Tras la ofensiva del Estado de Israel, millones de personas en todo el mundo han salido a protestar en contra de sus propios gobiernos, los cuales sostienen la política que dictan Estados Unidos y la Unión Europea. Mientras el repudio crece es necesario pensar en como llevar la organización a nuestras universidades.
Viernes 10 de noviembre de 2023
Con el respaldo del ejército más poderoso del mundo, el Estado de Israel avanza en el desplazamiento y exterminio de la población originaria de Palestina. Utilizando como excusa el terrorismo del gobierno teocrático de Hamás, el imperialismo valiéndose de todos los medios de comunicación oficiales, propagan un discurso de odio que tiene como objetivo justificar la masacre de más de 10 mil Palestinos, en su mayoría niñes.
La ocupación del territorio Palestino es la expresión más despiadada del capitalismo en su fase imperialista. El financiamiento del estado de Israel por parte de las grandes potencias, es un hecho que nos revela la capacidad del capitalismo para aniquilar una población, a diferencia de otros estados genocidas como lo fue el Nazismo, los agresores parecen actuar sin ninguna restricción por parte de otros países. La ONU, y otros organismos internacionales como la OTAN, sólo representan la política de Estados Unidos y la Unión Europea, haciendo que todo el mundo respalde las decisiones de estos gigantes. Todos los gobiernos que se dicen democráticos, exceptuando a Bolivia y Colombia, mantienen posiciones firmes en cuanto al apoyo irrestricto a Israel. Con lo anterior quiero decir que, si queremos frenar el genocidio que ahora ocurre en la franja de Gaza el primer paso sería romper relaciones económicas y comerciales con Israel, llamando a la movilización independiente de la clase trabajadora y sus aliados hasta que cese el fuego y caiga el Estado sionista.
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¿Hay una salida ante este problema?
La ocupación de Palestina ejemplifica con claridad la tendencia del capitalismo por asesinar etnias enteras, con la finalidad de acrecentar la propiedad y el capital de los grandes burgueses. Es por ello que no es posible terminar con el genocidio sin una perspectiva anticapitalista, a través de una organización internacional y con posición de clase, esencial en la lucha contra el capital.
La ocupación territorial y el despojo no es algo que sólo ocurre en Medio Oriente o África. El saqueo de recursos y la limpieza étnica se vive en todos los países dependientes y dominados. La gentrification con sus consecuencias, la especulación inmobiliaria y el encarecimiento de la vivienda son los ejemplos de un capitalismo, que como en Palestina, busca desplazar a la población pobre, trabajadora y racializada, para satisfacer el hambre del capital, la ganancia y la acumulación de los grandes empresarios valiéndose de los discursos religiosos, tanto del sionismo como del islamismo radical de Hamás.
Es por ello que, además de sumarnos a las movilizaciones internacionales, debemos llevar a las escuelas y a los centros de trabajo nuestra solidaridad con Palestina. Por medio del apoyo palestino también combatimos nuestro propio despojo y desplazamiento al que nos orilla el capitalismo.
De esta manera, te invitamos a sumarte a la Coordinación Universitaria en Solidaridad con Palestina, la cual tuvo su primera reunión en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM este jueves 9 de noviembre. En ella se resolvió:
- Realizar campaña gráfica
- Convocar a contingentes estudiantiles para las próximas movilizaciones
- Hacer un llamado a nutrir la coordinación universitaria
- Próxima reunión el 21 de noviembre en la explanada baja de la FCPyS a la 1 pm
Si te interesa sumarte, puedes contactarnos por aquí.
Históricamente, el movimiento estudiantil ha demostrado tener la capacidad de articular y sacar adelante consignas y peleas de movimientos sociales, de trabajadores e indígenas contra las atrocidades del capitalismo y del estado. Es por ello que es clave la movilización estudiantil como lo han hecho nuestros compañeros universitarios en Italia, exigiendo el cese al fuego. Esto puede ser un primer paso para incentivar a otros sectores, como son los trabajadores, que han demostrado tener la capacidad de frenar y bloquear el suministro de armas a Israel tal como lo hicieron Bélgica, Estados Unidos e Italia.
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Es necesario hacernos valer de todos los recursos posibles para llevar la discusión sobre cómo hacer carne el apoyo a Palestina a nuestros centros universitarios, abriendo el intercambio dentro de nuestros salones de clases, realizando asambleas y festivales que incentiven la discusión y nutriendo espacios de coordinación entre colectivos, organizaciones de izquierda, que se apuesten a extender estas acciones a otras universidades y centros de trabajo.
¡Extendamos la organización por una Palestina Libre y Socialista!
¡Rompamos relaciones diplomáticas y económicas con Israel hasta que caiga el Estado sionista!
