La suspensión será, por ahora, de 8 días, y enciende la alarma sobre la situación en el sector automotriz.
Luis Bel @tumbacarnero
Lunes 6 de agosto de 2018
A pesar de la reciente visita de Macri a la planta Nissan para presentar la fabricación de un nuevo modelo de camioneta dirigido a uno de los pocos sectores a los que el gobierno benefició en estos años: el agropecuario. La crisis del sector automotriz sigue dando señales de agudizarse. Con la caída de las ventas de un 31% respecto a junio, las patronales que vienen de períodos de suculentas ganancias, aprovechan la sobreproducción de stock y el “espíritu de época” para tomar medidas contra los trabajadores y trabajadoras.
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En esta oportunidad, la medida de la multinacional francesa Renault de suspender alrededor de 1500 obreros de los 1800 que componen la planta, durante 8 días de los 22 de producción durante el mes de agosto, se suman a las suspensiones diarias que se vienen realizando en Volkswagen e Iveco.
La caída del consumo interno, con una caída de la industria de un poco más del 8%, no solo pone en jaque los puestos de trabajo de las gigantes del sector, sino también de las decenas de industrias que las proveen de insumos y autopartes, como plásticos, vidrios, etc.; las cuales, en algunos casos, le venden hasta el 50% de su producción a las automotrices.
Mientras tanto, la pasividad de Smata ante el deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras, viene en sintonía con la mayoría de las dirigencias sindicales, que al igual que el peronismo, vienen apostando a "enfrentar" a Macri recién en 2019.
En este sentido, Ricardo Pignanelli, secretario general del gremio, invitó a Cristina Fernández a hablar el pasado viernes en la sede de Smata en Cañuelas; donde también estuvo presente en la foto Hugo Moyano. El acercamiento busca la posible conformación de un "frente común", según declararon algunos de los protagonistas una vez terminado el evento.
La buena relación Pignanelli-Cristina tiene una historia de largos años. Sobre todo aquellos de la "decada ganada" por las patronales automotrices. Años de flexibilización de los convenios de trabajo, y de las recordadas represiones a los trabajadores de Lear sobre Panamericana, por parte de la gendarmería de Sergio Berni. Adonde la alianza patronal-estado-sindicato actuaron en conjunto para espiar, reprimir y justificar los despidos de la multinacional estadounidense.
