Este lunes se realizó la marcha a tres años de la muerte de David Ramallo de la línea 60, Diego Soraire del INTA y Richard Alcaraz, trabajador de la construcción. Pero no son casos aislados, todos los días se suman familias que lloran la muerte evitable de un ser querido.
Lunes 9 de septiembre de 2019 23:09
A pesar de la lluvia, como todos los 9 de Septiembre desde las 9 de la mañana nos empezamos a encontrar en la cabecera de Barracas. Llegan choferes, trabajadores de limpieza, administrativos de la línea 60, familiares de compañeros, trabajadores del SUTNA, docentes, del Hospital Garrahan. Los compañeros del sector técnica, sector donde trabajaba David Ramallo llegan al horario fijado su familia para la misa en su nombre. Todos abrazamos en un profundo silencio a la familia, que hace 3 años, todos los días extraña a su hijo, papá, hermano, tío, sobrino.
En un colectivo de la línea 60 que empezaba su recorrido viajamos hasta el INTA. Ahí estaban los familiares y compañeros de Diego Soraire, que la misma mañana perdía su vida por la misma desidia patronal. Mismo día en que tuvimos que lamentar la muerte de Richard Alcaraz, trabajador de la construcción. Allí comenzaron a tomar la palabra familiares de víctimas de asesinatos laborales, compañeros y organizaciones solidarias y siguió la marcha hacia la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) a entregar reclamos sobre condiciones laborales desde distintos sectores de trabajadores.
En la puerta del organismo que debería controlar el cumplimiento de las medidas de seguridad en los lugares de trabajo se leyó el documento de Basta de Asesinatos Laborales, colectivo que surgió de la movilización los tres sectores que perdieron compañeros aquel 9 de Septiembre. Allí expresan: “No son casos aislados; son parte de los más de 400 muertos por año en ’accidentes’ laborales, a los que hay que sumar más de 600 incapacitados por año -contando sólo a las y los trabajadores registrados. Sabiendo que las y los trabajadores en negro cuentan con aún peores condiciones laborales, podemos afirmar que las cifras reales son alrededor del doble.”
También tomaron la palabra los familiares y compañeros de víctimas de la desidia patronal. Entre ellos los de Mechi Cantero, el padre expresó “porque a mi no me importa si está Macri o Cristina o lo que sea, a mi hijo lo mataron, fue asesinado en el trabajo. Yo Daniel Cantero no tengo miedo, ni mi señora. Porque tenemos fuerza, yo no perdí la dignidad. Y los políticos perdieron la dignidad, se cagan los unos a otros y los pobres obreros seguimos sufriendo. Pero se va a acabar.” La madre contó que “quedó atrapado en una máquina engrasadora de la cintura para abajo.
Lamentablemente esta máquina estaba descompuesta sin seguro desde hace más de diez años. Lo mandaron a engrasar sin experiencia, sin preparación ni nada por el estilo. Por eso mismo les digo, eso no es accidente laboral, esto es asesinato laboral, directamente… Si alguien que llega al poder puede decir estamos haciendo las cosas mal tendrían que ver uno a uno los casos de los que fallecieron. Lamentablemente, no lo hacen. Llegue el que llegue arriba siempre hacen lo mismo… Apoyan a los empresarios, apoyan a los tienen plata. A los obreros, a los empleados, a los maestros y a todos los que estamos abajo, los que levantamos el país nos tienen como si fuéramos esclavos…”
A su vez, la novia de Mechi finalizó denunciando “a la fábrica SEIN & Cia, que es donde Brian fue asesinado, a los dueños de la fábrica Mario y Facundo Expósito. También queremos denunciar a la Municipalidad de Florencio Varela a cargo de Watson que quiso gestionar en Noviembre un subsidio para que la familia de Brian se calle. También al mismo tiempo tirarle la bola al Ministerio de Trabajo que no se hace cargo, que no hizo las inspecciones necesarias. Después de un año quieren hacer una inspección en la fábrica donde murió Brian. Recuerden todos: SEIN que está ubicada en Florencio Varela, Watson que ahora está de candidato a intendente es un asesino, un encubridor, Vidal también es una encubridora y una asesina, Macri también es un encubridor y asesino. Pedimos justicia pero que caiga todo el aparato del estado. Desde el Ministerio de Trabajo hasta el presidente porque son todos responsables.”
Eva Puente, la mamá de David Ramallo tomó la palabra para recordar que “el estuvo denunciando que en el lugar donde estaba trabajando, el elevador estaba funcionando mal. Pero bueno, después de que pasó lo de David quedamos toda la familia destruida… David era una persona que se levantaba a trabajar todos los días, no le importaba si estaba enfermo, nunca le importó, se iba con ese resfrío, nunca faltó… David no merecía esto, él hizo la denuncia del elevador que se trababa. Dijo que ese elevador estaba funcionando mal y fue ese elevador el que lo mató. Muchos dicen que es un accidente, pero no, es un asesinato… El lugar donde estaban trabajando no estaba habilitado y de eso la empresa tiene la culpa, ellos son culpables de todo esto…”
Concluyó: “A partir de ahí nosotros decidimos que el 9 de Septiembre tenía que ser el día de justicia, de Basta de Asesinatos Laborales. Lo único que pido es que nos acompañen porque esta lucha es para nuestros hijos, para nuestros nietos, para un futuro adelante… A partir del fallecimiento de David hubo 10 compañeros despedidos y a partir de ahí empezaron a despedir compañeros. Hoy en día son perseguidos porque están despidiendo uno por semana. Y tenemos también 5 compañeros que los han procesado. Por eso también estamos pidiendo para el 20 de Septiembre vamos a hacer una marcha grande a Tribunales. Esos compañeros hay una posibilidad que vayan a la cárcel, simplemente por pelear por otro compañero y eso no es justo.
También se hicieron presentes Alejandrina Barry, de la Comisión contra la violencia institucional que preside Myriam Bregman en la Legislatura porteña y Bárbara Acevedo del Hospital Garrahan para expresar la solidaridad de la lucha de las familias, compañeros y amigos.
La exigencia de justicia se mantiene en alto hoy más que nunca. En una situación en la que el ajuste del FMI viene a degradar las condiciones de vida de millones de familias y la reforma laboral a precarizar mucho más a los trabajadores se plantea la pelea por los que ya no están. Pero también por impedir que el ajuste se lleve nuestras vidas, la pelea por ponerle un freno a la desidia patronal, estatal y gubernamental que hace que un trabajador muera cada 20 horas.