A pocos días de enterarnos de la suspensión del concierto que Manal iba a realizar en el Gran Rex el 4 de Mayo y a la vez de una gran gira por todo el país, el legendario y acaso más importante guitarrista de Rock y Blues de nuestro país habló con La Izquierda Diario.
Miércoles 12 de abril de 2017
Estás por realizar en nuestro país una nueva gira en la que recorrerás gran parte del mismo. ¿Qué es lo que te motiva a girar? ¿Te considerás un hombre de la ruta?
CG- En la época fundacional de nuestro Rock, el circuito de actuaciones se limitaba a la Capital y alrededores. Muy raramente se iba a Rosario, Mar del Plata y Córdoba, nada más. Con Manal y La Pesada no recorrimos casi nada de nuestro país. Estas giras que realizo anualmente desde 2009 me han permitido, en primer lugar, descubrir el Interior de Argentina, conocer su hermosa geografía y su maravillosa gente; y en segundo lugar, constatar que el movimiento musical que iniciamos hace 50 años prendió, enraizó en todo el territorio y ya es parte legítima de nuestra cultura. Cada nueva gira es una sucesión de viajes y experiencias fascinantes. No sé si soy un “hombre de la ruta”, pero disfruto mucho viajando, conociendo y tocando en lugares perdidos y distantes. Espero ansiosamente, cada año, ponerme las botas y tomar el camino...
¿Cómo fue dándose tu vínculo con el Blues y el Rock desde tu infancia? ¿A qué edad tomaste conciencia de que querías ser guitarrista?
CG- Con la adolescencia me interesé por la música bailable, porque era la mejor manera de conocer chicas. De esa forma, entré en contacto con el Rock, pero también con artistas como Ray Charles, enterándome que existía un género llamado Rhythm and Blues. Leyendo revistas importadas y escuchando programas de jazz en la radio supe que esas músicas provenían de una misma fuente, el Blues. Enseguida me apasioné por sus sonidos y conocí a los pioneros del Delta del Mississippi, Texas y más tarde Chicago. En aquellos años de The Beatles, los Rolling Stones y Dylan, la guitarra era el instrumento por antonomasia, como también lo era en el Blues; así que me decidí a comprar una eléctrica (directamente, sin pasar por la de palo) y, como no había nadie que conociera o tocara Blues en Argentina, tuve que arreglarme para aprender de forma autodidacta. Tenía 16 años.
Formás parte en España de un muy buen programa de radio dedicado al Blues, ¿cómo se generó dicho programa?
CG- Siempre me apasionó la Radio. Hacia fines de 2012 presenté a Radio Círculo, una emisora perteneciente al Círculo de Bellas Artes de Madrid -entidad cultural con más de un siglo de historia- un proyecto de programa dedicado al blues. Les encantó, lo aceptaron y me dieron un espacio de dos horas semanales para realizarlo. Lo llamé La Cofradía del Blues y me puse a trabajar en su preparación. Invité a colaborar a Ramón del Solo, un hombre poseedor de experiencia radial que sabe mucho más que yo sobre el Blues y su historia, a mi nieto Adrián Lattes, apasionado por el Soul, y a Carlos Diez, otro gran conocedor del tema que, debido a sus ocupaciones, en la actualidad colabora menos frecuentemente. Desde entonces el programa se emite online mostrando el blues en todas sus facetas, sin prejuicios, desde las más folclóricas hasta el rock, el jazz y la música sinfónica de Gerschwin. Yo dirijo y conduzco el programa, Ramón aporta la mayoría de los invitados que entrevistamos y tocan en directo, y Adrián suma su sección “Soul Parenthesys” y opera los controles en las grabaciones en vivo. Hoy estoy armando el programa nº 80, con el cual totalizo ya 160 horas de emisión dedicadas al blues, cuyos podcast pueden ser escuchados gratis por todos los fans del mundo. Es un trabajo apasionante...
Hace unos años salieron reeditados tus discos Convocatoria 1 y 2 en formato de CD doble. ¿Cómo pudiste juntar a tan buenos artistas a acompañarte? ¿Hay posibilidad de que salga un volumen 3 próximamente?
