Reforma Laboral. Bruselas da el visto bueno a la reforma laboral del Gobierno: dime con quién andas y te diré quién eres

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño viajó ayer a Bruselas para reunirse en el Eurogrupo con otros ministros y altos cargos de la Unión Europea. Hoy ha afirmado que la Comisión Europea ha valorado de forma inicial como positiva el proyecto de reforma laboral acordado entre Yolanda Díaz, la burocracia sindical y la patronal. Un apoyo desde Bruselas al gobierno español que pugna por sacar adelante la reforma con un apoyo incierto por parte de sus aliados.

Calviño ha remarcado que espera que el Congreso convalide con el apoyo más amplio posible dicha reforma al ser esta no sólo un acuerdo entre agentes sociales sino también por el apoyo europeo que han conseguido recabar. Esta afirmación es una respuesta a las palabras de varios socios parlamentarios del gobierno como ERC, Bildu o el PNV que ya advirtieron que no darían su sí sin posibilidad de enmienda al proyecto de ley. Una cuestión que dividía al Gobierno entre mantener el apoyo de la patronal o el hecho de que algún socio parlamentario podía generarle un problema de última hora.

Que la flor y nata del imperialismo europeo le dé su beneplácito a la norma es una prueba más, por si hacía falta, de que la nueva reforma laboral que el PSOE y UP han presentado como una reforma progresista “histórica” es una estafa, como vienen denunciando distintos sectores del sindicalismo combativo y de base.

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Por otra parte, la vicepresidenta también ha aprovechado para explicar el plan de la Comisión Europea para la progresiva retirada de estímulos económicos públicos iniciados para solventar la actual crisis provocada por el covid-19. Si bien ha señalado que no están llamando a una retirada de las medidas sino a su redirección hacia únicamente los sectores y empresas que lo vayan necesitando en palabras de Calviño. Ir acompasando los estímulos a la evolución de la pandemia.

Además, al respecto de la futura renovación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, suspendido hasta 2023 y donde aún no hay acuerdo sobre reglas fiscales, la vicepresidenta ha señalado que “ve una gran voluntad por parte de todos los Estados miembros de encontrar una base que pueda servir para lograr el consenso”. Se estaría buscando una serie de reglas adaptadas a la situación específica de determinados países y un refuerzo de estas por parte de la población europea en el futuro. Todo esto da pie a que la vicepresidenta afirme que no existe aún un acuerdo, sino que el debate entre Estados sigue abierto.