El pasado 2 de noviembre de 2024, en el Foro Lindbergh del Parque México ubicado en la alcaldía Cuauhtémoc, jóvenes y artistas fuimos víctimas de un violento operativo policial mientras participábamos en un evento de intercambio de gráfica, una actividad que se desarrollaba de forma pacífica.
Martes 5 de noviembre
l menos 50 elementos policiales, bajo las órdenes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, intervinieron de manera violenta, irrumpiendo en el lugar y amedrentando a jóvenes y artistas, incluso blandiendo pistolas. Al menos seis jóvenes fueron detenidos y llevados en patrullas; dos de ellos fueron presentados en el juzgado cívico, donde lograron su libertad después de pagar dos mil pesos. Otros dos recién salieron este lunes tras continuar con su proceso legal, que costo varios cientos de miles de pesos. Sin embargo, los otros dos fueron acusados de posesión y venta de narcóticos, a quienes, según testimonios, se les habría sembrado droga para justificar su detención, marcando así una grave violación a sus derechos. Hasta el día de hoy siguen detenidos esperando enfrentar un juicio que busca señalarlos como criminales, un total escándalo en la “Ciudad de la Esperanza y los derechos”.
Denunciamos y hacemos responsables de estas acciones y responsabilizamos directamente al Secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez Camacho; a la Alcaldesa de la delegación Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega; y a la Jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada Molina; como responsables de lo que consideramos un operativo totalmente desmedido y del que no hay justificación alguna.
Alrededor de las 7:00 pm, aproximadamente veinte agentes de policía armados irrumpieron en el evento para amedrentarnos a los jóvenes ahí presentes, nos agredieron física y psicológicamente sin provocación aparente. A pesar de la supuesta "negociación" para permitir que el evento continuará en calma, los elementos de seguridad desestimaron el acuerdo y regresaron con refuerzos (aproximadamente 30 unidades más) para dispersar y reprimir violentamente a los asistentes. Los oficiales hicieron uso de la fuerza para golpear y detener arbitrariamente a varios participantes que no estaban cometiendo ningún acto delictivo.
Aunque algunos asistentes realizaban intervenciones gráficas, la policía arrestó de manera indiscriminada a personas que no tenían relación alguna con estos actos, incluidas aquellas que simplemente intercambiaban stickers o participaban en actividades tradicionales como "dar calaverita". Defendemos el derecho a la libre expresión, organización y reunión, pues entendemos la importancia de la reapropiación de espacios culturales, por lo tanto afirmamos que el despliegue policial masivo no responde a actos de vandalismo, sino a una política generalizada de criminalización de la juventud y a los espacios culturales autoorganizados que no responden a la política gubernamental o a los empresarios que lucran con el arte y la cultura.
Durante el operativo no sólo ejerció violencia física y psicológica, sino, que revisaron teléfonos sin autorización, se burlaron de los detenidos y los agredieron, en una clara muestra de abuso de autoridad, además de que se les plantó droga para incriminarlos por narcomenudeo, justificando así detenciones completamente arbitrarias. Es inaceptable que el Gobierno de la Ciudad de México, que se autodenomina hipócritamente “capital cultural de América”, destine más recursos a la policía y al ejército para reprimir y criminalizar a la juventud en lugar de promover el arte, la cultura y la educación.
A pesar de ser una comunidad acostumbrada a enfrentar el abuso y la criminalización, nadie estaba preparado para una represión de tal magnitud. Entendemos que en el evento todos participamos y es responsabilidad de todas y todos los asistentes garantizar la seguridad y la cooperación en estas situaciones. No hay espacio para el individualismo ni para deslindar culpas. La responsabilidad recae exclusivamente en la fuerza policial y en las autoridades que permitieron esta muestra de abuso y represión.