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Red Internacional
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Política del Caribe. Cuba tiene nuevo líder: Miguel Díaz-Canel

Se convirtió este lunes en el primer secretario del Partido Comunista de origen civil y aún conserva el cargo de presidente de la isla.

Martes 20 de abril de 2021 11:07

Miguel Díaz-Canel ha sido nombrado primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) por el 8vo Congreso que sesionó entre el 16 y 19 de abril. Siendo un régimen de partido único, se trata del cargo más poderoso de la isla. Será la primera persona sin el apellido Castro y que no viene del ámbito militar, en gobernar Cuba desde la revolución de 1959.

La esperada designación de Díaz-Canel al frente del partido se confirmó este lunes luego de que 300 delegados provenientes de toda la isla, en representación de unos 700.000 militantes, votaran el domingo para elegir al Comité Central, integrado por 114 miembros. Este comité dirige la agrupación política entre congresos, selecciona de su seno al buró político (la conducción cotidiana) y se encarga de nombrar a su primer y segundo secretarios.

Ingeniero eléctrico de formación, Díaz-Canel ha sido durante gran parte de su vida un funcionario del partido, aunque de rápido crecimiento. Nació un año después de la revolución, en Villa Clara, provincia donde el Che Guevara rompió la voluntad de las tropas de Fulgencio Batista, dando un paso clave en la revolución que conquistó el poder el 1 de enero de 1959.

Las personas que lo conocieron de joven dicen que era un secretario del partido ingenioso y agradable en Villa Clara y luego en Holguín en el este de Cuba. También fue elogiado como un ministro de educación superior minucioso y comprometido. Raúl Castro lo nombró por primera vez vicepresidente (del consejo de ministros) en 2012, poco después de que él mismo reemplazara a su hermano Fidel como primer secretario del partido. Fue el primer indicio real de que Díaz-Canel se estaba preparando para el poder. Luego asumiría como Presidente de Cuba en 2018 cuando Raúl decidió retirarse de ese puesto.

El lunes también se anunció la composición del nuevo buró político que guiará a Cuba durante los próximos años. Sus miembros enfrentan enormes desafíos en medio de la mayor crisis económica desde los años 90 generada por la pandemia y las sanciones de Estados Unidos, entre otros problemas. La inflación generada por el plan Tarea Ordenamiento que se aplica desde diciembre pasado, los problemas de abastecimiento y los recortes en las ayudas sociales, vienen generando un fuerte descontento en amplios sectores de la población que al mismo tiempo conocen los privilegios en que vive la burocracia gobernante.

En los nombramientos al Politburó, Raúl Castro ha cumplido su promesa de rejuvenecer la dirección. Dos veteranos de la revolución, José Ramón Machado Ventura, de 90 años, y Ramiro Valdés Menéndez, de 88, se han retirado con él.

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Su promesa de diversificar el liderazgo parece menos impresionante: solo tres del círculo interno de 13 personas son mujeres, y no parece haber muchas caras nuevas: la secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas, Teresa Amarelle, la científica y directora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, Marta Ayala, y la primera secretaria del PC en la provincia de Artemisa, Gladys Martínez. Esta última, con 49 años, es además la más joven del poderoso órgano del PCC.

El nuevo miembro más significativo es el ex yerno de Raúl Castro, Luis Alberto Rodríguez López-Calleja. Dirige GAESA, el enorme grupo empresarial del ejército que controla gran parte de la economía de Cuba, construye hoteles y administra servicios financieros, supermercados e importaciones y exportaciones. Se dice que López Calleja ejerce una gran influencia. Viajó con Díaz-Canel a las Naciones Unidas y a Rusia para encontrarse con Vladimir Putin. Fue sancionado por Estados Unidos en septiembre de 2020.

Otro nuevo miembro es el primer ministro Manuel Marrero Cruz, que se cree que es un aliado cercano de López-Calleja. Ha impresionado a los cubanos como afable en Mesa Redonda, el programa estelar de noticias y análisis político de la televisión que ha sido una importante fuente de noticias durante la pandemia de coronavirus.

Cuando Díaz-Canel asumió el cargo de primer secretario el lunes, dijo en la sesión de clausura del VIII Congreso del PCC que permanecería en estrecho contacto con Raúl Castro, continuando la discusión sobre todas las decisiones estratégicas con el viejo líder. Esto se corresponde con su insistencia en que representa la continuidad más que cualquier ruptura con el pasado, lo que expresa el oficialismo en Twiter bajo el hashtag #SomosContinudad y el Congreso mismo que se desarrolló bajo el lema “Unidad y Continuidad”.

Durante sus años de mandato Trump incrementó las sanciones desde Estados Unidos recrudeciendo el bloqueo económico, comercial y financiero que Washington impone a la isla desde 1962. Además Cuba recibió el duro impacto de la pandemia de coronavirus en la merma drástica de turistas que golpeó como un sunami a la economía haciéndola caer un 11 % el año pasado. Así y todo, el trabajo científico y tecnológico le permitió desarrollar cuatro vacunas contra la covid-19, algunas de ellas ya en fases avanzadas a punto de completar los ensayos clínicos masivos.

Es probable que la nueva administración en Washington retome las negociaciones de apertura económica de Cuba para responder a los empresarios que hicieron inversiones a partir de 2015 cuando las relaciones entre la isla y Estados Unidos estaban su apogeo. Además existe una presión para Estados Unidos en evitar que Cuba profundice sus lazos con China o Rusia. Tras la aplicación de una serie de reformas promercado que vino implementando Raúl desde 2011, la burocracia del Partido Comunista trata de atraer inversiones que motoricen economía pero al precio de abrir la economía al capitalismo. Este escenario de tensiones será uno de los desafíos que tendrá Díaz-Canel en el futuro.

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