La decisión del gobierno a recurrir al Tribunal Constitucional para frenar el tercer retiro ha sumado costos para Piñera. Desde la oposición hasta el oficialismo solicitan dar pie atrás en el TC, mientras los sectores trabajadores avecinan una Huelga General para el 30 de abril.
Sábado 24 de abril de 2021
El día de ayer, viernes 23 de abril, el Congreso terminó de despachar el proyecto de tercer retiro, luego de que la cámara de diputadas y diputados aprobara las enmiendas que el Senado incluyo en la ley. La votación supero ampliamente el quorum requerido, incluso con votos de la derecha, que se vieron arrinconados en vista a las próximas elecciones. La votación final fueron 119 votos a favor, 17 en contra y 3 abstenciones.
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La derecha no pudo hacer frente al tercer retiro en el congreso, por lo que mayoritariamente se terminó plegando al proyecto de ley, pese a que aún en el gobierno se mantienen firmes con el recurso interpuesto al Tribunal Constitucional para detener por inconstitucionalidad este nuevo retiro de fondos de pensiones.
Crisis en el gobierno
El apoyo de políticos del oficialismo a favor del retiro del 10% significó un duro golpe para Piñera, quien se va quedando solo y debilitado. Piñera entonces, decide mantener la alianza con el sector más duro y empresarial en plena crisis por el coronavirus, recurriendo al más que cuestionado Tribunal Constitucional, cuyos miembros son designados principalmente por Piñera, por el Senado y la Corte Suprema (cuyos miembros también son designados).
Dentro de la derecha, figuras que van desde Desbordes hasta la mismísima Camila Flores rechazaron la política del gobierno de negar el tercer retiro. Tras la reunión de Piñera con los timoneles de Chile Vamos, el presidente de Renovación Nacional, Rafael Prohens declaró que “el presidente dijo que no acoge ninguna de las dos peticiones del partido”, solicitando desistir de recurrir al TC, lo que generó molestias en el interior.
La UDI, en tanto, se ha puesto del lado de Piñera, sin olvidar que las decisiones del gobierno caldean los ánimos para nuevas protestas, de modo que apuestan por aumentar “ayudas sociales” para contener la situación. Desbordes, el presidenciable de RN admite que “no sé si el gobierno pueda evitar un tercer retiro a estas alturas”
Como respuesta a la línea del gobierno, se volvieron a activar las barricadas y los llamados a protesta. Trabajadores del puerto han convocado a un paro productivo, así también lo han hecho sectores de la minería en Antofagasta. La CUT y al Colegio de Profesores tuvieron que tomar el llamado a la Huelga General para el viernes 30, como antesala al 1ero de mayo.
Las convocatorias a las jornadas de protestas retoman el llamado de ¡Fuera Piñera! Y pone en el centro la reactivación de asambleas y coordinadoras para organizar el paro.
Medidas para salvar al gobierno
Desde la otra vereda, la institucional clásica, nuevamente vemos que se recurre a la acusación constitucional contra Piñera, que apuesta por la unidad de la oposición que desdibuja la efervescencia movilizadora para poner encima la institucionalidad desgastada, retornar la confianza perdida a los mismos políticos de los 30 años, bajar la tensión social y, ¿por qué no? salvarle el pellejo a Piñera. Ya se ha visto anteriormente que con la Acusación Constitucional no se logra nada.
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Otra carta que baraja una opción para salvar al presidente más odiado post dictadura, es el acercamiento del gobierno a la oposición. Yasna Provoste, presidenta del Senado, ya ha pedido (por favor) que Piñera desista, advirtiendo que un representante del Senado acudirá al TC a favor del retiro, a la vez que ofrece la mano amiga para invitarlo a colaborar con una reforma tributaria, cuestión que animó al Presidente, abriéndose a conversar con este sector.
El jueves por la noche el presidente se reunió con los partidos de derecha agrupados en Chile Vamos. La directiva de la UDI respaldó su gestión. RN le pidió que retirara el requerimiento ante el TC y apruebe el tercer retiro. Le piden que "entre en razón" para que no pierda su autoridad. El viernes resolvió presentar su propio proyecto de retiro y nuevas leyes de ayudas sociales, que de seguro serán igual de focalizadas que las anteriores. Probablemente esta acción siga aumentando la crisis, pero ya está operando una "nueva cocina" entre el gobierno y los partidos. La DC, el PS y el PPD podrían abrirse a negociar con el gobierno por el temor a la vuelta de protestas en Chile perjudicando el proceso constitucional pendiente.
Las negociaciones las están realizando Yasna Provoste y el ministro Rodrigo Cerda, con apoyo del PPD y del PS. Para persuadir al Presidente se han coordinado y jugado un papel importante los presidenciables Lavín, Matthei y Desbordes. El principal obstáculo -que sigue siendo inmenso- es la exigencia de la oposición de que el gobierno retire su requerimiento ante el TC.
Camino a la huelga general
La respuesta desde las calles fue contundente, se reactivaron las protestas, con cortes y cacerolazos contra el gobierno. Portuarios fueron contundentes, haciendo un llamado a paralizar, lo que empujó a otros sectores estratégicos de la clase trabajadora a pronunciarse, como los mineros agrupados en federaciones y confederaciones. La misma dirigencia de la CUT, que se mantenía dormida, tuvo que pronunciarse, así también Colegio de Profesores haciendo un llamado a la huelga general del 30 de abril.
Pero la experiencia nos ha enseñado que no basta con llamados aislados ni simples saludos a la bandera. Para solventar la crisis, tampoco es suficiente el retiro del 10%, la crisis política y social que afecta a millones no alcanza a ser cubierta con estas medidas, entonces ¿qué alternativa nos queda?
Para la conquista de las demandas del pueblo trabajador, es vital una gran coordinación de trabajadores y pobladores, de conquistar espacios de auto-organización, el levantamiento de los comités de huelga para preparar, de forma efectiva un plan de lucha que inicie con la huelga del 30, y que pelee un plan de emergencia frente a la crisis, con un ingreso acorde a la canasta familiar, la prohibición de los despidos y suspensiones, por el impuesto progresivo a las grandes fortunas para costear la crisis y abrir la posibilidad de echar a Piñera de forma efectiva, no como la acusación constitucional
Sin Piñera, conquistar una verdadera Asamblea Constituyente, que sea libre y soberana para resolver las demandas que peleamos en octubre del 2019, para liberar a todas las y los presos de la revuelta y mapuche, nacionalizar los recursos naturales bajo la gestión de trabajadores y las comunidades y conquistar los derechos del pueblo trabajador, compuesto por las mujeres, la juventud y sectores populares.