Bioceres ya comercializa el trigo HB4 a 25 molinos en todo el país. El agrotóxico que se utiliza con este transgénico, el glufosinato de amonio, es más nocivo que el glifosato. Desde el Instituto de Salud Socioambiental (InSSA) de la Facultad de Cs. Médicas de la Universidad Nacional de Rosario consideran urgente revertir esta situación.
Viernes 3 de marzo de 2023 15:54
Según medios como Bichos de Campo y Agrofy News, Bioceres ya comercializa el trigo HB4 a 25 molinos en todo el país, que lo mezclan con el trigo convencional.
El trigo HB4, aprobado en octubre del 2020 en Argentina, primer país en hacerlo, fue rechazado por decenas de colectivos en todo el país, que denunciaron la toxicidad del agrotóxico glufosinato de amonio, más peligroso aún que el glifosato. Ahora, la aprobación en Brasil de la siembra del trigo transgénico, expande el negocio de Bioceres, que ve abultada sus ganancias a costa de los enormes perjuicios del modelo.
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Tras décadas de agronegocio, que se profundiza con todos los gobiernos con la aprobación de nuevos paquetes tecnológicos, las consecuencias sanitarias, ambientales y sociales son bien conocidas: enfermedades crónicas como cáncer, hipotiroidismo, pérdidas de embarazo; concentración de la tierra y despojo de las poblaciones campesinas y semicampesinas; pérdida de biodiversidad y deterioro de la fertilidad de los suelos.
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Desde el Instituto de Salud Socioambiental (InSSA) de la Facultad de Cs. Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, difunden un comunicado en el que comparten su preocupación: "respecto a que el evento transgénico conocido como ’Trigo HB4, tolerante al Glufosinato de Amonio’, según la empresa que lo comercializa, ya se encuentra en nuestras mesas sin que la sociedad en su conjunto haya participado en su decisión y en contra incluso de pronunciamientos de científicxs, productores, y medidas legales interpuestas".
Señalan que, desde la salud pública es un hecho de gravedad inusitada: "ya que hasta la fecha no se han publicado en revistas científicas internacionales, libres de conflictos de interés, trabajos de investigación desarrollados por equipos independientes y no ligados a los intereses comerciales de los impulsores de este evento transgénico, que hayan podido demostrar la inocuidad de la ingesta periódica del trigo Hb4 en mamíferos."
Insisten en que "este trigo transgénico presenta resistencia al herbicida Glufosinato de Amonio, cuya toxicidad sobre el ambiente y la salud ya ha sido demostrada en numerosos trabajos científicos", y agregan que "se ha evidenciado que no se degrada sino que es posible detectarlo en ultraprocesados".
Los agrotóxicos ya no están solo en las frutas y verduras, sino también en el pan, galletitas, alfajores, pizza y facturas. No hay ninguna manera de saber si la harina que consumimos tiene venenos.
Además, el comunicado plantea que "la tecnología transgénica del Hb4, está asociada a la presencia de un Gen BLA, vinculado a la resistencia a los antibiótico betalactámicos". Ante esa situación, los investigadores y médicos del InSSA se preguntan:
"¿Sobre qué bases científicas se asume que el uso de este gen no agravará el problema de la resistencia bacteriana, que genera anualmente más de un millón de muertes?
¿Cuáles son los estudios científicos publicados que avalan la inocuidad de las proteínas Pat y HaHB4 cuando son ingeridas por seres humanos? ¿En qué revistas fueron publicados? ¿Quién los financió?
¿Las proteínas Pat y HaHB4 se destruyen con el calor? ¿Qué estudios científicos publicados evidencian que la ingesta de esas proteínas NO tienen posibilidad de generar procesos inflamatorios crónicos en sistemas digestivos humanos?"
Recienmente, el grupo de investigación del InSSA publicó en la prestigiosa revista internacional Clinical Epidemiology and Global Health, un estudio que confirma las mayores tasas de incidencia y mortalidad por cáncer, en población joven de pueblos fumigados.
Recienmente, el grupo de investigación del InSSA publicó en la prestigiosa revista internacional Clinical Epidemiology and Global Health, un estudio que confirma las mayores tasas de incidencia y mortalidad por cáncer, en población joven de pueblos fumigados.
Para finalizar, señalan las responsabilidades políticas y la necesidad de revertir ya esta situación:
"Insistimos en la necesidad de que los decisores de políticas atiendan a las evidencias científicas actuales que manifiestan los peligros y las incertidumbres de la incorporación de la variedad de trigo transgénico en nuestros territorios. Consideramos URGENTE que las autoridades pertinentes prohíban la comercialización e incorporación del trigo Hb4 en las harinas para producción de productos comestibles y/o sucedáneos de la alimentación humana.
La responsabilidad está en sus manos. Serán quienes aprueben su comercialización quienes se responsabilicen sobre la salud de la población."
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