La frontera norte de Chile se encuentra marcada por el alto impacto de la migración. La derecha y el Gobierno de Piñera habían inflamado un discurso xenófobo y aplicado el estado de excepción que vencía este 15 de abril. El Gobierno de Gabriel Boric decidió mantener el decreto N° 265 que implementó Piñera, que otorga mayores facultades policiales a las FF.AA para reprimir a las y los migrantes, que la derecha camufla en el discurso de “persecución al narcotráfico”.
Lunes 18 de abril de 2022 09:32
Gabriel Boric asumió hace poco más de un mes. En su discurso de campaña había prometido involucrarse para solucionar dos problemas territoriales que atraviesa Chile y que la derecha hasta ahora había resuelto con represión. Uno es la militarización de la Araucanía, en el sur, contra la comunidad mapuche y a favor de las grandes empresas forestales, el otro es el impacto migratorio en la región norte, sobre la que el Gobierno de Piñera y las fuerzas de derecha habían implementado un estado de excepción como así también un discurso xenófobo contra los inmigrantes, que incluyo persecuciones y quema pública de sus pertenencias.
Esa represión no ha sido modificada bajo el actual Gobierno de Boric. Luego de un mes de mantener el estado de excepción, Boric decidió no renovarlo, llegando este a su fin. Pero si bien, el estado de excepción no seguirá rigiendo, el gobierno mantendrá el decreto N° 265 que implementó Sebastián Piñera en agosto del 2019.
Este decreto fue modificado en febrero del 2021 otorgando más facultades policiales a las FFAA y la coordinación con las autoridades locales en el control fronterizo, aumentando en un 30% la presencia militar en la frontera y una mayor logística con la Armada.
Es decir, mantiene la misma línea que en el Wallmapu [tierras ancestrales mapuche en el sur], comprando 34 carros blindados y 1000 millones de pesos chilenos en drones. Al igual que el gobierno de Bachelet primero y Piñera después, pareciera que para Boric el enemigo siguen siendo los migrantes y los mapuche, que históricamente fueron vinculados con "delincuentes, terroristas y narcotraficantes" en el discurso de la derecha.
Mientras tanto salen a la luz los lazos entre 4 funcionarios de la policía que formaban parte de bandas con narcotraficantes quienes habían pasado más de 1000 kilos de droga a través de la frontera. Buscan dejar a cargo de las investigaciones policiales a una institución corrupta, criminal, racista y xenófoba.
Más que una solución, el actual gobierno de Boric mantiene una política que termina capitalizando la derecha instalando en la opinión pública toda su agenda represiva y el apoyo a las fuerzas armadas.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, dijo al respecto: “El estado de excepción termina, pero el Gobierno va a mantener vigente el decreto 265 que permite mantener a todo el personal policial, pero también a todo el personal de las Fuerzas Armadas y a todo el equipamiento de apoyo para el control de las fronteras”.
La coordinación con las autoridades locales como las alcaldías, viene dada por el aumento de la dotación policial, con el objetivo de llevar a cabo la persecución por color de piel en la ciudad, escondida bajo la máscara de buscar la “ilegalidad” y a los “delincuentes”, el desalojo a migrantes como se ha visto por parte de políticos como Vlado Mirosevic, sabiendo el enorme problema por el costo y arriendo de las viviendas en la ciudad.
Toda una política racista que impulsó Piñera y hoy mantiene Boric. Hasta la fecha no existe ningún estudio que vincule migración a delincuencia. Este tipo de políticas tienen por objetivos dividir a la sociedad, en particular a los trabajadores y sectores empobrecidos, a través del discurso nacionalista.
Esta semana la crisis migratoria estará en el centro de la discusión política, tanto por la votación del informe en la Convención Constitucional el lunes 18, pero también por la visita de Gabriel Boric a la macrozona norte el jueves 21 de abril.