Ante los persistentes pedidos de las juntas vecinales de rendición de cuentas y las distintas demandas al alcalde, Edgar Ramos,son casi 6 meses de conflicto en Achacachi. Continúan los arrestos a dirigentes vecinales por parte de la policía con la colaboración de sectores de los ponchos rojos.
Lunes 31 de julio de 2017
Los profesores y dirigentes vecinales, Pastor Salas y Gonzalo Laime, fueron detenidos el pasado viernes 28-julio en Achacachi, acusados por los “delitos de destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional, robo agravado, asociación delictuosa y asesinato en grado de tentativa”, porque presuntamente están implicados en los hechos de conflicto suscitados el 14 y 15 de febrero: Sin embargo, el Juez de la ciudad de El Alto que llevó la audiencia de medidas cautelares declinó su competencia al Juez de origen Celso Villalobos, de Achacachi, lo que derivó, además, en la suspensión de la audiencia por “acción de libertad” que debía definir la situación procesal de ambos implicados.
En este escenario, los dirigentes cívicos de Achacachi advirtieron el sábado pasado con un cerco a la ciudad de La Paz para exigir la libertad de sus dirigentes. Elsner Larrazábal, presidente del Comité Cívico de Achacachi, declaró a radio Panamericana.
El pueblo está enfurecido, rechazan la detención de los dirigentes y se ha auto-convocado, no se descartan medidas más radicales, veremos qué se determina con las bases en la asamblea de emergencia que se ha convocado.
Y remarcó según fuente de Infodiez.com del 29 de julio:
Esperemos que el Gobierno reflexione y no use y haga abuso de poder; no entendemos que se utilice las FFAA, a los Ponchos Rojos, para que ingrese la Parada Militar, sabiendo que hay casi seis meses de conflicto.
Larrazabal acusó al Gobierno de ejecutar una “cacería de brujas” contra dirigentes de Achacachi y advirtió que la población no permitirá ninguna detención porque tanto Salas como Laime, fueron aprehendidos por los mismos delitos de Esnor Condori, presidente de la Fejuve de Achacachi, quien fue cautelado y el juez determinó su detención domiciliaria.
Por su parte, Guido Salas señaló que su hermano, Pastor Salas, “nada tiene que ver con los hechos de febrero”, cuando los vecinos se volcaron contra la Alcaldía para exigir la renuncia del ejecutivo municipal.