El 8-N es una fecha importante en el proceso de resistencia del pueblo catalán contra la ofensiva represiva del Estado, es decir, contra el golpe de estado de facto del gobierno y los partidos que lo apoyan.
Miércoles 8 de noviembre de 2017
Foto: EFE
El 8-N es una fecha importante en el proceso de resistencia del pueblo catalán contra la ofensiva represiva del Estado, es decir, contra el golpe de estado ‘de facto’ del gobierno y los partidos que lo apoyan contra el govern de la Generalitat y el parlament de Catalunya, en defensa de las libertades democráticas y por la libertad de los presos políticos.
En una situación mucho más grave desde el punto de vista democrático que la del 3 de octubre (aplicación del artículo 155, encarcelamientos y citaciones judiciales, campaña contra la escuela catalana y el profesorado, agresiones fascistas…) que exigiría que los sindicatos mayoritarios y los partidos que se reclaman defensores de la soberanía y de las libertades se pusieran al frente de la movilización, el principal dirigente de Catalunya en Comú se desmarca argumentando que la movilización no será ni “masiva” ni “inclusiva“, lo que en todo caso está por ver.
Pero, más allá de la crítica por la forma en qué se ha convocado la movilización ¿Por qué Barcelona en Comú no les propone a los dirigentes de CCOO y UGT, a los cuales se plega, que se pongan al frente de la movilización? ¿Por qué CCOO y UGT han rechazado convocar huelga general en la Taula per la Democracia (¡en nombre de no perjudicar a la economía!, argumento habitual de la patronal ante cualquier huelga), mientras la ANC y Òmnium, miembros también destacados de la misma, sí le dan apoyo? En realidad, en palabras del propio Domènech, si la huelga general del 8-N no es “masiva” ni “inclusiva” será porque CCOO y UGT ni ‘comen ni dejan comer’, es decir, no están dispuestos a convocarla ni a darle apoyo si son otros quienes la convocan (ya el 3 de octubre convocaron un remedo de huelga general en forma de “paro cívico” testimonial que había que negociar en las empresas, a remolque de la verdadera huelga general convocada por el sindicalismo alternativo).
Unos y otros -CCOO, UGT y Barcelona en Comú- intentan ‘nadar y guardar la ropa‘. Pero la situación, con la potente escalada autoritaria y antidemocrática del Estado, demanda hacerle frente paralizando la economía, enfrentando la desenfrenada ofensiva represiva del gobierno con la huelga general. Y el 8-N, formalmente convocada por la Intersindical – CSC porque los sindicatos que más responsabilidad tenían no lo hicieron entonces ni quieren hacerlo ahora, es un primer paso en esa movilización, como han entendido los Comités de Defensa de la República, el movimiento estudiantil o algunos sindicatos alternativos.
Lamentablemente su posición -la de CCOO y UGT en la que se escuda Domènech para no dar apoyo al 8-N- contribuye, y no es la primera vez, a debilitar el proceso de resistencia… por lo que Rajoy, y tras él el régimen borbónico, las grandes empresas y la banca, los partidos del 155 y todo el bloque monárquico, les estarán muy agradecidos.
Xavier Domènech, el coordinador general de Cataluña en comú y probable cabeza de lista de la más que probable candidatura conjunta con Podemos tras el cese/dimisión de Fachin, ha afirmado que su formación política “siempre” da apoyo a las movilizaciones sociales, pero ha apuntado que la huelga general en Cataluña prevista para este miércoles para protestar por la “regresión de derechos sociales” sólo ha sido convocada por un solo sindicato, la Intersindical-CSC.
Domènech ha aclarado que dan su apoyo a las movilizaciones “inclusivas y masivas” convocadas y con el apoyo de la Taula per la Democracia. Sin embargo hay que aclarar que, aunque es cierto que CCOO se ha desmarcado con cierta ambigüedad, otros sindicatos, como la COS y la IAC (que incluye a la USTEC, sindicato mayoritario en la enseñanza pública) y entidades soberanistas la ANC y Òmnium (ambas miembros destacados de la Taula per la Democracia) y los CDR sí que la apoyan.
CCOO y UGT han mantenido una posición de rechazo, aunque matizado, a la huelga general del 8-N. Así en declaraciones a Catalunya Ràdio, el secretario general de la UGT en Catalunya, Camil Ros, ha explicado que en este sindicato “hay gente que quiere hacer huelga y otros que no quieren hacer“. Por su parte, la portavoz de CCOO en Catalunya, Montse Ros, ha explicado que trabajan para encontrar una movilización “más amplia” que pueda permitir “sacar de la prisión” a los líderes del ANC y Òmnium y los ocho consellers destituidos.
Delante del anuncio de huelga de la Intersindical, que hace un llamamiento al paro de país el próximo 8 de noviembre, tanto CCOO como UGT coinciden en que la respuesta tiene que ser “la más amplia posible”. Ros ha explicado que este viernes hay una reunión de la dirección en que se irá concretando la posición del sindicato, que todavía no está definida. El secretario general ha apuntado que el “camino” es “encontrar una respuesta lo más amplia y plural posible“, como por ejemplo el paro de país del 3 de octubre.
“Estamos muy fastidiados y muy tocados pero creemos que hace falta una respuesta serena“, ha añadido Ros, quien ha hecho una mención especial a Dolors Bassa, que fue secretaria general de la UGT en las comarcas gerundenses. Por su parte, la portavoz de CCOO Montse Ros ha dicho que en el sindicato están muy “preocupados e indignados”, ya que nos hallamos ante un proyecto “autoritario no solo para Catalunya sino también para España y para Europa”. La portavoz ha afirmado ha añadido que se trata de un problema “que supera de mucho el ámbito laboral y no nos gustaría que incrementara el grave problema laboral que ya tenemos“.
