Trabajador de la empresa COREY Estructuras, perteneciente al grupo RECAL dedicada a la fabricación de estructuras de acero para la construcción en general, nos envía una denuncia que a continuación reproducimos.
Jueves 4 de agosto de 2016
El día martes por la mañana encontramos en los baños de la empresa un aviso que notifica sobre los nuevos horarios en que se nos permitiría ir al baño e ingresar a nuestros lockers. La noticia causó gran descontento en muchos de los compañeros que no estaban de acuerdo con esta nueva medida de la patronal.
Es indignante que sin explicación previa, con total autoritarismo y de manera humillante se nos quiera imponer un horario para poder ir al baño y acceder a nuestros objetos ubicados en los lockers.
Esta política por parte de la empresa, buscará ser justificada mediante argumentos absurdos, intentando culparnos a nosotros los trabajadores de esta medida arbitraria. Pero sepan compañeros que no hay un sólo argumento válido para este atropello, que no es el único que comenten los patrones de esta empresa de “clase mundial”.
Ejemplos sobran; las puertas de los baños que violentan la mínima privacidad al ir al baño, el excesivo precio a la pésima comida del comedor, donde las porciones resultan insultantes, la silenciosa disminución en la entrega de uniformes, el retraso en el pago de premios de producción y asistencia; las pésimas condiciones de seguridad e higiene al interior de las naves de producción y cuestiones aún más centrales como los bajos niveles salariales; el no reparto de utilidades y algo que es causa de todo esto, la falta de un sindicato que realmente nos represente y luche por nuestros intereses.
Cabe mencionar que la hoja de notificación de los horarios del baño, ya está pegada también en la oficina sindical.
La estrategia de la empresa es meter estos golpes de a poco, para que se perciban lo menos posible pero pueden llegar a grados inimaginables, por ejemplo, hay patronales que llegan a obligar a los trabajadores a usar pañal para evitar que se pierda tiempo en el proceso de producción.
Somos personas, no máquinas hechas para producir, nuestro trabajo debe dignificarnos, jamás humillarnos o cosificarnos. Es indignante que esta patronal a la que le generamos millones de dólares en ganancias nos traté de esta manera.
Basta de atropellos, los trabajadores de COREY nos merecemos condiciones dignas de trabajo y el pago necesario para sacar adelante a nuestras familias.
¡Por un sindicato que realmente nos represente!