A eso de las 21:00, el presidente Gabriel Boric, se refirió a través de cadena nacional, a la cuenta publica efectuada durante la mañana, enfatizando en ciertas temáticas de interés, con tinte de modernización, pero no tocan en ninguna medida los pilares del modelo económico, político y social de la dictadura.
Jueves 2 de junio de 2022
El día de ayer, el presidente Gabriel Boric se comunicó hacia la población, vía cadena nacional, reforzando una serie de aspectos a los cuales se refirió previamente en su primera cuenta pública, efectuada en el Congreso Nacional.
Es así como el mandatario dio su “visión de patria a futuro”, pero enfatizando también, en las 100 medidas a propósito de las “urgencias del presente”, en la búsqueda de “un país más justo para todas y todos”.
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Una de las primeras temáticas en las que se detuvo, fue en la reforma tributaria que debiera ser votada en el parlamento próximamente, cuyo objetivo es financiar todas las reformas de fondo. En palabras del propio presidente “una reforma que no será en contra de nadie, sino a favor de Chile”. Una mera generalidad que desdibuja la materialidad política de su aplicabilidad, desvaneciéndose en la abstracción de lo social, sin decir absolutamente nada.
Posteriormente, pasó a referirse a la nueva reforma al sistema de pensiones ya que de acuerdo al propio presidente, el actual modelo de AFP no es capaz de conseguir, y enfatizando en que la reforma no tocará los fondos de ninguna persona. Un claro guiño de paños fríos, frente a la ofensiva de la derecha en esta materia. Sin embargo, sería bueno preguntarse qué reforma tiene en mente, cuando lo más auspicioso que ha manifestado el gobierno, es una pensión básica de $250.000. Simplemente indignante.
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Prosiguió así refiriéndose a un nuevo fondo universal de salud de acceso digno en el que toda persona reciba “el mejor tratatamiento”, que se suma a su propuesta de copago cero en los fondos C y D de Fonasa.
Así también se refirió a la implementación de su plan “Chile Apoya” el cual se ha orientado a una disminución en el precio de la parafina, y la “histórica alza” del salario mínimo, recalcándolo orgullosamente como un acuerdo conseguido entre empresarios, trabajadores y el gobierno. Un sueldo mínimo de $400.00que todas y todos los analistas económicos refieren como absolutamente insuficiente frente al contexto de inflación, y alza en el costo de la vida.
Pero también en materia de seguridad, uno de los aspectos más polémicos que se ha venido generando durante el último tiempo a propósito del rol del gobierno, el presidente no escatimó en enarbolar una política que refuerza la legitimidad de la violencia estatal detentada principalmente en el aparto policial de Carabineros, como una justificación en nombre de la tranquilidadde la ciudadanía.
“Utilizaremos todas las herramientas del Estado para garantizar que en cada lugar de nuestra patria podamos caminar en paz” refirió el presidente, quien durante su cuenta pública, sin ningún asco fue capaz de hablar de iniciativas de reparación y justicia hacia todas y todos quienes fueron violentados por el aparato represivo estatal durante la rebelión de octubre del 2019, al mismo tiempo que el principal responsable de la represión policial de Carabineros, Ricardo Yañez, hoy permanece como Director General de la institución.
En materia económica, una dimensión que también ha generado bastantes dudas, Boric apuntó a un “nuevo modelo de desarrollo de crecimiento inclusivo, sustentable y ecológico”, agregando que lo que busca el gobierno es “un Estado emprendedor que apoye activamente a las Pymes, garantice el trabajo decente, reduciendo la jornada laboral a 40 horas, promueva el diálogo social, y que traspase competencias a las regiones”, un discurso de modernización, que endulza y humaniza el sistema de explotación en el que vivimos, sin apuntar a las problemáticas de fondo.
Por último, terminó refiriéndose a la creación de la Empresa Estatal del Litio, y al sistema de conectividad, liderado por la iniciativa de nuevos proyectos ferroviarios como el tramo se Santiago- Valparaíso, y Chillán Concepción, con la frase “Trenes para Chile”.
Claramente esta jornada tuvo como propósito intentar empalmar discursivamente con las expectativas de amplios sectores, reforzando ciertas promesas hechas por el mandatario al comienzo de su gestión, que en cuanto a una mejora en materia de derechos sociales, solamente ha conseguido quedar en el terreno de los simbolismos, a diferencia de la derechización en su política de seguridad, marcada por el sostenimiento de la militarización en el Wallmapu, y el apoyo irrestricto a los aparatos represivos del Estado, como es el caso de Carabineros y Fuerzas Armadas.