¿Quién de nosotros no ha escuchado: “¿qué tal la chamba?” o “¿ya te vas a chambear?”
Viernes 16 de agosto de 2019
El término es muy utilizado en México y tan característico que el grupo Café Tacvba la utilizó en una de sus canciones, junto a muchas otras palabras peculiares que también se utilizan en el país, principalmente en la capital. Sin embargo, también se reporta su uso en otros países de Centroamérica y Ecuador.
Ya chole chango chilango
Que chafa chamba te chutas
No checa andar de tacuche
Y chale con la charola
La palabra parece surgir durante los años 40, época en la que existía un acuerdo entre el gobierno mexicano y el estadounidense para que los mexicanos trabajaran en el país del norte durante un lapso de tiempo determinado, esto, producto del déficit de trabajadores en EEUU por su intervención en la Segunda Guerra Mundial.
Por esto, los trabajadores que terminaban su periodo de trabajo se dirigían a las Chambers of Commerce (cámaras de comercio) para solicitar que se ampliara el plazo de trabajo. La palabra fue retomada entre los trabajadores que predominantemente trabajaban de braceros en el campo, por esto al acuerdo se le denominó Programa Bracero, iniciado en 1942.
Por el desconocimiento del inglés y las formas simples que utilizaron los trabajadores para nombrar lo que les sucedía, la palabra adoptó su forma mexicanizada.
Sin embargo, curiosamente, la Real Academia Española registra la palabra chamba desde 1884, que significa "chiripa" palabra también utilizada en México para expresar algo fortuito como: "ganó de chiripa". Pero el origen de este significado deriva de la palabra Chambao del portugués antiguo.
Parece que se trata de un casualidad, de términos homónimos con significado y origen distinto, quizá más que casualidad se trata del ingenio mexicano.
Chamba se convirtió en un sinónimo de trabajo, así como chambear de trabajar o chambeador de trabajador; así podríamos seguir con una larga lista de formas –entre sustantivos y verbos- en que se ha convertido la palabra.
Por supuesto no es casual que chambeador se utilice en México de manera generalizada, pues realmente los mexicanos somos los trabajadores que laboran más horas por año en el mundo, ocupamos el primer lugar en el conteo; claro, con salarios de miseria, sino no se explican los más de 55 millones de pobres, principalmente mujeres y niños.
A pesar de todo el trabajo que realizamos, no ganamos lo suficiente para vivir una vida digna, ahí se desmiente el mito de que "el que es pobre es porque quiere", porque aún rompiéndonos la espalda cada día, no logramos llegar a fin de mes. Por supuesto esta situación sólo es reflejo de ser la mano de obra más barata -disputándole el lugar a China-.
Tampoco es casual que desde entonces el gobierno estadounidense se beneficiara de la mano de obra mexicana, como lo hace ahora con los trabajadores migrantes provenientes de una gran cantidad de países latinoamericanos (claro, con salarios miserables), beneficios que no se reflejan discursivamente en los mensajes xenófobos y antiinmigrantes de Donald Trump, pero se trata de pura falsedad, sino pregúntenle con qué manos se construyó la Trump Tower.
Laura Aparicio
Agrupación de Mujeres Pan y Rosas México