Desde La Izquierda Diario Córdoba nos acercamos al CAPS de Ampliación Ferreyra donde vecinos y vecinas se están organizando contra el gobierno de Llaryora que pretende llevar adelante un traspaso compulsivo de los centros a la municipalidad con traslado de sus trabajadores y sin certezas de como continuaran funcionando, si es que siguen.
Jueves 25 de julio 19:13
Desde las 16 horas empiezan a acercarse frente al CAPS, donde se concentran para defender a los trabajadores y al centro de atención.
Liliana menciona que “es importantísimo que el barrio que tenga el dispensario disponible porque no solo vienen desde este barrio a atenderse sino que abarca a más de 5 barrios siendo fundamental, atienden con una calidad y una atención impresionantes, hay muchos niños enfermos, ancianos que a veces están postrados y no pueden salir. Los médicos se toman el trabajo de salir para ir a atenderlos. Mucha gente grande que están solas, y no tienen la posibilidad de venir. Es muy importante, nos ayudamos entre vecinos y está constantemente lleno”.
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Es que estos centros cumplen funciones esenciales en la ciudad de Córdoba, sobre todo en los llamados Barrios Ciudad que por política del PJ y en su momento el radicalismo, quedaron marginados del acceso a servicios básicos como la salud, pero también ante el sistemático desmantelamiento de la salud pública que afecta a los hospitales donde se atiende mayor complejidad, son un engranaje fundamental para los programas de prevención aún a pesar del recorte de presupuesto, y con el gobierno nacional recortando cada vez más las partidas de medicamentos y vacunas.
Tere y Carolina dan cuenta de ello. “Por las especialidades, hay de todo, no entiendo porque quieren sacar ahora esto, la gente viene de todos lados” menciona Tere. Carolina, está con una afección importante desde hace años, en ese sentido expresa “estoy totalmente agradecida con el dispensario, soy paciente oncológica hace 8 años, mi hijo tiene aneurisma cardiovascular, a veces se descompensa y el dispensario está abierto a disposición. Al señor gobernador le decimos que dejen los médicos que están, que dejen el dispensario, esto beneficia a muchísimas familias. Acá en estos barrios donde está la gente más marginal, no podemos ir a otros hospitales, imaginate que venimos de 5 barrios acá, los hospitales están siempre llenos. Acá tienen toda la predisposición del mundo y somos muy agradecidos. Mi mamá falleció acá y son ellos los que están. Ya conocen el barrio, las familias, las parcelas, todo”.
Las palabras de Carolina dan cuenta de cómo son los propios trabajadores quienes cotidianamente sostienen sobre sus espaldas el funcionamiento de estos espacios. Aun cuando escasean recursos, mal pagos, precarizados y muchos de ellos corriendo en el pluriempleo de un trabajo a otro. En ese sentido Tere menciona que empezaron a organizarse “apenas se escuchó el rumor de que iban a sacar a los médicos y en el barrio no estamos de acuerdo, nos causa mucha tristeza que pase esto”
Otra vecina se acerca. Vanesa que pertenece al MTR menciona que “no me parece justo para nada lo que quieren hacer, son médicos que están hace muchísimo tiempo, implementan programas beneficiosos, para diabetes, niños, adolescentes, ancianos, personas con enfermedades crónicas, están rompiendo lo que se ha conseguido con un montón de luchas en un montón de años, en vez de construir siempre rompen. Tenemos que seguir insistiendo, nos tenemos que seguir sumando porque esto nos beneficia a muchos que no tenemos acceso a la salud privada, es lo que tenemos a mano acá también hay Trabajadoras sociales, hay oftalmología, y muchos programas que nos permiten acceder cuando no tenemos los medios. Esperamos que se sume toda la gente del barrio, esto se quiere hacer en todos los CAPS de todos los barrios de la ciudad”.
Esto da cuenta de un gobierno que lejos de apostar a la prevención, que permitiría detectar tempranamente muchas enfermedades, o sencillamente evitarlas, prefiere seguir beneficiando a los grandes grupos económicos, las prepagas, y los grandes negociados de la salud privada. No es casual la reivindicación de los programas que se llevan adelante por parte de las y los vecinos. Saben que prevenir es central y más cuando acceder a un tratamiento es imposible en un contexto de ajuste brutal como el que se está llevando adelante a nivel nacional.
Gladys cuenta que es diabética. “Acá me atiende cada 15 días la nutricionista, lo mismo laboratorio, si los trasladan me quedo sin nada. Hasta los remedios me dan y sería muy injusto que saquen a los médicos"
Por último, Paola comenta que “Hace 20 años que venimos con ellos, tenemos todo. Si nos sacan a los médicos nos dejan sin nada, reducirían a lo mínimo. Vamos a levantar el barrio y hacer todo lo que tengamos que hacer con la gente. Al señor gobernador, le quiero preguntar, porque yo lo voté: acá la peleamos, y gracias al voto de los barrios ciudades llegó a donde llegó ¿y ahora nos hace esto?"
Desde el barrio están organizando para mañana nuevamente una acción, esperan convocar a otros barrios, trabajadores de otros CAPS. Este ejemplo de unidad frente a una avanzada cada vez mayor que vulnera derechos elementales como el acceso a la salud es fundamental.