Jueves 11 de septiembre de 2014
El trece de octubre pasado, los trabajadores de Panrico en la planta de Santa Perpetua de Sabadell (Catalunya), decidieron en asamblea convocar una huelga indefinida contra la medida de la empresa de no abonar los salarios de septiembre. Sin embargo esta medida de la empresa, escondía detrás un plan de viabilidad mucho más ambicioso y sangrante contra los trabajadores.
La empresa quería imponer despidos a través de un ERE (Ente de regulación de Empresa) que afectara a 756 trabajadores de todas las plantas que tiene la empresa en el Estado español y unas rebajas salariales del 18 y 15% entre 2013 y 1014. Es así que las trabajadoras y trabajadores de Santa Perpetua empezaron una lucha que se convirtió en el conflicto de resistencia obrera más larga y heroica desde el fin de la dictadura en todo el Estado.
En este marco la empresa presentó una demanda el pasado mes de diciembre por "huelga ilegal y abusiva" contra la comisión interna de la planta de Santa Perpètua, el comité de huelga de la misma, las secciones sindicales de CCOO y UGT de la fábrica y las federaciones agroalimentarias de ambos sindicatos.
Siete meses después de celebrarse el juicio sobre la legalidad de la huelga, el juzgado de lo social de Sabadell hizo pública la sentencia que desestima la demanda de la empresa y dictamina que la huelga era legal, dando la razón a los trabajadores de la planta de Santa Perpetua.
Esta sentencia confirma que los trabajadores y trabajadoras de Panrico llevaron a cabo una huelga totalmente lícita contra los planes de la empresa. Así lo ha dictaminado la jueza de lo social de Sabadell, rechazando que las ampliaciones de los motivos de huelga fueran nuevas convocatorias, absolviendo por tanto a los demandados a los que se les solicitaban cinco millones de euros por daños y perjuicios.
Y señalando por otra parte que la empresa vulneró el derecho fundamental de huelga, llevando a Catalunya los productos fabricados en el resto del Estado durante toda la huelga; por lo que la Generalitat en su momento sólo impuso sanciones económicas irrisorias y que jamás llegó a aplicar.
Esta resolución fue celebrada por los sindicatos, mientras que la dirección de la empresa ya comunicó su intención de apelar la sentencia al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).
La imparcialidad de la justicia
Esta sentencia llega casi tres meses después de que la huelga finalizara el 13 de junio. En las palabras de los asesores jurídicos de la empresa, hoy la sentencia es "irrelevante" a efectos del día a día de la compañía, porque la huelga "fue esconvocada y terminó", y han confiado en que finalmente el TSJC la declare nula.
Durante la huelga los trabajadores ya habían denunciado la intención política del gobierno Catalán de bloquear y retrasar la sentencia que rechaza que la huelga sea ilegal y admite la vulneración del derecho de huelga por parte de la empresa. Una medida que permitió a la empresa poder seguir llevando a cabo sus planes sin trabas judiciales.