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Red Internacional
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INUNDACIONES EN RIO GRANDE DO SUL. Brasil: miles de evacuados en medio de las fiestas de fin de año

Las lluvias que siempre se dan al final de año causaron enormes daños en la frontera Oeste de Rio Grande do Sul. Según el boletín divulgado por Defensa Civil del Estado, cerca de 1.795 familias fueron afectadas siendo que 1.479 de ellas fueron evacuadas y casi un centenar quedaron sin hogar. Una nueva tragedia social anunciada.

Martes 29 de diciembre de 2015

Esto ocurrió porque el Rio Quarai alcanzó el récord de 15 metros y 28 centímetros. Lo mismo ocurrió con el río Uruguay que superó la meta establecida, llegando a los 10 metros y 41 centímetros. Además de retirar de sus casas a miles de familias en pleno período de festividades, la lluvia también afectó la cosecha de arroz e hizo que el puente internacional de Concórdia, que une Brasil con Uruguay, quedara interceptado durante un día.

Las intendencias de Liberato Liberato Salzano, Trindade do Sul, Nonoai, Santo ngelo, São Miguel das Missões, Guarani das Missões, Roque Gonzales, Cândido Godói, Uruguaiana, Quaraí, Passa Sete e Não Me Toque decretaron el estado de emergencia.

Esta es una nueva tragedia social anunciada, pues todos los años se producen inundaciones de verano en estas regiones, aunque este año el fenómeno se haya agravado por El Niño (registrándose también desbordes de los ríos de la región entre Brasil, Uruguay y Argentina), los gobiernos de Rio Grande y el gobierno federal no tomaron ninguna medida preventiva para evitarla, siendo que afecta especialmente a los pobres del campo y de las ciudades del estado. Los gobiernos vienen ajustando los presupuestos en detrimento de inversiones en viviendas y obras públicas al servicio de las necesidades de la población.

Con la crisis económica, los gobiernos estaduales como el de Rio Grande do Sul pero también el gobierno de Dilma invierten cada día menos en áreas como educación, salud y vivienda, mientras los bancos baten récords de ganancias y los grandes empresarios no ven afectadas sus fortunas. Una prueba más de quiénes son los que están pagando la crisis: los trabajadores y el pueblo pobre, con recortes presupuestarios en áreas esenciales y falta de inversiones para prevenir estas tragedias sociales del capitalismo, como inundaciones, desbordes, sequías, entre otras.