luego dejando el piso al rojo vivo en el cypher final donde cada quién podía dibujar con movimiento lo que quisiera. El Dj, en modo Sensei desde el punto central de la escena, aportaba los ritmos que hacían del evento un generador de energía infinita. Pegadxs a las paredes en un éxtasis de colores, lxs grafiterxs hacían bailar la lata dejando su huella . El MC captaba los detalles de todo y los devolvía en rimas improvisadas. Como en su nacimiento en el Bronx, la gente palpitaba -activando la solidaridad- en figuras en plena calle.
DJ: @Keynfu
Paola, referente del merendero juntos a sus compañeras garantizaban la merienda. En diálogo con La izquierda diario nos decía: “acá la situación es muy difícil, durante la pandemia mucha gente se quedó sin trabajo, llegaban personas que nunca habían pisado un comedor y te pedían ayuda en mitad de la pandemia” y “los gobiernos totalmente ausentes, el gobierno de larreta, y el gobierno nacional solo aparecen cuando necesitan votos, y no somos un número, tenemos necesidades y acá no estuvieron como tuvieron que estar, todo lo hacemos a pulmón con la solidaridad que nos llega.. me da mucha pena, mucha bronca e impotencia porque esto lo sufrimos nosotros”
Paola, referente del merendero Los pimpollos del Barrio 31
Y continuaba: “ acá en el barrio hay muchos problemas…para los chicos es importante la cultura, la educación, todo depende de nosotros, impulsamos un proyecto y somos punto de cultura, damos apoyo escolar, clases de baile, de hip-hop, siempre peleándola”
“la ayuda de los artistas es muy importante, a nosotros nos discriminaban por ser villeros, porque supuestamente estábamos todos contaminados, y ellos acá estaban dando una mano en todo lo que se podía”
Luigi (@bboyluishi), bailarín y activista hip-hop | Barrio 31 - Merendero Los Pimpollos
Es muy claro que las decisiones de los de arriba no son gratuitas. Hace años los gobiernos implementan ajuste para el pueblo trabajador y pobre, en lugar de sacarle a los sectores que se la llevan en pala a costa del hambre y el yugo de millones. Y en los barrios populares esta realidad es aún más cruel.
Si la riqueza que se apropian permanentemente los bancos, empresas y la enorme cantidad de plata que le quieren pagar al FMI de una deuda fraudulenta contraída por Macri, estuviese puesta a disposición de salud y educación pública de calidad, cultura, trabajo, urbanización y vivienda, las cosas serían muy diferentes. Todos disfrutarían a otro nivel el derecho al pan y el derecho al arte.