El día de hoy se reunirá la Asamblea de profesores de la UNAM, es necesario abrir una discusión respecto a cómo nos organizamos los profesores para luchar por mejores condiciones laborales.
Viernes 14 de junio de 2019
El día de hoy se vuelve a reunir la asamblea de profesores que a lo largo de estos meses se ha constituido como referente para un sector de académicos y que hoy discute centralmente la constitución de un sindicato independiente al STUNAM y al APAUNAM.
La asamblea de profesores es expresión de un intento organizativo por parte de la planilla académica de la UNAM, a lo largo de sus reuniones ha tenido mayor participación que la que en las últimas semanas ha llegado al espacio y ha discutido como punto central qué camino seguir para organizarnos en contra de la precariedad laboral y los bajos salarios.
En las últimas reuniones de este espacio y como resultado de una encuesta poco explicada a la base académica, se ha tomado la decisión de constituir un nuevo sindicato en la UNAM, si bien creemos que es muestra de avidez por organizarnos, consideramos que ese camino tiene muchas limitantes y queremos de manera fraterna mostrar nuestras diferencias con el ánimo de nutrir la discusión y sobre todo, de aportar elementos para los casi 42 mil académicos de la UNAM.
Varios compañeros han mostrado una dura crítica al STUNAM, diciendo que su dirección sindical es charra y que sería un gran error encasillar a los académicos en el manto de Agustín Rodríguez que poco y nada ha hecho por los académicos. Creemos que estas afirmaciones son correctas, pero que dejan de lado en primer lugar la crítica al APAUNAM como sindicato blanco al servicio de las autoridades, que por años ha servido para evitar la organización de la base académica y que ha dejado pasar todo plan de precariedad, a este sindicato es al que los académicos en definitiva tenemos como enemigo.
En segundo lugar, si bien es cierto que la dirección del STUNAM jamás ha tenido la decisión de apoyar a los docentes más allá de las formalidades que se tienen en los congresos con las mesas de académicos, también es cierto que no podemos dejar de lado la enorme fuerza de los miles de trabajadores administrativos entre los cuales hay también crítica hacia su dirección. Creemos que la posición de algunos compañeros académicos mete en la misma bolsa la base trabajadora y a su dirección, lo que imposibilita ver que en el STUNAM la burocracia sindical es quien es enemiga tanto de la base trabajadora administrativa como de los académicos, cuestión que desprende tareas como la pelea contra la burocracia sindical de la roja para recuperar el sindicato.
Creemos que la propuesta que se hace desde la asamblea de profesores en primer lugar carece de representatividad de la base académica. Esto, lejos de verse como un problema de democracia formal, tiene que ver con cuánta fuerza se constituirá del nuevo sindicato, ya que de aquí se desprende si verdaderamente este sindicato tendrá la fuerza necesaria para en primer lugar pelearle la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo al APAUNAM y en segunda para arrancar mejores condiciones laborales y salariales.
Por lo cual consideramos que la creación de un nuevo sindicato independiente sería un error, es impensable que la pequeña fuerza que logre acumular un sindicato independiente, sólo del sector académico pueda estar a la altura de la pelea por mejorar las condiciones laborales de los académicos. Además de que dividiría nuestras fuerzas como trabajadores partiendo la base académica y negándose a construir la unidad con los trabajadores administrativos, evitando dar la pelea por la recuperación de los sindicatos, cerrando la puerta a la discusión sobre la burocracia sindical y reduciendo la discusión de nuestras organizaciones sindicales a una simple toma de nota.
Recuperemos las mejores lecciones del sindicalismo universitario
La UNAM fue el escenario de uno de los procesos más importantes del sindicalismo universitario en los 70s con la construcción de un sindicato mixto, fusión entre el STEUNAM (administrativos) y el SPAUNAM (académicos) y que hacia los 80s la discusión en el sindicalismo universitario avanzó hacia la construcción del Sindicato Único Nacional de Trabajadores Universitarios, para lo cual el gobierno de José López Portillo impulso leyes para frenar la organización de los trabajadores de todo el gremio universitario, una fuerza capaz de pelear por mejores condiciones laborales y salariales, legislación que se sostiene bajo la cuarta transformación con la nueva reforma laboral.
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Esta herencia nos marca el camino de cómo construir una fuerza capaz de arrancar mejores condiciones laborales y salarias.
Nuestra propuesta como académicos de la corriente clasista Desde las Bases es afiliación masiva al STUNAM, sabemos que eso nos deja por delante la pelea con el aparato burocrático de la roja y de las corrientes de oposición que no plantean una alternativa combativa para el sindicato.
Por eso es fundamental que a la par de pelear por un sindicato mixto, construyamos una corriente de trabajadores administrativos y académicos con la suficiente fuerza como para llevar adelante una política que destrone a la burocracia del STUNAM y recupere el sindicato para los intereses e la base trabajadora.
Este año pudimos ver la histórica huelga que nuestros compañeros del SITUAM llevaron adelante, que nos dan como pauta las taras que tenemos en el sindicalismo universitario, confirmando el tope salarial por debajo de la inflación para todo el gremio, además de la imposibilidad del triunfo de nuestras luchas si luchamos de manera separada.
La máxima unidad debe concretarse en las principales universidades. El ejemplo del SITUAM como sindicato mixto ya tiene la cuña del SPAUAM impulsado por las autoridades y la reforma laboral que apuntala a que en gremios más que recuperar nuestros sindicatos de las manos de la burocracia, apuesta a fragmentar nuestra fuerza y dejarnos como única alternativa construir un nuevo sindicato que sea representativo sólo de un sector de la base trabajadora y no de todos nuestros compañeros. Es decir, sigue habiendo desde las autoridades y el gobierno federal una política para evitar la organización de los trabajadores por gremio.
Es por eso que consideramos un grave error la posición de un pequeño grupo de profesores que obvian estos factores e impulsan hoy la constitución de un nuevo sindicato que ni siquiera llegaría al centenar de afiliados al momento de su conformación.