Conferencia matutina. CONACyT, salud y objeción de conciencia en la mañanera

Como todos los martes, la mañanera comenzó con la situación de salud. En esta ocasión, entre Jorge Alcocer -secretario de Salud-, Hugo López-Gatell subsecretario de Salud-, Luis Cresencio -secretario de la DN- y Marcelo Ebrard –secretario de relaciones exteriores-, informaron cómo avanza el plan de vacunación y cómo está la pandemia a nivel nacional.

CONACyT

Preguntaron a AMLO qué opinaba sobre lo que está pasando en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), pues se ha informado que ha habido una serie de despidos y recortes presupuestales a becas y programas al extranjero.

AMLO respondió que pediría un informe más amplio, pero que no era real el recorte presupuestal, ni los despidos, “lo que ya no hay, es el derroche y la corrupción... ya no se permite robar”.

La realidad es otra. Desde hace cuatro años ya se presentaba este fenómeno, pero con el desarrollo de la pandemia por Covid-19 esta tendencia se intensificó y de 2019 a 2020 hubo 805 apoyos menos, desaparición de programas sociales, científicos y tecnológicos. La consecuencia ha sido que haya menos estudiantes postulados a programas de investigación o becarios de posgrado, con el pretexto de la deserción en este nivel educativo.

Desde mayo del 2020, AMLO presentó una iniciativa legislativa para abolir la Ley de Ciencia y Tecnología, pues argumentaba que los fideicomisos servían a privados y no se conocía el verdadero manejo; lo cual no es mentira, pero la solución no es desaparecer el apoyo a investigaciones, más bien, no tendrían que estar en manos de privados.

Además, presumen su “compromiso” con el medio ambiente, pero recortan el presupuesto de investigaciones científicas de energías sustentables e invierten en megaproyectos ecocidas.

Objeción de Conciencia

También le preguntaron qué opinaba sobre a invalidación del artículo de la Ley General de Salud, en el que se establece el derecho de “objeción de conciencia” para el personal de salud cuyas creencias religiosas les impiden participar en un aborto. Como ha pasado en otras ocasiones, contestó que no iba a opinar al respecto, “no me lavo las manos, sencillamente creo conveniente que, en un tema de esta naturaleza, el presidente no tome partido”.

El poderoso movimiento de mujeres ha tenido nuevas conquistas, como la despenalización en los estados de Hidalgo, Veracruz, Coahuila y Sinaloa. A pesar de que son pasos importantes frente a las leyes antiaborto, no podemos bajar la guardia pensando que las instituciones respondan por nuestros derechos.

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Juicio a ex presidentes

Por otra parte, le pidieron al presidente claridad con la cuestión de juicio a expresidentes. Con la suma de 6.5 millones de personas a favor del juicio, respondió que no habrá denuncias “porque estamos viendo más hacia adelante... antes robaban los altos funcionarios públicos y se les aplaudía, ahora el corrupto es mal visto”. También afirmó que ya no es necesaria la cárcel pues, es peor “el desprecio social, el prejuicio popular”.

La consulta fue lanzada por el presidente para que el pueblo se pronuncie contra el papel que han jugado los gobiernos anteriores conocidos por la corrupción, los fraudes, la liquidación de derechos sociales, el aumento de la violencia. Pero durante su mandato las cosas no han cambiado.

La violencia continúa en aumento por la militarización creciente en todo el país; los feminicidios se han disparado, los asesinatos a defensores de la tierra, a periodistas, a migrantes tampoco han cesado. La educación se ha visto cada vez más golpeada, como los recortes presupuestales –por ejemplo, las rurales, quienes recibirán el 95% menos que en años anteriores-, los despidos a docentes y el poco apoyo que ha habido en plena pandemia para que todos y todas las jóvenes cuenten con las condiciones y materiales necesarios para continuar con los estudios. La austeridad republicana llegó a levantar una oleada de despidos y precarización laboral, además de legitimar el outsorcing u otros tipos de subcontratación.

Ha sido una estrategia para fortalecer su gobierno ante sus contrincantes, dar más fuerza a las instituciones del régimen -las cuales siguen siendo corruptas y antidemocráticas- y contener el descontento de la población ante las barbaridades que han cometido gobiernos anteriores. Pero éstas no se resuelven con la misma cucharada, o sea desde el gobierno federal y sus partidos.

Sólo se puede enfrentar a la derecha apelando a la movilización obrera y popular en las calles y no pactando e integrándolos al gobierno.