Ese día realizarán además una movilización en reclamo contra las terribles condiciones de trabajo que se viven en las distintas empresas de aplicaciones.
Jueves 28 de noviembre de 2019 21:37
Bicicletazo contra la precarización laboral en las apps en marzo pasado
Hace ya dos semanas que se vienen generado asambleas de trabajadores y trabajadoras de aplicaciones, debido al enorme enojo que produce la total falta de respuesta por parte de la empresa hacia sus trabajadores con respecto a sus condiciones de laburo. Por este motivo, quienes trabajan en la aplicación Rappi convocan para el 10 de diciembre a un cese de actividades en conjunto con una movilización. Desde la Izquierda Diario y la agrupación “Rappis y Furioses” entrevistamos a algunos de sus participantes.
¿Cuáles son sus condiciones de trabajo?
María: Somos monotributistas en condiciones de trabajo absolutamente precarizadas. Si nos sucede algo en la calle mientras estamos repartiendo con la app es enteramente nuestra responsabilidad. En caso de robo la empresa no se hace cargo si nos sacaron dinero, el teléfono y/o la movilidad que estemos usando en ese momento ya sea moto o bicicleta. En caso de sufrir un accidente de tránsito, pasa lo mismo. Rappi solo se hace cargo de los medicamentos una vez que le mandas la factura del costo.
Manuel: Considero que Rappi, así como las otras apps, tiene condiciones realmente precarias, donde se aprovechan de la necesidad de la gente y hasta del desconocimiento por parte de los clientes. Las pagas son inmorales, como así también que no tengamos obra social, ART, aguinaldo y muchas otras cosas que fueron conquistas de los trabajadores pero que acá no se aplican.
Lautaro: Estamos en condiciones de “trabajadores independientes”, soy “mi propio jefe”, como rezan las publicidades para que uno se inscriba en las apps. Tenemos normas que no contemplan el trabajo que uno realiza; me encuentro ante un monopolio de consumo, en donde 3 o 4 empresa en nombres de terceros oferta trabajos (traslado de mercaderías o bienes) y el mismo consumidor está colocando el precio al trabajo que uno realiza. Cual cálculo matemático de computadora, las apps ponen un precio a nuestro trabajo en base a un ideal de estar el trabajador a menos de 2 cuadras del lugar de retiro, el local que entrega el producto con el producto listo y el consumidor del producto esperando en la puerta para recibirnos. Pasa que en la realidad eso está muy lejano. Nos toca buscar la mercadería a veces a varios kilómetros de distancia, con una advertencia símil amenaza de que, si no vamos lo más pronto posible, el pedido que aceptamos hacer es retirado de nuestro sistema por no ir pronto al local, teniendo como conclusión una suspensión de una hora cómo penalización. Por tal motivo muchas veces vemos a muchos compañeros infringiendo normas de tránsito o conduciendo de una forma que da miedo, con lo que eso implica.
¿Qué esperan conquistar con la movilización llamada para el martes 10?
María: Visibilizar la problemática que trae aparejado este tipo de trabajo neoliberal, donde no hay un ente físico constituido y con la capacidad de tomar decisiones inmediatas. Estamos luchando contra una aplicación, no con una persona física. Hacerle saber a la empresa que nos estamos organizando para dignificar nuestro laburo y reclamar condiciones básicas como que deje de ser de 40 pesos la paga mínima por pedido cuando el litro de nafta está a 53 pesos. Utilizar la huelga como herramienta de visibilización a las disconformidades que sentimos al trabajar en estas condiciones y pedirle a los compañeres que se sumen a este reclamo conjunto, tomar la calle es la forma más inmediata de que nos miren y nos escuchen.
-Manuel: Lo que se busca primero es concientizar al respecto, que se esté al tanto de nuestros derechos, que nos corresponden pero que no se cumplen. Tenemos el objetivo principal de lograr que se apliquen, pero fundamentalmente mejorar la paga, nadie puede vivir cobrando 40 pesos la base del pedido.
Lautaro: Espero que el grupo de repartidores pueda ver que alguien hace algo por defender sus derechos, como una punta de ovillo en el cual queda mucho por seguir reclamando y mucha necesidad relegada. Llevará esta y muchas jornadas más para que la empresa que nos ofrece hacer trabajos en forma independiente se haga eco de que el grupo de repartidores no es manejable según sus antojos. También se espera lograr entonces en esta movilización la mayor unidad que entre colegas se pueda lograr para que los reclamos sean receptados.
¿La empresa ha dado alguna señal o indicio de querer mejorar sus condiciones laborales?
María: No, en absoluto. Más bien todo lo contrario, persiguen y bloquean a quienes queremos que este trabajo sea digno.
Manuel: Por el momento no, queremos ver si esto se mantiene después de la movilización, pero hoy en día la empresa aún no se comunica, es más, varios compañeros siguen bloqueados o suspendidos por “romper” el reglamento de Rappi con el que no estamos de acuerdo.
Lautaro: Las apps en el tema monetario hace más de un año que no reflejan ninguna mejora para los repartidores, teniendo como base hace más de un año la entrega de un pedido por 40 pesos. En Córdoba hay una oficina que recibe reclamos por parte de los repartidores, pero las veces que hemos ido a presentar alguna queja nos dijeron que las decisiones solo se toman en Colombia y que para que sean receptados tendría que haber una desconexión masiva del sistema de reparto. De esa forma, siguen jugando con nosotros los repartidores, buscando la desunión, porque la mayoría tenemos que trabajar todo el día para llegar a cubrir las necesidades básicas de nuestras familias.
Están invitando a organizaciones sociales/políticas/de derechos humanos a participar de la movilización. ¿Por qué consideran importante su asistencia?
María: Porque esto tiene que ver con decisiones políticas que se tomaron desde el gobierno de Mauricio Macri, donde se propuso y se hizo efectiva la precarización laboral para achicar costos y reducir el desempleo que él mismo provocó. Para eso necesitó la entrada de estas aplicaciones fantasmas que son un fraude al fisco. Particularmente estuve acompañando varias marchas convocadas por trabajadores de otros sectores para pedir que dejen de despedirlos, que abran paritarias, los aumentos lamentables de sueldo que no logran acercarse a lo que cuesta la canasta básica alimenticia. Ahora somos nosotros los que tomamos conciencia del atropello sistemático que venimos sufriendo y necesitamos que nos acompañen en nuestro reclamo legítimo.
Manuel: Me parece bien, mientras más organizaciones y más gente haya es mucho mejor, porque es una pelea contra algo nuevo, para visibilizar las condiciones de trabajo en estas aplicaciones y para concientizar al respecto.
Lautaro: Estamos desamparados de todo derecho, ni siquiera somos considerados trabajadores por el sistema sindical, nadie se acercó de la central de trabajadores para realizar una presentación para que pasemos a ser parte del trabajo formal. La política cordobesa lo único que busca regular es que no le molestemos al peatón, que no llenemos veredas para que la gente pueda circular. En ese desamparo y hostigamiento por parte de los que tienen que regular nuestra actividad, se llama a la colaboración de organizaciones sociales, que por lo general están al lado del que protesta porque se quedó sin trabajo; en este caso nosotros lo tenemos, pero estamos en el estatus de desempleados.
La movilización está convocada para el martes 10 de diciembre a las 15, invitando ampliamente a todo el que desee participar en solidaridad por sus derechos laborales.