Luego del plebiscito, la derecha se encuentra en diferentes crisis de cara a las presidenciales, ya que persisten disconformidades respecto a Sichel como carta de Chile vamos y algunas diferencias con Desbordes.
Domingo 1ro de noviembre de 2020
El plebiscito dejo una enorme incógnita en la derecha, respecto a quien será el candidato de cara a las presidenciales, donde últimamente han tenido múltiples derrotas políticas. Desde que Chile despertó, este sector ha perdido gran parte de su credibilidad, con el despótico actuar de Sebastián Piñera que es responsable de la serie de atrocidades sucedidas tanto en la rebelión popular, como también en el fracaso de la estrategia sanitaria.
Es por esta razón que luego del plebiscito, distintos son los nombres que han empezado a sonar para la carrera presidencial. En el caso de Renovación Nacional, esta semana el presidente del Banco Estado y ex ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, fue invitado a la casa del vicepresidente y diputado de RN, Tomás Fuentes, para conversar sobre una posible candidatura con miras a La Moneda. Intentan renovar la cara de un sector que solo suma cuestionamientos y poca credibilidad.
Fuentes señala que Sebastián Sichel, "tiene tres grandes ventajas: es el fiel reflejo de las demandas sociales actuales, ya que proviene de una familia de esfuerzo, trabajo y superación; representa un proyecto más de centro que podría convencer a una mayoría de los chilenos (…); y en pocos meses consiguió un alto grado de conocimiento, convirtiéndose en el ministro mejor evaluado”.
Muestra clara de que la crisis de la derecha tiene como uno de sus elementos, el no contar con una figura que deje contentos a todos. Esto se da en la misma medida en que José Antonio Kast busca a una derecha más cohesionada al mismo tiempo que intenta a sacar a Lavin de la carrera presidencial. Todo esto mantiene viva las fricciones con los sectores de centro
Además, se ha visto cruzado con la acusación constitucional contra el ministro del Interior, Víctor Pérez, la que se votará el martes en la Cámara y cuyo escenario para La Moneda sigue siendo incierto.
A esto se suma que en la reforma previsional el gobierno todavía no logra amarrar un acuerdo con la centroizquierda y mantiene su proyecto que se encuentra en el Senado, sin avances en su tramitación.
Mientras continúan las diferencias con Desbordes que debería dejar el gabinete en marzo, en medio de cuestionamientos cruzados entre la misma derecha.
Esto solo es muestra clara de como el oficialismo y el régimen, intentan perpetuar por medio de este plebiscito sus prácticas represivas que ya han dejado a miles de presos por manifestarse, asesinados, heridos y mutilados, manteniendo la total impunidad e intentando hacer un “borrón y cuenta nueva”.
Es por este motivo que debemos fortalecer la organización y la movilización en las calles, y luchar por retomar el camino de la huelga general, para imponer una Asamblea Constituyente Libre y Soberana. La convención constitucional es parte los acuerdos firmados en la cocina parlamentaria, que solo busca perpetuar al régimen, renovando le la cara política a un sector que se privilegia gracias al esfuerzo de los trabajadores.
Podemos ser una alternativa a toda la casta política que solo busca hacer lo mismo que han hecho durante 30 años, dejando impunemente a los responsables políticos y entre las rejas a miles de inocentes que lucharon durante la rebelión popular.