La actividad de la industria continúa en caída. El uso de su capacidad instalada y la tasa de empleo en este sector cayeron durante los primeros tres meses de este año, según informó el pasado martes 5/5 la Confederación Nacional de la Industria (CNI).Las principales automotrices anuncian despidos y suspensiones.
Jueves 7 de mayo de 2015
Fotografía: ED
De acuerdo con el informe divulgado por esta entidad patronal, los puestos de trabajo en la industria cayeron 0,4% durante el primer trimestre de este año en relación a los últimos tres meses de 2014 y un 3,9% en relación al período anterior comprendido entre enero-marzo.
Estas estadísticas se comprueban diariamente en las principales metalúrgicas de San Pablo. El lunes 4/5 Volkswagen anunció vacaciones colectivas para 8 mil metalúrgicos de la fábrica de São Bernardo do Campo, luego de que los trabajadores revertieran, a través de una fuerte huelga al comienzo de año, la amenaza de 800 despidos.
General Motors de São Bernardo do Campo otorgó a partir del martes 5/5 licencia remunerada por tiempo indeterminado a 467 metalúrgicos. Así son ya 1.300 el número de trabajadores afectados. Desde octubre del año pasado 854 trabajadores se encuentran bajo la modalidad de lay-off (suspensión temporaria del contrato laboral por el que los trabajadores siguen recibiendo su salario en parte pagados por la empresa y en parte por el gobierno federal). En otros casos, metalúrgicas tradicionales de Osasco, como la Meritor, comenzó a despedir a partir de lunes 4/5 a casi 240 trabajadores del sector de producción, administrativos, mantenimiento y dirección. Antes de producirse los despidos el plantel era de 850 personas.
Son algunos ejemplos emblemáticos de una realidad que se expande entre la mayoría de las montadoras y metalúrgicas del país y tenderá a profundizarse en el próximo período. La CNI atribuye este panorama a la delicada situación económica que atraviesa el país, que según todas las proyecciones, incluyendo las manejadas por el gobierno, el 2015 cerrará con una contracción cercana al 1%. La CNI finaliza afirmando que frente “a la dificultad de revertir este escenario adverso en el corto plazo”, es “probable” que tanto la oferta de empleo como el rendimiento salarial real de los trabajadores de la industria “sigan cayendo” durante el año.
Con este discurso, la CNI, que congrega un importante sector de la burguesía nacional, intenta crear una asociación directa y “natural” entre la caída de la producción y la necesidad de atacar derechos laborales y avanzar con los despidos; legitimar estos ataques contra los trabajadores y chantajearlos para que acepten reducir sus salarios y beneficios a cambio de conservar sus empleos. Hacen esto para mantener intactas sus millonarias tasas de lucro.
Los metalúrgicos de Volkswagen de São Bernardo y GM de São José dos Campos mostraron a comienzo del año que es posible mantener los empleos, a través de duras huelgas que desafíen a la patronal. Es necesario un debate entre la izquierda brasilera y las centrales sindicales para coordinar las luchas contra los despidos y nuevos lay-off que se avecinan.
