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Red Internacional
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Educación. Tercerización de la JUNAEB: ¿Programa de Alimentación Escolar (PAE) en crisis?

Hace pocos días, la Contraloría General de la República de Chile emitió informe evidenciado irregularidades en la implementación del PAE, situación alarmante de unos de los servicios que brinda 4 millones de raciones diarias a estudiantes.

Jueves 13 de julio de 2017

Presencia de bacterias en los alimentos, bajo aporte calórico, falta de condiciones sanitarias y de higiene, multas a las empresas subcontratistas que datan desde el año 2012 y entre otras irregularidades, son las que han evidenciado informe de auditoría sobre el programa de alimentación escolar (PAE).

Según Informe realizado por la Contraloría General de la República, ejecutado entre el 2015 y 2016 en la Región Metropolitana, el programa de Alimentación Escolar de la JUNAEB identificó diversas irregularidades en el control de calidad y cantidad de entregas de raciones entregadas a estudiantes, atraso en pago de multas y sanciones por concesionarias privadas, entre otros nudos críticos.

Puedes revisar aquí el detalle del informe.

El informe de la auditoría ordenó la realización de un nuevo sumario a JUNAEB, el cual estableció el inicio del cobro de los montos pendientes a las empresas subcontratistas. Además, es de considerar que en la Región metropolitana los establecimientos educacionales que se ejecuta el Programa de Alimentación Escolar corresponden a una cantidad de 1790.

El informe de la Contraloría ha evidenciado problemáticas que responden a irregularidades y/o fallas en la fiscalización y control del Programa de Alimentación, donde por ejemplo el 48% de los establecimientos educacionales no fueron fiscalizados en terreno por la JUNAEB.

Alguno de los resultados del informe señala posible incumplimiento de contrato de los servicios de alimentación al no ser revisados, incumplimiento sobre las raciones servidas a los estudiantes, falencias de control en variables críticas del programa de alimentación escolar, en la prestación del servicio por los concesionarios, sus operaciones logísticas. Sobre la entrega de alimentación sé comprobó la omisión de la aprobación por JUNAEB de las minutas en él 40% de los establecimientos visitados, vulnerando Io dispuesto en los términos de referencia.

Se observaron debilidades de control en la entrega de los productos alimenticios, carencia de equipamiento, falta de higiene en cocinas y .deficiencias en el almacenaje de materiales y alimentos. Así, en el 16% de los colegios de la muestra no realiza entrega oportuna de los alimentos; en el 28% de los productos alimenticios no se encontraban separados de otros elementos, y en el 8% se constataron frutas y verduras en mal estado.

Sobre las sanciones existen multas por incumplimiento de contratos, por percibir correspondientes a las empresas IBASA y SERCOMAULE, ascendentes a $ 320.241.666 y $ 635.343.680 millones de pesos, evidenciando aplazamiento extendido de cobros, incluso entre el 2012 a 2015, las multas ascienden a $ 324.427.221.

El organismo señala que hay una serie de multas cobradas sin recibir o que no han sido cobradas del periodo 2012 y 2015.

Sin embargo el director nacional de la JUNAEB, Jaime Toha, argumentó que en agosto de este año comenzará un control en la entrega de alimentos a través de un registro biométrico de las raciones.

En adición se reiteran deficiencias en los sistemas informáticos de caracterización de estudiantes que reciben beneficio, de cuantas raciones entrega por establecimiento educacional, falta de integración de los sistemas de información para la gestión del Programa de Alimentación Escolar

Hacia una estatización de la JUNAEB: Por el fin de la externalización de los servicios de alimentación escolar

La alimentación escolar desde sus orígenes de la JUNAEB ha existido en base de asegurar la permanencia de los estudiantes en los sistemas escolar. Entre los años 1965 y 1966 se inició el PAE basado en donaciones y alimentos naturales, cuya meta fue atacar los altos niveles de desnutrición existente en esas décadas.

En la década de los 80 la JUNAEB comienza a externalizar sus programas, incorporando la gestión de compra (licitaciones) de los servicios de alimentación a través de empresas concesionarias privadas.

La labor de brindar desayunos, almuerzo; en fin alimentación escolar hoy vemos que al ser una labor tercerizada , se encuentra abiertamente en crisis, mostrando las consecuencias de la educación de mercado cuando los derechos de los estudiantes son tomados por las consecionarias y empresarios.

La necesidad de que se termine con la subcontratación de las manipularas de alimentos y que las funcionarias se las reconozca como trabajadoras de la educación de los establecimiento educacionales municipales y particulares subvencionados, se vuelve una tarea urgente, un camino necesario para superar esta crisis de la JUNAEB, junto con la prioridad de que estos programas sean asumidas por el Estado, terminado de una vez por todas con la externalización de los servicios de alimentación, subcontratación que han llevado a seguir atropellando los derechos de los estudiantes de la educación y los derechos de las manipularas de alimentos, trabajadoras, muchas de ellas madres de hogar, expuestas a condiciones precarias, frente a la prepotencias de las concesionarias privadas que terminan descargando la responsabilidad en las trabajadoras, siendo que es responsabilidad del Estado garantizar el derecho social a la educación con un programa de alimentación escolar no focalizado, sino universal, con minutas nutricionales para los estudiantes y que estos, puedan acceder a un desarrollo integral del aprendizaje terminando de esta forma servicios de alimentación precario.

La precariedad de estos programas privatizados no se terminaran sino vuelven los liceos y escuelas al Estado, donde las trabajadoras manipuladoras de alimentos se les reconozca como funcionarias publicas, y se termine con la municipalización de la educación que mantiene vigente el mercado de la educación y la desigualdad en los establecimientos educacionales que atienden a estudiantes , en muchos casos en situación de pobreza y exclusión social.