Rosca política. Corte, Ficha Limpia y Reforma política proscriptiva: ¿qué negocian Milei y Cristina Kirchner?

Las amenazas y los guiños van de la mano; son parte de tensas negociaciones entre el Gobierno nacional y el principal bloque parlamentario. Los temas parecen esencialmente tres. Por un lado, la conformación de la Corte Suprema de Justicia, donde el Gobierno viene apuntado desde hace meses a crear una mayoría adicta mediante la designación de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla. Por otro, la llamada ley de Ficha Limpia, que tiene al PRO como su principal impulsor y que no se trató este jueves por falta de quórum en Diputados. Por último, todo parece indicar que también se negocia alrededor de la reaccionaria reforma política que impulsa el Gobierno, una norma que, de sancionarse, implicaría la proscripción electoral de la izquierda y otras fuerzas.

Te puede interesar: Alerta. Milei quiere a la izquierda ¡afuera!

El primer tema tiene carácter público hace tiempo. El Gobierno pretende instalar a Lijo y García Mansilla en el máximo tribunal. El kirchnerismo parece bien dispuesto a negociar. Lo puso en evidencia la firma por parte de Lucía Corpacci del dictamen necesario para tratar el pliego del magistrado. La ex gobernadora de Catamarca es actualmente vicipresidenta del PJ y una dirigente más que cercana a Cristina Kirchner. La decisión de la senadora nacional conformó una señal hacia el oficialismo. Sin embargo, desde el gobierno de Milei se insiste en el pliego conjunto, cosa que no parecería avalar el peronismo.

Te puede interesar: El kirchnerismo negocia abiertamente con Milei: Corpacci explicó porque apoya el pliego de Lijo

Desde hace días el oficialismo viene señalando que, si se traban las negociaciones en la Cámara Alta, podría designar en comisión a ambos jueces. Esto es lo que hizo Mauricio Macri en 2016, pasando por encima del Congreso. La decisión implica un acto autoritario y de carácter bonapartista.

Desde el peronismo, el bloque de senadores que encabeza José Mayans salió a rechazar la amenaza. Lo hizo mediante una carta que le entregó al jefe de Gabinete, en la que se asumía el “compromiso público de impulsar el inmediato rechazo del pliego de Acuerdo de cualquier persona que acepte ser designado como juez o jueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación ‘en comisión’ bajo el supuesto amparo de los términos del artículo 99 inciso 19 de la Constitución Nacional”.

Sin embargo, también este miércoles, el mismo Guillermo Francos, en su exposición ante el Senado, dejó abierta una puerta para seguir negociando. Ante una pregunta, en su exposición señaló que “seguramente será un tema que el presidente va a considerar en el caso que estos pliegos finalmente no avancen tendrá en cuenta también los reclamos que ha habido con respecto a la participación de mujer en la Corte”.

Ficha limpia

Al mismo tiempo, aunque con un nivel muchísimo menos alto de exposición, el oficialismo y Milei negocian alrededor de la norma de Ficha Limpia, impulsada por el PRO y otros bloques de la oposición llamada “republicana”. La misma estaba en el temario de este jueves en una sesión de la Cámara Baja que no logró quórum. Entre las ausencias, estuvieron diputados y diputada de La Libertad Avanza.

No hay sesión por Ficha Limpia. Varias ausencias de La Libertad Avanza otra vez. pic.twitter.com/2cY1UsIkGC

— Jesica Calcagno (@Jesi_mc) November 28, 2024

Como se ha señalado, la norma tiene un carácter proscriptivo, dado que deja en manos del Poder Judicial -un poder completamente arbitrario- la posibilidad o no de que determinadas personas puedan ser candidatas o candidatos si pesan contra ellas condenas. De sancionarse, la norma podría impactar claramente contra Cristina Kirchner, que viene de recibir una más que cuestionable condena en la llamada Causa Vialidad.

Es precisamente esa norma la que quiere evitar el kirchnerismo. El oficialismo, por su parte, realiza un doble juego. Mientras Milei ha celebrado públicamente la condena a la exvicepresidenta por la causa Vialidad, hace pocos días Guillermo Francos dijo que la norma no podía entenderse como una “ley contra Cristina Kirchner”. Las ausencias oficialistas en la sesión de este jueves están más cerca de estas declaraciones del jefe de Gabinete que de los mensajes altisonantes del presidente.

Reforma política autoritaria

El último terreno en el que existiría una negociación sería el de las reforma política proscriptiva que impulsa el Gobierno nacional. Haciendo demagogia en relación a las eliminación de las PASO, el oficialismo pretende una norma que directamente privatiza la actividad electoral, permitiendo que sean los partidos apoyados por los grandes empresarios los únicos que puedan competir en cada elección.

Este miércoles en la Cámara de Diputados, el Frente de Izquierda denunció esa mecánica autoritaria que podría imponerse. Fue Christian Castillo el encargado de señalar que con esta norma “el Gobierno intenta suprimir los partidos hoy existentes. Es un intento liso y llano de proscripción de una parte del sistema político”.

Te puede interesar: Castillo sobre reforma política: "Nadie puede apoyar este acto de proscripción antidemocrático"

Hace pocos días, en Cenital, el periodista Iván Schargrodsky afirmó que Cristina Kirchner y el kirchnerismo “miran con cariño” la eliminación de las PASO. Es decir, estarían abiertos a negociar la reforma política autoritaria de Milei.

Esta crítica también la hizo la izquierda este miércoles. Ya en el final de la sesión, el también diputado del PTS-FITU, Nicolás del Caño, criticó duramente: “Hemos leído en los medios que sectores de Unión por la Patria y de otros bloque estarían discutiendo esta reforma”.

La respuesta, defensiva, llegó desde quien encabeza el bloque de diputados de Unión por la Patria. Germán Martínez respondió diciendo que si hay algún acuerdo, "lo vamos a reivindicar en público o no, como siempre hemos hecho nosotros cada vez que hacemos un acuerdo político". En sus palabras, el diputado santafesino pareciera confirmar las negociaciones. Solo indica que aún no se harán públicas.

Estas negociaciones ocurren completamente a espaldas de las mayorías trabajadoras, que mientras tanto sufren un ajuste feroz sobre sus condiciones de vida.