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Red Internacional
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Córdoba: el gremio docente pide migajas a los legisladores

El jueves se realizó la asamblea de balance del gremio docente. En esta nota analizaremos la política de la conducción respecto a las jubilaciones.

Miércoles 13 de diciembre de 2017

En una nota anterior debatimos sobre la política de “unidad” que propone laconducción kirchnerista de UEPC para luchar contra el ajuste de Macri y los gobernadores.

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Otro de los puntos discutidos en la asamblea fue sobre cómo enfrentar el ataque que significan la contrarreforma jubilatoria y el Consenso Fiscal.

Un poco de historia

Producto de la lucha de los trabajadores y jubilados estatales, Córdoba fue una de las provincias que no transfirieron su Caja de Jubilaciones a la Nación allá por los años 90, por lo cual el cálculo de los haberes, a pesar de los distintos ataques que realizó Unión por Córdoba en todos estos años, sigue siendo más favorable que a nivel nacional.

La excepción a esta situación son los jubilados docentes, ya que a nivel nacional existe un régimen especial docente, en el que se contempla una mejor jubilación que la que cobran los jubilados cordobeses.

El Consenso Fiscal contempla un acuerdo provisorio para cubrir ese déficit, y aquí viene lo interesante. La conducción de UEPC considera que el gobierno provincial está estafando a los docentes de Córdoba y al gobierno nacional por no equiparar las jubilaciones docentes al régimen especial nacional, ya que está recibiendo el dinero para hacerlo.

De este diagnóstico emana una política corporativa: enviar una carta a los legisladores de Córdoba pidiendo que se derogue la Ley Jubilatoria 10.333, en el capítulo referido al Régimen Especial Docente.

Cabe aclarar que la Ley 10.333, aprobada a fines del 2015, fue parte del último ajuste de Schiaretti a las jubilaciones en Córdoba. Pero Monserrat, como dirección de uno de los sindicatos más grandes de la provincia, no pide la derogación de la ley de conjunto. Pide sólo migajas.

Armonización y después

El ataque a los sectores más desprotegidos de la sociedad que significan las contrarreformas y el Consenso Fiscal en curso no es nuevo. Hace dos décadas avanza este proceso de destrucción, tanto a nivel nacional como en las cajas previsionales provinciales. En esto han sido consecuentes todos los signos políticos: desde los peronistas Menem, Duhalde y Fernández de Kirchner hasta De la Rúa y ahora Macri. En la provincia se avanzó en esta destrucción bajo los gobiernos de Mestre, De la Sota y Schiaretti.

En ese proceso se incluye la llamada “armonización”, que consiste en que todas las provincias coincidan en las condiciones jubilatorias; aportes, edad mínima de jubilación, monto de jubilación mínima y subas de los montos jubilatorios, con la Anses. La Ley de Reparación Histórica, aprobada el año pasado, dispuso que dicha armonización concluyera en el año 2021.

En el Consenso Fiscal se dispone que no se penalizará a las provincias que no cumplan con la armonización. Por tanto puede decirse que se aliviana la soga, porque significa que se pagará el déficit completo de las provincias que no han transferido sus Cajas. Pero también puede decirse que esta ayuda no será para siempre, porque desfinancia a la Anses. Desfinanciamiento que se agrava con otros puntos del Consenso y de las contrarreformas, y que desfavorece no sólo a los jubilados sino a los beneficiarios de la AUH.

La batalla por las jubilaciones docentes

En este marco resulta por lo menos utópico pelear corporativamente por las jubilaciones docentes. En primer lugar, porque la contrarreforma jubilatoria ataca a todos los sistemas previsionales por igual y en segundo lugar, porque se sigue desfinanciando a la Anses.

Pero por otro lado, es como agarrarse de una rama que están cortando: el ataque a los jubilados llevado hasta el final implica lisa y llanamente terminar con los regímenes especiales. Y si se avanza sobre un régimen previsional único, será nivelando hacia abajo y no hacia arriba. Los ajustes realizados estos años lo demuestran, inclusive en el sistema jubilatorio cordobés.

En el sistema capitalista hay un enorme desprecio por los adultos mayores porque se sobrevalora la dimensión productiva y los viejos ya no producen. Nosotros peleamos también contra este sentido común y queremos que los jubilados puedan tener una vida plena. En números: hoy la canasta del adulto mayor está en unos 17 mil pesos, la mayoría de los jubilados en nuestro país cobra menos de 8 mil y es el poder adqusitivo de estas jubilaciones lo que quieren atacar el presidente y los gobernadores.

Ante este ataque, la conducción de UEPC se limita a una maniobra ante los legisladores pidiendo que salven a los docentes mientras el barco se hunde. Además, convocó ayer por la tarde a movilizarse hoy a la Legislatura, donde se votará la adhesión al Consenso Fiscal. Pero en lugar de llamar al paro o como mínimo a un abandono de tareas para garantizar una movilización a la altura del ataque, sólo convocó a los delegados y docentes que no trabajen. Y no se la ve a la famosa CGT.

Para frenar este plan es necesario que los sindicatos llamen a una gran asamblea de delegados de base con mandato para votar un plan de lucha con paros y movilizaciones. Hay que confiar más en la base y menos en la maniobra. Un saqueo descarado no se puede enfrentar con una ceremonia.