Más allá de la nueva cocina acordada por los partidos del oficialismo durante la semana pasada, la incertidumbre permanece aún latente al interior del gobierno, de cara al plebiscito del 4 de septiembre. Ahora buscan tender puentes con la derecha y el rechazo, comprometiéndoles en caso de que gane la opción del Rechazo.
Jueves 18 de agosto de 2022
FOTO: La Tercera
El debate político de cara al plebiscito del 4 de septiembre sigue su curso, y cada vez con más incertidumbres que certezas.
Si bien la cocina acordada por los partidos del oficialismo, desde el Partido Comunista (PC) hasta el sector del Socialismo Democrático (SD), tenía como propósito apaciguar los ánimos al interior de las colectividades del gobierno, aún existen bastantes cosas que se mantienen en el aire, y dependiendo de voluntades totalmente ajenas.
Es claro que ni el Apruebo ni el Rechazo tienen la victoria asegurada, más allá de que encuestas como la CEP o CADEM den por triunfadora a la segunda opción, por lo que los partidos siguen efectuando sus jugadas, y buscando llegar al día de la votación, de la manera más indemne posible.
Tal es la desconfianza al interior del gobierno, que ya han manifestado que de no ser aprobada la Nueva Constitución, desde el propio ejecutivo se presentará ante el Congreso, una nueva propuesta de proceso constituyente, y lo que significa, por tanto, en los marcos del mismo régimen político de los 30 años, con sus partidos y sus representantes.
Sin duda, una situación tremendamente indignante en la que se encuentra el oficialismo, donde los propios ministros del gobierno, vienen realizando una serie guiños tanto a la derecha, como al sector del Rechazo en su conjunto, llamado directamente a que presenten sus propuestas, frente a un eventual triunfo de su opción.
Una muestra de esto han sido los llamados efectuados por el secretario general de la presidencia (Segpres), Giorgio Jackson, y la secretaria general del gobierno (Segegob), Camila Vallejo. En el caso del primero manifestando:
“Lamento que parlamentarios, en este caso de Chile Vamos, no quieran presentar propuestas respecto a las certezas que busca el país para el 5 de septiembre”, y agregando:
“hemos dicho de manera bastante clara y enfática que estamos disponibles como Segpres, como gobierno, para recibir las propuestas vengan de donde vengan”. Esto de acuerdo a lo signado por La Tercera.
En el caso de Vallejo también haciendo un llamado al acuerdo por parte de la derecha:
“le hemos pedido a todos los sectores y partidos promotores del Rechazo que ojalá puedan ponerse de acuerdo en un camino”, manifestó la vocera del gobierno.
Sin embargo, destacaron la iniciativa de los senadores de la Democracia Cristiana (DC), Matías Walker y Ximena Rincón, quienes presentaron un proyecto de apertura del proceso constituyente, que debiera ser liderado por el presidente Boric, y discutido en el Congreso. Una propuesta bastante acorde a lo que se viene formulando desde el Ejecutivo, al menos.
“Ellos vinieron, se acercaron, nosotros recibimos la propuesta, la valoramos. Y lamento que las otras fuerzas que hoy apoyan el Rechazo no estén presentándonos alternativas, porque Chile está buscando certeza. Desde la Segpres estamos abiertos a las propuestas vengan de donde vengan”, manifestó el ministro Jackson.
Después del 4 de septiembre: De la cocina al Congreso
Las diversas acciones y declaraciones desarrolladas por el gobierno, no han hecho más que mostrar su propia desconfianza, tanto en la Nueva Constitución, como en sus métodos para enfrentar a la derecha, cimentando así, ya no solo acuerdo entre los propios partidos de la “coalición”, sino también tendiendo una mano hacia la derecha y el rechazo.
Incluso referentes del Socialismo Democrático (SD), parecieran querer que el plebiscito por una Nueva Constitución, pase lo más pronto posible, y que todo siga lo más parecido a como estaba antes. Tal como señalo el senador PS, Juan Luis Castro diciendo “El tiempo de la Convención se acabó, el poder constituyente vuelve al Congreso”. O incluso la actual presidenta del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic quien criticó la idea de llevar listas independientes, en la elección de representantes para la Convención Constitucional.
Es así como pasan los días, con un gobierno y oficialismo que se prepara cada vez más, a la posibilidad del triunfo del rechazo, junto con moderar cada vez más su discurso frente a las expectativas de amplios sectores del pueblo trabajador.
No es posible tener confianza en un gobierno de estas características, que durante sus primeros meses de mandato, sólo ha sabido subordinarse a la agenda conservadora y represiva de la derecha, avanzando en la profundización de la militarización sobre el Wallmapu, incorporando políticas anti-inmigrantes, y respaldando a instituciones absolutamente cuestionadas por corrupción, y violaciones sistemáticas a los derechos humanos, como es el caso de Carabineros.
Es frente a esto que resulta necesario levantar una voz independiente de la clase trabajadora. Una alternativa que se proponga dar solución a los problemas estructurales que aqueja al pueblo trabajador, luchando por medidas básicas para enfrentar la inflación y la recesión como la fijación de precios, salarios y pensiones no inferiores a 650 mil pesos. Hay que poner fin a los despidos, y fin al robo de las AFP y las pensiones de hambre. Todo esto, ligándolo a soluciones de conjunto, como la nacionalización de los recursos naturales bajo gestión de las y los trabajadores y comunidades, y particularmente el cobre para financiar las urgentes necesidades sociales de las grandes mayorías, la restitución de tierras al pueblo mapuche usurpadas por las grandes empresas forestales y el derecho a la autodeterminación de los pueblos originarios, entre otras medidas.