CG- Convocatoria fue un gran trabajo de producción de Alejo Stivel, quién junto a Ariel Rot (ambos argentinos) formaron hacia fines de los ´70 el grupo Tequila, pionero del rock en España. Uniendo nuestros respectivos contactos y relaciones, fuimos capaces de convocar a los más destacados artistas (sobre todo cantantes) de Argentina y España. Dedicamos casi dos años a grabar las bases en ambos países, buscando siempre lograr un alto nivel de calidad, para construir un álbum doble. Formamos el repertorio con temas de mi historia artística, desde Manal hasta mis discos como solista; obras de otros grandes del rock argentino, como Pappo, Spinetta y Nebbia, y también compusimos temas nuevos con los artistas españoles. La lista de colaboradores es impresionante, desde Charly a Gieco, Alejandro Medina y Claudia Puyó, hasta Sabina, Fito y Calamaro. Todos participaron encantados, porque creíamos que ese disco inauguraría un ciclo de colaboraciones rockeras y bluseras hispano-argentinas que, lamentablemente, no se dio. Eso lo convierte, al final, en un documento único, muy bien logrado en mi opinión, de una época de mucha conexión entre la música popular de ambos países. Fue una epopeya gigantesca realizarlo, y no tengo previsto volver a grabar un disco así...
¿Qué recuerdos tenés de las sesiones de aquel increíble disco de La bomba de Manal? ¿Cómo lo ves hoy a casi 50 años de su grabación? ¿Considerás a Manal como la gran banda fundacional del Rock Argentino?
CG- Hermosos recuerdos. Fueron quizás los momentos de mayor inspiración de mi carrera. Había buena onda entre nosotros, plena libertad para crear, ambición y toda la fuerza de la juventud. Yo tachaba mejor que ahora (sinceramente hablando) y me atrevía a hacer cosas que hoy no hago. Eso se nota en el resultado: un disco en el que todos los temas son buenos, una interpretación impecable de todos y una pureza de estilo que nunca más alcanzamos.
Luego de Manal editaste discos tuyos junto a La Pesada, y a la vez como sesionista también de la banda. ¿Considerás a La Pesada como una banda revolucionaria? ¿Se terminó La Pesada después del incidente en el Luna Park?
CG- La Pesada fue, sin dudas, revolucionaria. En todos los trabajos que hicimos había una libertad y una espontaneidad extraordinarias, más aún que en Manal, porque los arreglos de los temas prácticamente se improvisaban en el estudio. Mis dos discos como solista me gustan mucho, y lo que logré hacer en algunos temas me parece aún hoy vanguardista. La Pesada no se terminó después del incidente del 20 de octubre de 1972 en el Luna, lo que se terminó fue el país...
Hablando de Manal, ¿qué podés comentarnos acerca de la suspensión del concierto del Gran Rex? ¿Qué significó para vos ese reencuentro de 2014 que quedó registrado en el disco y DVD?
CG- Muy poco. La productora decidió cancelarlo por diversas razones que desconozco. Creo que son ellos, los organizadores, los que tienen que decir qué les pasó. El encuentro de 2014 fue bueno y el resultado que se convirtió en un CD/DVD y un gran libro de fotos maravilloso. Gran producción del Corcho Rodríguez.
¿Qué podés comentarle a tus fans y a los fans de Manal sobre lo ocurrido? Imagino que es mucha la gente que se quedó con ganas de verlos juntos sobre un escenario. ¿No hay tiempo de más?
CG- Me apena mucho que no se haya podido hacer el concierto, porque de alguna forma fui el que más insistió en su realización. Probablemente aquel de 2014 haya sido (ojalá que me equivoque) el último trabajo de Manal.
¿Cómo ves el Rock en este siglo XXI? ¿Es un género ya clásico como lo es la música clásica? ¿Sigue habiendo una evolución? ¿Se ha perdido algo?
CG- No conozco lo suficiente el Rock que se hace hoy como para emitir juicios tan serios. Creo que aún sigue evolucionando, aunque raras veces escucho cosas que me parezcan realmente novedosas. Se toca bien, se graba bien, se actúa mejor que nunca, pero falta quizás la pasión que vivimos en la década del ´60, en la que se sentía que nuestra música estaba cambiando el mundo. Tal vez tiene que surgir algo nuevo, para que el Rock se convierta de una vez en algo antiguo, porque realmente ya tiene muchos años y es hora de cambiar.
Volviendo a esta gira que darás desde Mayo por el país, ¿tocarás en cada punto de la gira con músicos locales? ¿Qué nos podés contar del taller de Blues que darás en La Usina Del Arte?
CG- En cada región tocaré con una banda local. Es la única forma de viajar por lugares tan distantes con el bajo presupuesto del que dispongo. Eso, sin embargo, me permite conocer músicos de todas partes, algunos muy buenos, y me obliga a ser flexible con los arreglos de los temas, generando siempre nuevas experiencias.
El Taller que realizaré en La Usina del Arte será un trabajo de combo en el que enseñaré a los participantes diversas formas de blues y su tratamiento en géneros diferentes, como el rock y el jazz, por ejemplo. Además, aplicaré los contenidos de mi libro Armonía Funcional, para que los participantes puedan entender mejor los secretos del Lenguaje del Blues. ¡¡¡Va a ser muy bueno, me parece!!!